Hace ya casi dos meses que se celebraba el Día Mundial de los Animales. El pasado 4 de octubre, la Dirección General de Derechos de los Animales ya tenía preparado el anteproyecto de Ley de Protección Animal. Su titular, Sergio García, trabaja en el Ministerio de Derechos Sociales. Y fue su jefa, Ione Belarra, la que presentó la nueva norma ese mismo día, en un acto organizado por su departamento, precisamente, para celebrar la efeméride y dar a conocer los aspectos más llamativos de la ley.
Desde entonces, no se ha vuelto a saber del texto. Moncloa lo tiene "retenido", según fuentes de Unidas Podemos. "Cada jueves, lo tratamos de meter en el orden del día del consejillo, pero el ministro de la Presidencia lo posterga". Desde el Ministerio de Presidencia niegan que haya "ningún problema", aseguran que la ley de los animales "irá al Consejo de Ministros en algún momento, cuando le toque".
Es Félix Bolaños el que preside todos los jueves por la tarde la reunión de secretarios y subsecretarios que repasa los temas y prepara el Consejo de Ministros del martes siguiente. Ahí se evalúan los asuntos y las agendas y se da el último visto bueno a los articulados para que sean deliberados y, en su caso, aprobados cinco días después.
Hace también casi dos meses, las dos alas del Ejecutivo de coalición vivían un "momento muy delicado", según el diagnóstico de Yolanda Díaz, revelado cuando "ya estaba harta" de las "injerencias". Se discutían en alto y ante los micrófonos los detalles de la reforma laboral, de la de pensiones, la retirada del escaño a Alberto Rodríguez por una sentencia firme del Supremo en su contra... y a la vez, Hacienda le decía no a casi cada propuesta de los morados para incluir en los Presupuestos.
No a la reforma fiscal. No a la renta universal por crianza de hijos. No a la bajada del IVA de las peluquerías y la higiene íntima... y no a la intervención de los alquileres, aunque aquello estaba firmado (por tercera vez) desde hacía un año.
Ley de Vivienda
Y eso que el 5 de octubre, el presidente Pedro Sánchez había reunido a su vicepresidenta segunda y contraparte en Moncloa, junto con Belarra, María Jesús Montero y el propio Bolaños, y mandó parar: sí a los alquileres (con salvedades) y ya está, se cierra la discusión. El Gobierno anunció un acuerdo interno en las cuentas públicas y en la largamente retrasada Ley de Vivienda e, incluso, la ministra de la cosa, Raquel Sánchez, anunció que se tramitaría por la vía de urgencia en el seno del Gobierno.
Lo hizo el 26 de octubre, tres semanas después de haber llegado, supuestamente, a un acuerdo en una norma que había levantado episodios de enormes polémicas entre socialistas y morados.
Esa demora de 21 días ya resultó llamativa, pero algo sigue sin cuadrar en Moncloa porque ha pasado otro mes completo y la ley sigue paralizada en los despachos sin ser enviada al Congreso, aunque -de nuevo- desde el departamento de Bolaños le quitan hierro a la situación. "La ley tiene que ser informada, un mes no es tanto tiempo".
Cómo sería de difícil el pacto que el texto comenzó a ser negociado por dos ministros -José Luis Ábalos y Pablo Iglesias- y terminó siendo cerrado por otras dos -la propia Sánchez y la citada Belarra-. Además, fuentes cercanas al Ministerio de Transportes sugieren que una vez en el Parlamento, la ley seguirá un curso normal y no se pedirá a la Mesa que acelere sus plazos. Y eso que la ministra morada no se quita de la boca la expresión "emergencia habitacional".
Yolanda 'superstar'
Entre esos acuerdos, y el anuncio en la sala de prensa de Moncloa había empezado a traducirse en realidades eso de que Díaz estaba preparando "un proyecto de país". No sólo se puso fecha al acto de lanzamiento Otras políticas, en Valencia, el 13 de noviembre; también se publicaron las primeras encuestas que frenaban la caída de Unidas Podemos, que incluso le daban una ligera subida, y que, sobre todo, colocaban a Yolanda Díaz como la política mejor valorada de España.
Y eso que en ese octubre Pedro Sánchez se había dado un baño de masas, aplausos y sonrisas en la misma capital del Turia, en el Congreso del PSOE más feliz y calmado que se recuerda en décadas. En él se rodeó de nuevos valores y del viejo socialismo de Felipe González. Allí se anunció "el punto final de la ley mordaza y de la reforma laboral", y hasta se proclamó "la abolición de la prostitución".
Pero nada de eso funcionó, e incluso el CIS de Tezanos aupó a la nueva líder de la izquierda a lo más alto de las preferencias de los españoles. Fuentes de Unidas Podemos celebran las simpatías que levanta Yolanda superstar, aunque en el partido morado recelan de sus formas "demasiado dialogantes" y poco frontales.
Pero el caso es que, creen que forma parte del "habitual" juego que atribuyen al PSOE de ningunear al socio minoritario sacar menos en rueda de prensa a los ministros morados... y bloquear sus leyes. "No en vano, es Moncloa quien maneja la agenda, a conveniencia del presidente", cierran.
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