40.000 enfermeras llevan más de seis años esperando a obtener la cualificación que les hará especialistas a ojos del sistema sanitario –con las repercusiones laborales y económicas que eso conlleva–. El proceso se resolverá el sábado 11 de diciembre con la celebración del examen.
Así lo confirman a EL ESPAÑOL fuentes del Ministerio de Universidades: en los próximos días, la orden ministerial para convocar esta prueba será publicada en el Boletín Oficial del Estado (BOE).
El examen posibilitará que enfermeras con experiencia laboral en el área de la enfermería Familiar y Comunitaria obtengan el título de especialista. Todo ello tras haber acreditado su formación en un examen teórico y online que coordinará el propio Ministerio de Universidades.
La prueba se convoca, tal y como ha podido confirmar este diario, después de que la campaña de vacunación contra la Covid-19 haya concluido y más del 80% de los españoles haya recibido una doble pauta.
Hay que remontarse a 2005 para comprender la envergadura del examen. Ese año España puso en marcha las conocidas como especialidades enfermeras. Áreas específicas para las profesionales de los ciudadanos que otorgaban una cualificación 'extra' y las convertía en especialistas de área.
Concretamente, se crearon siete especialidades por las que se accedería de una manera similar al modelo médico (MIR): una residencia formativa (EIR) de dos años. Hasta ahora estas especialidades no existían y se reglaba un sistema de éxito, como ya lo era el MIR.
Las plazas se fueron creando e incrementando a lo largo de los años, pero surgió el problema de qué hacer con aquellas profesionales que se habían formado previamente en alguna de esas especialidades antes de poner en marcha su regulación.
Vías extraordinarias
Por ello, el Ministerio tomó dos vías extraordinarias: la primera, acreditar la especialidad a aquellas personas que se hubieran formado durante los años 50 y tuvieran un título de especialista de ese plan educativo; y la segunda, dar la especialidad si la enfermera tenía cuatro años de experiencia en el área y se examinaba de algunos conocimientos teóricos.
Pero ese segundo proceso, el del examen, es el que se ha ido retrasando desde entonces. En un primer momento, el problema fueron los trámites administrativos, puesto que había que evaluar 40.000 currículums de aquellas aspirantes que querían obtener su título basándose en sus competencias.
Finalmente, en 2019 se dio por concluido ese proceso, pero era necesario convocar el examen. La pandemia de la Covid-19 obligó a Universidades a tomar la decisión de hacer un examen online y convocarlo para el 2020. Finalmente, y con un nuevo año de retraso a causa de la campaña vacunal, va a convocarse por fin.
En el momento en el que se anunció la última prórroga, fuentes de la profesión estimaban que la prueba debía realizarse en octubre o noviembre, cuando la campaña de vacunación estuviese avanzada.
Desde hace años los representantes de la profesión, tanto el Sindicato de Enfermería (SATSE) como el Consejo General de Enfermería (CGE), denuncian la "inaceptable" situación de estas profesionales.
"El Covid-19 la ha retrasado aún más, pero ministros de Sanidad, de distinto signo político, deberían haber resuelto este tema mucho antes de que irrumpiera la pandemia. Está claro que hacerlo en abril, como estaba previsto, no era lo idóneo con las enfermeras sumidas en la mayor campaña de vacunación de la historia", recordaba en mayo el presidente de las enfermeras a este diario.
Bien es cierto que la profesión asegura que el examen de Familiar y Comunitaria es sólo la punta del iceberg del panorama general de las especialidades de Enfermería.
Aunque estén aprobadas hace más de cinco años, no cuentan con lo que ellos llaman un "desarrollo real" (salvo la Obstétrica Ginecológica -matrona-). Y es que, aunque una profesional obtenga la especialidad no hay plazas aseguradas para la misma y puede rotar en servicios que no son los suyos.
Es decir, aunque haya enfermeras especializadas en pediatría o en familiar y comunitaria, luego el sistema no les asegura que tengan un puesto en la planta de infantil o en un centro de Primaria, puesto que las ofertas públicas de empleo no se dividen por áreas de especialización. Excepto en el caso de las matronas.
Muchas jubiladas
Los representantes de la profesión han llegado a considerar esto un "fraude de ley", ya que se forman enfermeras con fondos públicos para luego no aprovechar su potencial en el sistema sanitario.
Tras conocerse la noticia, Florentino Pérez Raya, presidente del Consejo General de Enfermería de España, se ha congratulado del hecho y ha asegurado que, "sin duda, se trata de un importante hito para la profesión".
A su parecer, este examen va a dar respuesta a una "gran injusticia" que se estaba cometiendo con los miles de enfermeras y enfermeros que trabajan en Atención Primaria y que ahora van a tener la oportunidad de ver reconocido su trabajo y especialización.
"También es una magnífica noticia para la sanidad y para los pacientes que se benefician diariamente de unas enfermeras en Atención Primaria con una preparación extraordinaria", ha añadido en un comunicado remitido por su organismo.
No obstante, el presidente de las 325.000 enfermeras y enfermeros ha aseverado que "hay que recordar que algunos de ellos ya se han jubilado en todos estos años que han pasado y no verán reconocido su trabajo como especialistas".
"Desde el Consejo General seguiremos trabajando para buscar nuevas fórmulas con las Administraciones para dar respuesta a sus circunstancias", ha finalizado.