El Consejo de Ministros extraordinario de este viernes, 3 de diciembre, ha aprobado la Estrategia de Salud Mental del Sistema Nacional de Salud. El plan estará vigente hasta el 2026 y ha sido criticado por algunas Comunidades Autónomas pues, como ha reconocido hasta el propio Ministerio de Sanidad, no cuenta con una partida presupuestaria.
El documento que han aprobado en la Moncloa -y que este jueves fue revisado por el Consejo Interterritorial del Sistema Nacional de Salud (CISNS)-, consta de un total de 10 líneas estratégicas que van desde la investigación de la salud mental hasta su aplicación en ámbitos como el educativo o el laboral.
Sanidad se ha comprometido a desarrollar la estrategia mediante dos planes bianuales en los que sí habrá presupuesto. De momento, las Comunidades están a la espera de saber cómo y cuándo se cerrarán esos dos proyectos.
Durante la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros, la ministra de Sanidad, Carolina Darias, ha asegurado que era necesario "actualizar nuestras herramientas" para afrontar la salud mental. "Hemos contado con la participación de todos los sectores implicados", ha apuntado.
La estrategia presentada por Darias estará complementada con planes de acción específicos como el que anunció el 9 de octubre el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez. En ese caso, el socialista adelantó un presupuesto de 100 millones de euros para ejecutar en tres años con el objetivo de "atender el impacto en la salud mental provocado por la Covid-19".
El propio presidente del Ejecutivo explicó que estos 100 millones complementarían la "hoja de ruta" (así es como se refirió al Plan Nacional de Salud Mental).
Darias ha reiterado que, al ser la estrategia una hoja de ruta, no "cuenta con presupuesto". Ha añadido que, serán los planes que emanen de "esta hoja de ruta" los que tengan presupuesto.
Fallos
La estrategia de Salud Mental aprobada por el Consejo de Ministros es, a fin de cuentas, una línea a seguir pero sin desarrollar. De hecho, además de carecer de presupuesto tampoco cuenta con información actualizada sobre el número de especialistas en psicología clínica que hay trabajando en España.
La falta de una memoria de este tipo ocasiona que, por ejemplo, no se puedan poner objetivos como establecer una ratio de psicólogos o psiquiatras por pacientes como han solicitado, en varias ocasiones, los partidos políticos. Hasta los socios del Gobierno, Unidas Podemos, registraron hace unos meses una proposición de ley donde pedían incrementar las plantillas de estos profesionales basándose en una ratio.
Con todo ello, las autonomías (y este viernes la propia ministra de Sanidad) han reconocido lo positivo de aprobar una nueva estrategia de salud mental. La actual lleva caducada desde 2013.
El trabajo de varios ministros de sanidad socialistas (como la diputada María Luisa Carcedo) han puesto la semilla que ha germinado ahora. La pandemia ha sido una de las causantes del retraso de esta estrategia aunque, según algunas autonomías del Partido Popular, el trabajo se ha ejecutado "con prisas" por parte de Darias.
Líneas estratégicas
El documento aprobado por las Autonomías que hoy se ha remitido al Consejo de Ministros suma más de 100 páginas que se coordinan bajo 10 líneas estratégicas.
La primera de ellas hace referencia a los derechos del paciente con problemas de salud mental. Es decir, que exista un registro del tipo de contenciones (movilizaciones) o prácticas sanitarias que se puedan ejecutar con un paciente en un brote para salvaguardar su integridad.
Otra de las líneas es el desarrollo de planes para promover la salud mental entre la población con acciones en medios de comunicación así como de la conducta suicida (con programas similares).
En todo momento, se apuesta por atender a problemas de salud mental desde los recursos comunitarios desaconsejando el ingreso en centros como el que, por ejemplo, quiere poner en marcha el ministro de Interior, Fernando Grande-Marlaska.
Tras demostrarse que la Covid-19 ha afectado directamente a jóvenes, uno de los puntos del plan es hacer hincapié en la salud mental de la infancia y la adolescencia. Esto se ampliará con una "especial atención e intervención en el núcleo familiar".
La coordinación entre instituciones y la participación ciudadana son otros dos puntos importantes. Por último, el Ministerio y las CCAA han apostado por incrementar la formación de profesionales sanitarios y la investigación, innovación y conocimiento en "el estigma de las personas con problemas de salud mental".
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