La atrofia vaginal (vaginitis atrófica) es el adelgazamiento, resequedad e inflamación de las paredes vaginales que puede ocurrir cuando tu cuerpo tiene menos estrógeno. La atrofia vaginal se produce con mayor frecuencia después de la menopausia. Según la Sociedad Española de Ginecología y Obstetricia, se calcula que la atrofia vaginal (AVV) afecta al 40% de las mujeres posmenopáusicas españolas.
Para muchas mujeres, la atrofia vaginal no solo hace que las relaciones sexuales sean dolorosas, sino que también provoca síntomas urinarios angustiantes. Debido a que la afección produce síntomas tanto vaginales como urinarios, los médicos utilizan el término "síndrome genitourinario en la menopausia (GSM)" para describir la atrofia vaginal y los síntomas que la acompañan.
Ospemifeno es el primer tratamiento no hormonal por vía oral indicado en el tratamiento de la AVV moderada y severa en mujeres postmenopáusicas que no cumplen los requisitos para recibir un tratamiento vaginal con estrógenos locales; no presenta contraindicación en mujeres que han tenido un cáncer de mama -que hayan finalizado sus terapias adyuvantes-, no existe evidencia de aumento del riesgo tromboembólico y presenta un perfil endometrial neutro.
Mejora en 3 meses
El estudio AYSEX, se plantea como un estudio observacional, prospectivo, unicéntrico y basado en la práctica clínica habitual, con el fin principal de evaluar la mejoría en AVV.
Las pacientes postmenopáusicas tratadas con ospemifeno durante 3 meses demostraron una mejoría tanto estadística como clínicamente significativa en AVV: fisiología vaginal, acidificación del pH local y mejoría de síntomas de severidad, sobre todo en dispareunia -dolor producido al intentar realizar el coito u otras actividades sexuales con penetración- y sequedad, que continuaron mejorando hasta los 12 meses.
Tras 3 meses de tratamiento las pacientes mostraron también una mejoría en la satisfacción de la actividad sexual, destacando un aumento de la lubricación, frecuencia de las relaciones sexuales y número de orgasmos, perpetuado y mejorado hasta los 12 meses.
En cuanto a seguridad endometrial, no se detectó variación en el endometrio a lo largo de un año. Además, los efectos en los huesos muestran una mejoría en los marcadores de resorción ósea.
Por otro lado, el tratamiento demostró seguridad en 5 pacientes con cáncer de mama que lo utilizaron tras finalizar sus tratamientos adyuvantes. En el resto de las pacientes no hubo aumento en la densidad mamaria medida con mamografía.
Las pacientes tratadas con ospemifeno 60 mg/día durante 3-12 meses demostraron una mejoría significativa (p<0,0001) en el cuestionario de percepción de calidad de vida.
En cuanto a la satisfacción con el tratamiento, las pacientes destacaron su satisfacción con el tiempo que tarda la medicación en hacer efecto y la comodidad de la vía oral.
*La doctora Carmen Pingarrón Santofimia es jefa del Equipo de Obstetricia y Ginecología del Hospital Quirónsalud San José.