Valencia

Pablo Casado salió pletórico este domingo de la Plaza de Toros de Valencia. Motivos no le faltaban.

La dirección nacional del PP firmó el sábado las paces -o al menos una tregua- con Isabel Díaz Ayuso. Y el presidente del partido pudo centrarse este domingo en lanzar un profundo discurso presidencialista.

Casado cumplió un objetivo icónico: el de volver a llenar el coso valenciano, en el que el PP no se había atrevido a medirse desde las derrotas electorales de 2015. Al terminar, el dirigente no pudo contener la euforia: "La próxima vez vamos a Mestalla".

La afirmación, pronunciada por el propio Casado ante varios dirigentes del PP valenciano, encierra un profundo mensaje. La Plaza de Toros de Valencia acogió los mítines previos a las victorias que llevaron a José María Aznar y a Mariano Rajoy a la Moncloa. Salvo una excepción, la de 1996. El PP consideró entonces que se le quedaba pequeña y recurrió al estadio del Valencia CF, donde logró la que quizá es todavía, 25 años después, la mayor exhibición de músculo electoral realizada por los populares. La que le llevó por primera vez a la Presidencia del Gobierno.

¿Fue una broma de Casado o se plantea realmente el partido un acto como aquel? "Para eso habría que contratar conciertos, pero podría hacerse", llegó a afirmar este fin de semana el secretario de Organización del PP, Teodoro García Egea, como si ya se hubiera planteado esta posibilidad. En efecto, aquel evento del 96 fue algo más que un mitin. Actuaron Julio Iglesias y Raphael.

Llegue o no el PP a intentar algo similar, acabó este domingo encantado con la acogida que encontraron en Valencia. La de Mestalla no fue la única broma de Casado. También comentó entre bambalinas un jocoso "Valencia es España", parafraseando el "Madrid es España" de Isabel Díaz Ayuso.

Se trata también de una frase de contenido implícito. Responde a la obsesión de la dirección nacional de recuperar sus tradicionales bastiones como paso previo a tomar la Moncloa. La Comunidad Valenciana es su gran territorio por conquistar. La victoria en Valencia puede significar ganar España. De ahí que la Convención Nacional haya concluido en la capital que lideró Rita Barberá durante 24 años, a la que no faltaron alabanzas.

Para trasladar este mensaje, Egea y el alcalde de Madríd, José Luis Martínez Almeida, cenaron el sábado con la prensa valenciana. Lo hicieron en el restaurante Only You del Hotel Astoria, donde también tenía lugar, en paralelo, la cena del partido en la que se encontraba Ayuso.

"Llevar los cuartos"

La distensión tras el esfuerzo realizado generó muchas más anécdotas. Alberto Núñez Feijóo recurrió a su sorna para regañar a Carlos Mazón, el presidente del PP en la Comunidad Valenciana. "Al final te vas a llevar tú los cuartos", le dijo en referencia a la financiación autonómica que reclama. Casado, en la Plaza de Toros, se comprometió a aprobar un nuevo modelo de reparto si alcanza la presidencia del Gobierno.

Lo hizo en un extenso discurso. "Un poco largo, quizá es lo único que se le pueda criticar", manifestaron fuentes populares. Duró una hora, y el clima no acompañaba. Mientras la lluvia hacía acto de presencia en Madrid, en Valencia lució un sol de justicia. Los periodistas, empapados de sudor, huían del foso y se trasladaban a una sala anexa con sombra. Todo mientras Casado, estoico, resistía sin prescindir de la corbata y la americana. Muchos de los mandatarios, en cambio, apostaron por la tradicional y desenfadada camisa blanca.

Uno de los asistentes que concentró más miradas fue el expresidente valenciano Francisco Camps, quien acudió en son de paz tras amagar con disputar el partido en Valencia a María José Catalá. El dirigente recibió alabanzas y protagonizó un momento cómico, cuando un militante pidió una foto con él. Solicitó que se la hiciera Alberto Fabra, otro expresidente valenciano, a quien no pareció reconocer. A Fabra no se le cayeron los anillos y tomó la instantánea sin inconveniente.

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