Pablo Casado defendía este miércoles en la tribuna del Congreso, en un discurso sin papales, la enmienda a la totalidad de los Presupuestos Generales del Estado del primer partido de la oposición. El líder del PP aseguraba que las Cuentas Públicas son "el canto del cisne" de Pedro Sánchez, al que reprochaba que no estuviera en su escaño durante el debate.
Casado empleaba cinco calificativos o "rasgos fundamentales" para definir el proyecto de Presupuestos del Gobierno de PSOE y Unidas Podemos. A su juicio son "hipócritcas"; "insensibles"; "falsos"; "radicales" y "ruinosos". "Usted ha construido la casa del Presupuesto por el tejado del gasto" le espetaba a la ministra de Hacienda, María Jesús Montero, que le escuchaba desde la bancada azul. El presidente del PP le reprochaba al Ejecutivo haber acordado esos Presupuestos, como ya ocurrió el año pasado, con Bildu "a cambio de excarcelar a etarras, según Arnaldo Otegi" y con ERC "a cambio de los indultos" a los líderes del procés.
Además, decía, de haberlos acordado con el "único partido comunista en un Gobierno europeo, que es Podemos, que ha puesto patas arriba la legislación laboral, en un sainete durante esta semana que ha avergozando a España y al resto de los socios europeos".
Al inicio de su discurso, Casado afeaba a los socialistas por reiterar durante los últimos meses que se saldría de la crisis de una manera distinta a la de 2008. "¿Nos pueden ustedes contestar quién gobernaba en España en el 2008? El PSOE; ¿me pueden ustedes decir quién recortó el sueldo a los funcionarios un 5%? El PSOE; ¿me pueden ustedes decir quién recortó las pensiones? El PSOE; ¿me pueden ustedes decir quién recortó 45.000 millones de euros en Estado del bienestar? El PSOE de Rodríguez Zapatero con Pedro Sánchez de diputado votando todas esas medidas, en los años 2010 y 2011" enumeraba, ovacionado por la bancada popular. "Una gran hipocresía, el austericidio fue suyo, nosotros pagamos sus deudas" concluía.
A juicio de Casado, el proyecto de Presupuestos va "en contra de lo que hacen todos los socios europeos". Desde la tribuna de la Cámara Baja, Casado arremetía también contra la Ley de Vivienda del Gobierno, que a su juicio lo ha hecho "cargándose la libertad individual, cargándose la economía de libre mercado y cargándose la propiedad privada". Dirigiéndose a la titular de Hacienda, le espetaba en ese terreno: "No será mejor, señora ministra, dar 3.000 millones de euros a los jóvenes y familias españolas para que puedan pagar mejor el alquiler de sus casas, mejor que doscientos millones de euros, haga usted la cuenta, para encima no vincularlo a emanciación, simplemente para cargarse el mercado inmobiliario porque se lo piden sus socios".