El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, y el de Cataluña, Pere Aragonès, han ofrecido ruedas de prensa consecutivas en el mismo lugar del Palacio de la Generalitat para dar cuenta de su reunión de este miércoles, si bien la escenografía ha variado de una comparecencia a otra, ya que el mandatario catalán ha decidido prescindir de la bandera española que figuraba junto a la catalana tras el atril.
De este modo, Sánchez ha comparecido ante los medios de comunicación con las dos banderas y, tras finalizar su intervención y abandonar el lugar, la Generalitat ha procedido a retirar la bandera española.
Así, la comparecencia de Aragonès, que se ha producido minutos después de la de Sánchez, se ha desarrollado ya solo con la bandera catalana en el fondo, como es su costumbre en el Palau de la Generalitat.
Las dos banderas, la española y la catalana, sí han presidido el encuentro que los dos mandatarios han mantenido durante casi dos horas a solas, para reactivar la mesa de diálogo con la que el Gobierno y la Generalitat quieren resolver el denominado conflicto catalán.
Mesa de diálogo
Tras la reunión entre ambos líderes, el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha constatado que mantiene posiciones "muy alejadas" de las que defiende el Govern sobre Cataluña, pero su compromiso es buscar "soluciones acordadas", dialogando "sin prisas, pero sin pausa y sin plazos".
Desde la Galería Gótica del Palau de la Generalitat, de donde ha sido despuñes retirada la bandera española, tras una reunión de casi dos horas con Pere Aragonès, y antes del encuentro entre las delegaciones de ambos gobiernos en la mesa de diálogo, Sánchez ha apostado por "avanzar" en el diálogo "sin poner fechas a la resolución del conflicto", porque los problemas de Cataluña "no se van a resolver mañana".
Sánchez ha subrayado que la mesa de diálogo, en la que hoy no participan representantes de JxCat, "es el mejor camino para avanzar y encontrar soluciones acordadas".
Ha admitido no obstante que hay posiciones "muy lejanas" y visiones "radicalmente distintas" sobre cómo superar la situación en asuntos que ha reconocido que ha tratado con Aragonès como el referéndum, la autodeterminación y la amnistía.
Son cuestiones que ha reconocido que siempre le plantea el president, que él escucha "atentamente" y que demuestran la lejanía de las posiciones y la necesidad de que "va a haber que hablar mucho".
"Para nosotros, ni el referéndum ni la amnistía son posibles, no sólo por el hecho de que no lo contemple la Constitución, sino porque la sociedad catalana no puede sufrir mayores desgarros ni fracturas", ha añadido.
El sentir de ambos, según ha dicho, es que los acuerdos no están cercanos ante un problema catalán larvado en la última década, pero han coincidido, según Sánchez, en trabajar "sin prisas, pero sin pausa y sin plazos".
La metodología de la mesa de diálogo ha dicho que se concretará en las próximas semanas.
No ha querido entrar el jefe del Ejecutivo en la ausencia de Junts per Catalunya de la mesa de diálogo al limitarse a señalar que respeta profundamente la composición decidida por el president.