La movilización de este sábado en apoyo a las víctimas de ETA ha agrandado aún más la brecha entre la derecha y la izquierda. Mientras PP, Vox y Ciudadanos se concentraban en distintos puntos de España para expresar su repulsa por los actos de apoyo al terrorista Henri Parot, el PSOE optaba por guardar silencio, para mayor escarnio de las asociaciones de víctimas, que criticaron a Pedro Sánchez por su "permisividad" ante este tipo de "humillaciones", así como por "pactar con el diablo", en referencia a EH Bildu.

La coalición que coordina Arnaldo Otegi alentó a acudir a los distintos actos organizados por Sare, plataforma proetarra, para pedir la excarcelación del autor de 39 asesinatos, aunque fueron finalmente sustituidos (ante la presión social y política) por concentraciones en distintos pueblos contra la "cadena perpetua" a los presos de ETA. Y todo ello sin que el partido del Gobierno tuviera nada que decir al respecto.

Un mutismo que sólo fue roto por dos barones socialistas: el presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page, y el del Gobierno de Aragón, Javier Lambán, que criticaron que se reivindique "la sangre y el asesinato a sangre fría" con los homenajes a Parot, que suponen "una humillación" a las víctimas de ETA.

Una actitud, la de PSOE, que choca mucho con la mostrada este sábado por la derecha, presente en prácticamente todas las manifestaciones de desagravio a las víctimas de Parot celebradas en distintos puntos de España: Madrid, San Sebastián, Zaragoza, Granada y Arrasate/Mondragón.

"Permisividad"

En este último pueblo, perteneciente a la provincia de Guipúzcoa, hubo incidentes, cargas policiales y carreras, en las que resultó herido un anciano, después de que durante toda la concentración radicales abertzales increparan y lanzaran objetos a los miembros de Vox, fuertemente custodiados por la Ertzaintza.

Ahí Santiago Abascal denunció la "permisividad" de las instituciones y la "complicidad" del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, con un acto "permanente de exaltación del terrorismo, de reivindicación de cada uno de los crímenes de la banda terrorista ETA".

Hora y media antes, también en el municipio guipuzcoano, el PP Vasco se concentraba junto a la fábrica donde ETA mantuvo secuestrados al funcionario de prisiones José Antonio Ortega Lara y al industrial Julio Iglesias Zamora.

Desde ahí la vicesecretaria de Organización de los populares, Ana Beltrán, acusó a Sánchez de "estar con los verdugos", con "los herederos de ETA" y no "con las víctimas". "Sánchez los blanquea, les pasa la mano por el lomo", dijo Beltrán en referencia a los proetarras, "sus socios preferentes".

"Pacta con el diablo"

Y es que las alusiones a Bildu, socio habitual del actual Gobierno de España desde la investidura de Pedro Sánchez, fueron constantes durante toda la jornada. La Asociación de Víctimas del Terrorismo, que celebró un acto en Madrid junto a PP, Vox y Cs, dijo que el presidente "pacta con el diablo"con tal de no abandonar "su sillón en Moncloa", aunque "el precio sea las víctimas de ETA".

Miembros de la Asociación de Víctimas del Terrorismo durante la manifestación. Efe

La presidenta de la AVT, Ángeles Pedraza, lamentó que el Ejecutivo Central no cancelara los actos de "enaltecimiento y justificación pública del terrorismo", y aseguró que las víctimas se sienten "engañadas, humilladas y vilipendiadas".

Tras una ofrenda floral en el monumento a las víctimas del atentado de la plaza de la República Dominicana, el alcalde de Madrid, José Luis Martínez-Almeida, señaló como "un problema" que "se les tolere, se les ampare" a los proetarras que exaltan a Parot ante "el silencio desgarrador para las víctimas" por parte del Gobierno de la nación".

En representación de Ciudadanos, Edmundo Bal censuró la "desfachatez de querer homenajear al etarra más sanguinario de todos los tiempos" y llamó a elaborar una normativa que impida "elogiar a aquellos que fueron los verdugos" y "revictimizar a quienes sufrieron la pérdida de seres queridos".

'Ongi etorris'

Lo que el portavoz de Cs en el Congreso pide es, en realidad, una reivindicación constante de las asociaciones de víctimas del terrorismo: que se ilegalicen los actos de exaltación de terrorismo, que tienen su máxima expresión en los ongi etorris, que es como se llama a los homenajes a etarras que salen de la cárcel y que se realizan en pueblos y ciudades del País Vasco.

Estos actos han tenido siempre lugar con el beneplácito o la participación directa -a través de Sortu- de EH Bildu. El propio coordinador de la coalición abertzale, Arnaldo Otegi, amenazó con que se seguirían realizando mientras no cambiara la política penitenciaria: "Hay 250 presos y habrá 250 recibimientos".

Las asociaciones de víctimas del terrorismo, como Covite o AVT, llevan tiempo pidiendo su ilegalización y denunciando a la Audiencia Nacional actos que consideran constitutivos de delitos de enaltecimiento del terrorismo y humillación a las víctimas.

Pero el Ministerio del Interior se escuda en que "no tiene instrumentos legales" para prohibirlos. Inacción y silencio ante unos actos que agrandan la brecha entre la derecha y la izquierda, o entre ésta y las víctimas del terrorismo etarra.

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