La manifestación planificada por la plataforma de ultraderecha Madrid Seguro, que se ha desarrollado este sábado 18 en la concurrida plaza madrileña de Chueca, ha desembocado en una polémica que ha regenerado el debate de la homofobia en la Comunidad de Madrid.
En torno a medio centenar de neonazis integrados en la protesta, que pretendía condenar la planificación gubernamental de la 'Agendas 2030/2050', han coreado cánticos homófobos en sus calles: "fuera maricas de nuestros barrios" o "fuera, sidosos, de Madrid". Alegatos que han inundado las redes sociales de vídeos que han vuelto a señalar a la presidenta de la Comunidad, Isabel Díaz Ayuso, como diana de la polémica.
La izquierda considera a Ayuso como cómplice directa de las demandas de Vox al no combatir la creciente hostilidad hacia el colectivo LGTBIQ+, principalmente tras las últimas controversias y agresiones.
A última hora del sábado, la ministra de Igualdad, Irene Montero, anunció que pondrá en conocimiento de la Fiscalía "el odio 'lgtbifóbico' y racista" de la manifestación.
"Pondremos en conocimiento de Fiscalía el odio lgtbifóbico y racista de la manifestación nazi de hoy en Chueca. Además, estamos tramitando con urgencia la Ley Trans y de derechos LGTBI, que es lo que permite blindar derechos. Colectivos y personas LGTBI, no estáis solas", escribió Montero en su cuenta de Twitter.
A esa propuesta se unió la ministra de Derechos Sociales y Agenda 2030, Ione Belarra, quien dijo en un tuit que "haremos todo cuanto esté en nuestra mano para combatir el odio contra el colectivo LGTBI y el racismo. Llevaremos estos hechos ante la Fiscalía y aceleraremos el trámite de la ley de derechos LGTBI y Trans".
Además, desde Más Madrid, el concejal Félix López-Rey ha pedido la dimisión de la delegada del Gobierno, Mercedes González, por permitir la manifestación en Chueca.
También se pronunció al respecto el diputado de la formación Íñigo Errejón, quien escribió en Twitter: "Estos descerabrados que gritan brazo en alto 'fuera maricas de nuestros barrios' solo son la punta de lanza de la ola reaccionaria. Algunos señalan a los más vulnerables mientras otros juegan a la equidistancia. Hay que defender la libertad, calle a calle", afirmaba.
Su compañero de formación política, Hugo Martínez Abarca, fue más directo y aprovechó la ocasión para recordar las palabras de la presidenta de la Comunidad de Madrid, que el pasado jueves alegó que la "homofobia sólo existe en la cabeza de la izquierda".
La exdiputada del PSOE en la Asamblea de Madrid, Carla Antonelli, también señaló a Ayuso como artífice de la creciente homofobia y el aumento de agresiones hacia el colectivo en la Comunidad de Madrid. Antonelli afirmaba que, según la presidenta, "la “homofobia” sólo existía en nuestras cabezas". La exdiputada se dirigió igualmente al alcalde de Madrid, José Luis Martínez-Almeida, por haber insinuado que resultaba "exagerado señalar a la ultraderecha" como incitadora.
"La homofobia está en la cabeza de la izquierda"
Tanto Carla Antonelli como Abarca han apelado al discurso que Isabel Díaz Ayuso enunció el pasado jueves en la sesión de control en la Asamblea de Madrid, en el que afirmaba que "la homofobia está en la cabeza de la izquierda" y que la Comunidad de Madrid "es segura, abierta y respetuosa". "Una Comunidad donde una de las fiestas más importantes que se han reivindicado es la libertad de las personas homosexuales y transexuales, después de 20 años de libertad con el PP", proseguía la presidenta.
Otro alegato que generó cierta controversia fue la idea de que, desde su mandato arrancó, "para la izquierda, Madrid es una región de borrachos y homófobos. Así quieren ganar, pero no lo van a hacer ni a las chapas con esa actitud".
El caso Malasaña, en el que un joven de 20 años elaboró una falsa denuncia de agresión homófoba de la mano de ocho encapuchados, fue empleada por la izquierda como dardo dirigido a Ayuso. La ministra de Igualdad fue, precisamente, una de las figuras más críticas con la presidenta.
Monteró colgó un vídeo en el que hablaba de cómo la permisividad de los "discursos de odio" en la política enaltecían la homofobia hacia el colectivo. Al conocerse la nulidad de la denuncia, la ministra se agarró a los datos recientes: "Los delitos de odio contra el colectivo LGTBI se han incrementado en un 43% en el primer semestre de 2021. Que el árbol no nos impida ver el bosque", admitía.
Ayuso refuerza la presunción de inocencia junto a Vox
La presidenta de la Comunidad de Madrid enunció el pasado jueves que pretendía proponer una modificación de la normativa estatal para hacer "más efectiva" la presunción de inocencia y acabar con las "denuncias falsas" tras el caso del joven denunciante de Malasaña.
Ayuso respondió así a la pregunta de la portavoz de Vox, Rocío Monasterio, sobre si el Gobierno estaba dispuesto a modificar las leyes vigentes en la Comunidad que no respetasen la presunción de inocencia.
La presidenta madrileña alegó que, hace dos legislaturas, el Partido Popular vio con buenos ojos buscar un consenso entre los grupos parlamentarios para intentar acabar con la discriminación de las personas homosexuales y trans, y por ello se aprobaron las leyes LGTBI.
"Sin embargo no siempre esto es efectivo", explicó la presidenta, argumentando que ni la homofobia ni las agresiones se van a "corregir" a través de una ley porque "los sentimientos y las emociones" no pueden ser plasmados en un texto, por lo que "tienen que ser las buenas actuaciones y la normalidad" lo que ha de imperar.
Monasterio celebra que Ayuso "comparta" la posición de Vox en cuanto a la presunción de inocencia y le ha pedido que "sea coherente" y derogue las leyes LGTBI regionales y no sea "como el alcalde Carmeida o el PP de Génova" que dice unas cosas y "hace lo contrario".