Este mismo domingo el Gobierno austriaco ha anunciado el confinamiento de todos los ciudadanos que no hayan querido vacunarse contra la Covid-19. Más del 30% de su población que está vinculada, directamente, al incremento de los contagios en el país.
La situación es bastante diferente a la española aunque, en nuestras fronteras, los casos de coronavirus también están aumentando (un 23% en la última semana). Por ello, las autonomías piensan ya en restricciones y otras medidas, como el pasaporte Covid-19 o Green Pass.
Fuentes autonómicas consultadas por EL ESPAÑOL descartan un confinamiento de las personas no vacunadas, como han aprobado en Austria, por dos razones: falta de cobertura legal y que "la situación de España es muy diferente a la del centro de Europa". Aunque muchas regiones ya superan los 100 casos de Covid-19 por cada 100.000 habitantes, la baja saturación de los hospitales y la "cultura del cuidado" (altos porcentajes vacunales) hacen a España respirar "tranquila".
Aun así, y como adelantó este diario, las Comunidades Autónomas empiezan a plantearse restricciones por si los contagios siguen aumentando. Medida que se traduce en reducir los aforos de los espacios públicos después de que el Tribunal Constitucional haya considerado inconstitucionales los dos estados de alarma que permitieron limitar la movilidad de los españoles. De esta manera, la única medida que le queda a las regiones es controlar la asistencia a grandes espacios con aforos reducidos y el uso del pasaporte Covid.
Galicia, Canarias o Cataluña ya trabajan con el pasaporte Covid para prohibir la entrada a personas no vacunadas en espacios como residencias de ancianos, zonas de ocio nocturno, hostelería y hospedaje.
España nunca ha liderado el uso de este tipo de documentos para restringir el acceso a este tipo de espacios públicos. De hecho, es de los pocos países del entorno europeo donde no se utiliza con este fin. El hecho de que varios órganos judiciales paralizaran su implantación ha torpedeado su uso.
CCAA pioneras
Los que más han luchado por poner en marcha el uso de pasaporte Covid para este fin, como Galicia o Cataluña, sí lo han conseguido. En la actualidad es necesario presentar este documento para acceder al ocio nocturno en los establecimientos de ambas regiones. Además, Galicia pretende (ahora) ir un paso más allá y va a requerirlo para realizar visitas en los centros hospitalarios y sociosanitarios.
La medida ya está aprobada, si bien está pendiente de que se publique en el Boletín Oficial Gallego y también se ratifique a través del Tribunal Superior de Justicia. El propio consejero de Salud gallego, Julio García Comesaña, ha sido el que ha confirmado que el subcomité clínico "ha aprobado definitivamente la solicitud del certificado Covid a los acompañantes de los pacientes que están ingresados en los hospitales".
El modelo gallego es similar al que, hasta ahora, está poniendo en marcha Cataluña. Ahora mismo sólo se pide el certificado en el ocio nocturno y se plantea ampliarlo a otros sectores "si la incidencia acumulada sigue subiendo".
El turismo puede ser uno de los principales focos de nuevos casos y preocupa a las Comunidades que viven de este sector, como Canarias. Estudian implantar el uso del Green Pass en sus establecimientos hoteleros. El presidente insular, Ángel Víctor Torres, ha avanzado que no descartan "volver a exigir a los clientes de los hoteles certificados de vacunación o test de covid".
El miedo de las autonomías a la hora de exigir el pasaporte Covid-19 es cómo reaccionen sus tribunales de Justicia. Hay que recordar que, cuando Galicia inició el protocolo para solicitarlo en el interior de la hostelería, su Tribunal Superior de Justicia lo rechazó. Después, y tras un recurso de la Xunta, el Tribunal Supremo dio la razón al equipo de Alberto Núñez Feijoo asegurando que "era una medida idónea, necesaria y proporcionada".
Andalucía ve bien la posibilidad de aplicar el pasaporte Covid para eventos masivos como conciertos y estadios. Lo ha confirmado esta misma semana el portavoz del Gobierno andaluz, Elías Bendodo. Unas declaraciones que coinciden con las de Navarra, la comunidad con la mayor incidencia acumulada de España con un indicador de riesgo "medio-alto".
Su consejera de Salud, Santos Induráin, ha sostenido que ante la evolución de la pandemia, hay que valorar cualquier escenario y "posibles medidas colectivas" como pedir el pasaporte Covid-19 en "determinados espacios".
En Castilla y León también están estudiando cómo usar el pasaporte Covid-19 para detener el incremento de los contagios. El vicepresidente Francisco Igea ha adelantado que el Gobierno autonómico ha valorado "dar una vuelta" a su uso.
Desde Murcia llevan varias semanas solicitando el certificado Covid digital en los establecimientos de ocio nocturno. Exigencia que, según el consejero de Salud, Juan José Pedreño, ha supuesto un "estímulo" a la hora de potenciar la vacunación. La propuesta murciana es de libre elección y los hosteleros la tienen que poner en marcha si quieren llegar al 100% del aforo del local.
Otra opción que están utilizando algunas regiones es no exigirlo pero sí potenciar su uso. Este es el ejemplo de Comunidad Valenciana donde han aliviado las limitaciones de número de asistentes en aquellos festivales en los que se exija el pasaporte Covid-19.
Fuera de España
Aunque en nuestras fronteras el uso del pasaporte Covid esté siendo algo esporádico, es lo más empleado por los vecinos europeos. Por ejemplo, en Francia este documento es obligatorio para acceder a restaurantes y otros lugares públicos. Lo mismo que ocurre en Italia donde, incluso, es necesario para acceder al puesto de trabajo.
En Alemania el subdirector del Consejo de Ética, Julian Nida-Rümelin, se ha pronunciado a favor de la vacunación obligatoria para "ciertos colectivos". Además, en varios länder del país están dando la posibilidad de vacunarse de una tercera dosis a las personas que recibieron la pauta completa hace más de seis meses.
También se requiere el pasaporte Covid para acceder al interior de los establecimientos en Dinamarca y Países Bajos donde, en este último, se han reducido también los aforos y se ha vuelto a eliminar la presencia de público de los grandes eventos deportivos.
En Hungría se está empezando a tramitar una ley para que la vacunación sea obligatoria para obtener un puesto de trabajo. En estos momentos, las autoridades han puesto en marcha una legislación por la que los empleadores pueden exigir estar vacunado a sus trabajadores. Si estos se niegan, les puede dar de baja y sin derecho a cobrar un sueldo.
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