La atención a las mujeres con menopausia dentro del Sistema Nacional de Salud (SNS) es uno de los grandes retos pendientes dentro de los servicios de ginecología y obstetricia de España. Pese a la gran implicación de medidas relacionadas con la salud reproductiva de la mujer que se ejecutan durante su época fértil, las pacientes quedan relegadas a un segundo plano cuando les llega la menopausia o sus fases previas. Por ello, la Comisión de Sanidad ha aprobado una iniciativa, a petición del Partido Socialista, para mejorar la atención de este grupo de pacientes desde una perspectiva "feminista".
En su documento, el partido de Pedro Sánchez insta a su propio Gobierno a dotar de "más recursos especializados" a aquellos canales de información y asesoramiento que aborden la menopausia y el climatérico (periodo de transición antes y después de la menopausia) dentro del SNS.
El PSOE recogía en su iniciativa la petición de grandes colectivos profesionales de apostar por una "educación sexual y reproductiva integral" en la que la menopausia no se vea como el "final de una etapa reproductiva" sino como un proceso "importante" de madurez biológica.
Un argumento con un característico sentimiento feminista que se refuerza a lo largo de toda la propuesta parlamentaria. Y es que, según el Ejecutivo, existe un estigma social por el cual la madurez de las mujeres se concibe como algo "decadente".
"Los estereotipos y prejuicios asociados a esta etapa de la vida, las condena a una especie de final o pérdida, no solo referidos a la capacidad reproductiva, sino a la propia salud sexual de las mujeres", argumentaban en su documento.
Desde esa perspectiva feminista, el PSOE ha propuesto ampliar la biografía existente sobre cómo afectan los ciclos reproductivos a las mujeres. Por ello, quieren poner en marcha, desde el Ministerio de Sanidad, estudios específicos sobre menopausia "con una mirada feminista sobre el climatérico".
"Es imprescindible investigar sobre el impacto en la vida de las mujeres de los roles y estereotipos asignados al climaterio y potenciar una intervención sanitaria que lo incorpore, de manera que la medicalización, en su caso, sea ajustada", añaden en su argumentación de motivos.
Tal y como solicitan agrupaciones de matronas y obstetras, es "necesario" que el Sistema Nacional de Salud preste una "atención sanitaria de calidad y adecuada a las mujeres", que permita desarrollar medidas de promoción de la salud, prevención, diagnóstico y tratamiento de los problemas de salud relacionados o coincidentes con este periodo vital.
Durante su debate en la Comisión de Sanidad, la diputada socialista Laura Berja Vega ha asegurado que las mujeres se silencian cuando cumplen los cincuenta años porque "dejan de ser rentables para la industria de consumo".
El PP ha presentado una enmienda a esta proposición no de ley a la que ha acusado de buscar una "mirada feminista" a una práctica clínica y científica que "no la tiene". "No apoyaremos esta insistencia en descontextualizar los problemas con términos que nos hacen un falco favor a las mujeres", ha acusado Elvira Velasco, enfermera y diputa del Partido Popular.
La opinión de que la ciencia no tiene sesgo (que también ha postulado el grupo parlamentario Vox) ha sido criticada por Unidas Podemos quiénes han apoyado la iniciativa socialista como también han hecho desde el grupo mixto. Al final, la iniciativa ha sido aprobada con 21 fotos a favor y 14 en contra del grupo parlamentario Vox y el PP.
Problemas de salud
En estos momentos, existen diversos estudios que relacionan la menopausia con problemas de salud. Un reciente estudio de Cardioalianza, entidad que agrupa a 18 organizaciones de pacientes cardiovasculares, ha confirmado que las mujeres posmenopáusicas tienen más probabilidad que los hombres de desarrollar insuficiencia cardiaca.
Además, las investigaciones obtenidas hasta el momento confirman que existe una "estrecha relación" entre el déficit estrogénico (razón por la que las mujeres entran en climatérico y menopausia) y la aparición de algunas enfermedades crónicas como la obesidad, la enfermedad cardiovascular, la diabetes tipo 2, o la osteoporosis.
En la actualidad, y debido a la transferencia autonómica de la gestión sanitaria, son pocas las regiones que han puesto en marcha programas de atención a la salud afectivo-sexual de las mujeres con menopausia.
Normalmente, este tipo de programas (que empiezan a las edades más tempranas) se inician con campañas de prevención sexual, se continúa con control de enfermedades (vacuna del papiloma) y se gestiona de una forma más continuada con revisiones ginecológicas durante la edad fértil de la mujer.
Desde el Ministerio de Sanidad se ha editado, hasta ahora, una guía clínica sobre el abordaje de sistemas vasomotores y vaginales asociados a la menopausia y la postmenopáusica. Una guía de práctica clínica que, según la propuesta presentada por los socialistas, se podría actualizar desde una visión feminista.