El Consejo Interterritorial del Sistema Nacional de Salud (CISNS) ha aprobado, a propuesta de la Comisión de Salud Pública, la inoculación de una tercera dosis de la vacuna contra la Covid-19 en pacientes inmunodeprimidos.
Es el primer paso para un colectivo que ya había sido considerado "vulnerable" durante el inicio de la campaña de vacunación y que, con el visto bueno de Autonomías y Ministerio de Sanidad, recibirá una nueva dosis de la vacuna.
Concretamente, las personas que recibirán este tercer pinchazo serán aquellos con un trasplante de órgano sólido (hay unos 60.000 en España), receptores de trasplante de progenitores hematopoyéticos (alrededor de 20.000) y las personas en tratamiento con fármacos anti-CD20 (un medicamento que se utiliza habitualmente junto a la quimioterapia para el tratamiento oncológico, de lupus o esclerosis). Un grupo "reducido", según los expertos, y que las Comunidades Autónomas esperan aumentar lo antes posible.
Así se lo han confirmado a EL ESPAÑOL fuentes autonómicas que confirman que "en breve" se podrá ampliar la tercera dosis a personas con inmunodeficiencias que no están en los tres grupos principales señalados por el Ministerio. En total, unas 100.000 personas en toda España.
Pauta ampliada, no refuerzo
Esta dosis es considerada como parte de una pauta ampliada, ya que los pacientes inmunodeprimidos no habrían generado una respuesta inmune suficiente únicamente con dos pinchazos. Por ello se distingue de un refuerzo o booster, que implica que la inmunidad generada por las primeras dosis ha ido disminuyendo con el tiempo.
Los pacientes en situaciones de inmunodepresión que, previsiblemente, podría entrar en el grupo son aquellos con patologías que requieren un tratamiento inmunosupresor, pacientes con deficiencias renales crónicas (se someten a diálisis), pacientes en tratamiento quimio-radioterápico y oncológicos, en general, y pacientes con inmunodeficiencia adquirida por una infección (VIH).
Todavía no se conoce cómo ni cuándo se incluirán estos pacientes, pero hasta los médicos han salido a apoyar la iniciativa de incluir más grupos. Concretamente, desde la Federación de Asociaciones Científico Médicas Españolas (FACME) -en cuyo criterio se apoya la Comisión de Salud Pública y la Ponencia de Vacunas para avalar la tercera dosis- se habla de vacunar a los inmunodeprimidos en hemodiálisis.
28.000 pacientes
Desde FACME aseguran que es necesario incluir a los más de 28.000 pacientes que se encuentran en programas de hemodiálisis en España. Es un grupo que, al parecer del organismo, debería de ser "prioritario" en inocular esta dosis adicional.
Su apuesta se basa en "la evidencia científica". Afirman que las personas con hemodiálisis tienen "una menor respuesta vacunal"; mientras que experiencias preliminares ya publicadas "muestran que la triple pauta para esta población aumenta dicha respuesta inmune".
Nayara Panizo, médico Adjunto Especialista en Nefrología en el centro de diálisis Nefrovall (Vall d’Uixó), explica que los pacientes en diálisis, aunque no reciban tratamiento inmunosupresor (salvo que lo precisen por su patología de base) están en una situación de "inmunosupresión relativa".
"La uremia conlleva inflamación crónica y disfunción a distintos niveles incluyendo el inmunitario (efecto similar al del propio envejecimiento)", explica la experta.
De esta forma, Panizo sustenta la teoría de FACME de que tanto para los pacientes en hemodiálisis como los que ya se les ha trasplantado un riñón (a estos sí se les pinchará la tercera vacuna) tienen una inmunosupresión que implica un "mayor riesgo de desarrollar síntomas y tener mala evolución ante la exposición a cualquier tipo de patógeno". Algo que, añade, no sólo ocurre con la infección por Covid-19, también en aquellas que, en condiciones normales "podrían ser banales y cursar sin síntomas al ser neutralizados por un sistema inmune competente".
Del mismo modo, los médicos apuntan por seguir evaluando y emitiendo futuras revisiones de estas recomendaciones para poder incluir a "pacientes oncológicos en tratamiento citotóxico, pacientes oncohematológicos y pacientes tratados con inmunosupresores tales como micofenolato, abatacept o corticoides mantenidos a dosis altas". Grupos que, a primera vista, coinciden con los propuestos por las Comunidades Autónomas.
Administrar las dosis
Por el momento, la decisión de Sanidad y las Comunidades Autónomas es inocular la tercera dosis con vacunas de ARN mensajero (Pfizer o Moderna) y debe de coincidir este pinchazo extra con la pauta vacunal previa. O lo que es lo mismo: la persona vacunada con Pfizer de las dos primeras dosis se pinchará la tercera de la misma casa comercial.
A este respecto, las Comunidades Autónomas afirman que no tendrán problemas a la hora de inyectar las vacunas pues tienen al "personal" y las "dosis" necesarias. Según diversas fuentes autonómicas, lo que van a hacer los diferentes servicios de salud es trabajar directamente con los hospitales.
Es decir, cada hospital realizará un listado con esas personas inmunodeprimidas y se les irá citando "poco a poco". Igual que ocurrió cuando este mismo grupo se empezó a considerar prioritario en la Campaña de Vacunación alrededor de marzo de 2020.
Además, la vacunación de la dosis adicional en los pacientes inmunodeprimidos se hará en los mismos recintos que las anteriores y, tal y como han planteado las autonomías, se modificará su registro vacunal para indicar que "existe una tercera dosis" por su condición médica.
Ministerio de Sanidad
Durante la rueda de prensa posterior al Consejo Interterritorial del SNS de este martes, la ministra del ramo, Carolina Darias, ha confirmado la posibilidad de ampliar esa dosis de refuerzo aunque sin dar fechas.
Tal y como ha señalado la ministra, la Ponencia de Vacunas y el GTT, así como las sociedades científicas, van a ir evaluando otros colectivos y continuarán la revisión de la evidencia de los beneficios que una dosis adicional puede aportar en otras situaciones de inmunodepresión. "Vamos a hacer una evaluación constante y periódica", y, si se estima, "otros colectivos que podrían recibir esta dosis adicional".
De esta forma, tanto la petición de estos grupos como la de los residentes de las residencias de ancianos (algo solicitado por Castilla-La Mancha) tendrá que esperar. Precisamente, la solicitud del gobierno socialista de Emiliano García-Page ha sido apoyada por varias regiones, pero ha quedado a la espera de "más evidencia científica".