El pasado sábado, 11 de diciembre, el Ministerio de Universidades realizó la prueba de acceso extraordinario al título de Especialista en Enfermería Familiar y Comunitaria. Un examen online por el que 31.000 enfermeras optaban a acreditar su experiencia profesional y obtener un título de especialista.
La prueba se ejecutó en tres turnos y, según han denunciado los propios aspirantes, tras el primero de ellos se filtraron las preguntas y sus respuestas. De la irregularidad ha tenido constancia el propio Ministerio de Universidades, pero el departamento que dirige Manuel Castells no las considera relevantes para invalidar la prueba.
Según han confirmado fuentes del Ministerio a este periódico, "la comisión evaluadora" del examen está realizando las "investigaciones necesarias" y, en cuanto se identifique al autor o autores del fraude, "se tomarán las medidas pertinentes".
Con todo, Universidades descarta invalidar la prueba completa, algo en lo que también coinciden las Asociaciones de Enfermería de toda España que aseguran que la filtración (supuestamente aislada y por un grupo de WhatsApp) no tiene por qué perjudicar a toda la profesión.
En palabras del departamento de Manuel Castells, "obviamente no pueden verse perjudicadas el resto de las personas que han estado esperando 10 años para la realización del examen". En este sentido, y a criterio del Ministerio de Universidades el examen, la prueba "tiene total validez".
Hay que recordar que, en este examen, trabajaban conjuntamente los ministerios de Universidades y Sanidad. EL ESPAÑOL se ha puesto en contacto con el departamento de Carolina Darias y no ha obtenido respuesta.
El largo tiempo que llevaban las enfermeras esperando la prueba es una de las razones en las que también se apoya la Federación de Asociaciones de Enfermería Familiar y Comunitaria de España (FAECAP) para pedir que no se anule todo el proceso. En un comunicado remitido a sus asociados, el organismo ha expresado su deseo de que el examen no se repita.
La Junta Directiva de FAECAP ha lanzado su "rotundo rechazo" a la propuesta que han hecho algunos miembros de las diferentes agrupaciones de Enfermería "en la prensa digital" en la que pedían que se suspendiera el examen y quedara "sin efecto".
Aseguran que el hecho de que haya habido enfermeras "que han incumplido las normas de buenas prácticas" para la realización del examen online, "no ha de dejar de poner en valor el trabajo del resto de profesionales."
10 años de espera
Hay que remontarse a 2005 para comprender la envergadura del examen. Ese año España puso en marcha las conocidas como especialidades enfermeras. Áreas específicas para las profesionales de los cuidados que otorgaban una cualificación 'extra' y las convertía en especialistas de área.
Concretamente, se crearon siete especialidades por las que se accedería de una manera similar al modelo médico (MIR): una residencia formativa (EIR) de dos años.
Las plazas se fueron convocando e incrementando a lo largo de los años, pero surgió el problema de qué hacer con aquellas profesionales que se habían formado previamente en alguna de esas especialidades antes de poner en marcha su regulación.
Por ello, el Ministerio tomó dos vías extraordinarias: la primera, acreditar la especialidad a aquellas personas que se hubieran formado durante los años 50 y tuvieran un título de especialista de ese plan educativo; y la segunda, dar la especialidad si la enfermera tenía cuatro años de experiencia en el área y se examinaba de algunos conocimientos teóricos.
Este segundo proceso (el del examen) es el que se ha ido retrasando desde entonces. En un primer momento, el problema fueron los trámites administrativos, puesto que había que evaluar 40.000 currículums.
Finalmente, en 2019 se dio por concluido ese proceso, pero era necesario convocar el examen. La pandemia de la Covid-19 obligó a Universidades a tomar la decisión de hacer un examen online y convocarlo para el 2021. Finalmente, se convocó el pasado día 11.
El examen se celebró en la modalidad online y los alumnos se distribuyeron en tres turnos. De esta forma, unos eran convocados a las 8.30, otros a las 12.00 y, por último, a las 16.00 horas. La prueba contaba con una primera parte de 100 preguntas y otra de 5 casos clínicos que debían resolverse en tres horas.
Según los aspirantes, la prueba era muy similar y las preguntas apenas cambiaban de un turno a otro. Esto llevo a que, según han dado constancia las asociaciones, algunas personas pudieran pasarse las preguntas y las respuestas para copiar.
La solución
Este examen no es el único. Universidades ha convocado una segunda prueba que se realizará en diez meses, aproximadamente.
En este sentido, desde FAECAP apuestan por mejorar la siguiente convocatoria y arreglar los fallos que existieran en la primera, que acusan de tener "muchas preguntas, con errores gramaticales y redacción que dificultaba su comprensión".
Por tanto, desde la Federación apuestan porque la siguiente convocatoria se comunique con más de un mes de antelación y "que se elabore un examen basado en los conocimientos y competencias de las enfermeras".
Además, reclaman que se haga una única prueba "con un único horario" y que se consideren "todas las acciones antifraude posible" para evitar que se repita lo ocurrido en esta ocasión.
Acciones legales
El Consejo General de Enfermería (CGE), órgano que representa a todas las enfermeras de España, también ha querido mostrar su "preocupación por las deficiencias en las pruebas de acceso".
"Aunque estamos recabando toda la información sobre el desarrollo de la prueba, el Consejo General de Enfermería va a pedir explicaciones al Ministerio y que nos trasladen formalmente las medidas que van a adoptar relacionado con lo ocurrido", han manifestado desde el Organismo.
Además, el CGE está en contacto con los afectados y "trabajando con nuestra asesoría jurídica para estudiar si es necesario emprender alguna acción desde el punto de vista legal".
Hasta que se resuelva lo ocurrido, el Consejo pide calma y tacha de "lamentable" que, tras tanto tiempo esperando, "la prueba haya estado sumida en la polémica". "Es una vergüenza y estamos muy disgustados con lo sucedido", ha puntualizado.