La saturación del sistema sanitario español y su falta de recursos es algo que los profesionales del sector llevan años denunciando ante la opinión pública. La Covid, como toda crisis, puso de manifiesto esas deficiencias que, ahora, los organismos internacionales vuelven a sacar a relucir.
Según un estudio elaborado por la OCDE, España afrontó la primera ola Covid siendo el quinto país con menos camas de Unidades de Cuidados Intensivos (UCI) por habitante. Así queda reflejado en su último informe en el que muestra que, con 2,4 camas de cuidados intensivos por cada 1.000 habitantes, España es el quinto país por la cola de la OCDE en este tipo de recursos.
El documento explica que el país que dispone de menos capacidad en la UCI es Canadá (2 por cada 100.000) seguido de Chile (2), Suecia (2) e Israel (2,2).
En el lado opuesto están Japón (7,8 camas por cada 1.000 habitantes), Corea (7,1) y Alemania (6). Cifras que triplican el dato español y que, según el organismo internacional, contribuyeron a una mejor atención sanitaria durante la Covid-19.
En su informe, la OCDE asegura que las altas tasas de ocupación de las camas de cuidados intensivos son el síntoma de un sistema de salud "bajo presión" que tiene una capacidad muy limitada para manejar un aumento inesperado de pacientes que requieren hospitalización inmediata. Algo como lo que ha ocurrido en España durante las etapas más duras de la pandemia. En ellas, la saturación de las UCI era el mayor problema del sistema sanitario.
El propio informe de la OCDE habla de "muchos países" en los que existe una baja oferta de camas hospitalarias para cuidados agudos, como Irlanda, Israel, Canadá y el Reino Unido.
"Dadas las características del tratamiento requerido para los pacientes con Covid-19 más graves, los cuellos de botella más importantes en la capacidad hospitalaria se están produciendo en las camas de cuidados intensivos", alerta el estudio de la OCDE.
Italia
A modo de ejemplo, la OCDE pone sobre la mesa la experiencia en China e Italia que, a su parecer, ha puesto de relieve la necesidad "crítica" de garantizar la capacidad adecuada de camas (tanto de UCI como de planta) para afrontar un alto incremento del ingreso de pacientes, como ocurrió durante la Covid-19.
Del mismo modo, la OCDE resalta que la atención aguda es una categoría amplia que generalmente abarca unidades que brindan no solo cuidados intensivos, sino también especialidades quirúrgicas y médicas, servicios ginecológicos y obstétricos y algunos cuidados psiquiátricos. Por ello recuerda que hay diferentes tipos de cama de planta que se pueden convertir temporalmente en unidades de cuidados intensivos flexibles. "Un punto clave, especialmente para el tratamiento con Covid-19", remarca.
A nivel general, la mayoría de los países de la OCDE tienen entre 2,5 y 5 camas de hospital de cuidados agudos por cada 1.000 personas. Las cifras más bajas se dan en México, Canadá, Chile, Suecia, Israel, España y los Estados Unidos, con menos de 2,5 camas de hospital por cada 1.000 personas desde 2017.