Era el último coloquio de la tarde en la Sala Clara Campoamor del Congreso. En la mesa, Mertxe Aizpurua (EH Bildu), Gabriel Rufián (ERC), Mireia Vehí (CUP), Néstor Rego (BNG), Joan Baldoví (Compromís) y Pablo Echenique (Podemos).
El acto lo había organizado el partido morado para criticar el proceso a Los Seis de Zaragoza, los jóvenes condenados a cárcel —en una "injusta" sentencia, a ojos de Podemos— por atentado a la autoridad y lesiones, tras participar en la capital maña en una protesta contra Vox en 2019.
Y mientras Aizpurua intervenía, comenzaron a sonar los primeros compases de los himnos de la Guardia Civil y la Policía, a través de un altavoz portátil colocado entre las butacas. En Twitter, Vox no tardaba en reivindicar la acción.
Ahora, Podemos pide sancionar este boicot y los de Abascal, que recuerdan las pedradas que sufrieron en su mitin en Vallecas en las autonómicas madrileñas, lo reivindican como un acto de "dignidad".
El presidente del partido morado en la Cámara Baja, Jaume Asens, otro de los participantes en el coloquio de la tarde de ayer, ha anunciado que pedirá a Meritxell Batet, presidenta de la Mesa del Congreso, que tome las medidas "oportunas" para que "esto no vuelva a suceder".
Solicitan a la socialista que abra un expediente contra los diputados de Vox que colocaron el dispositivo por una falta administrativa grave. Consideran que la acción vulneró el trabajo parlamentario protegido por la inmunidad de los diputados y el ejercicio de la libertad de expresión de los cargos públicos. Asegura Asens que Vox ha "sobrepasado todas las líneas rojas" y alterado el normal funcionamiento parlamentario.
Preguntado por este sabotaje en los pasillos del hemiciclo, Manuel Mariscal, diputado por Toledo, responsable de la estrategia de comunicación del partido y uno de quienes habría colocado el altavoz, ha enseñado a la prensa un trozo de adoquín, para recordar las pedradas contra el mitin de Santiago Abascal durante la campaña del 4-M.
"Esto es un boicot; esto es lo que nos lanzaron los de Podemos, los empleados del vicepresidente Pablo Iglesias, en un acto de Vallecas", ha sostenido, con la piedra en la mano.
En un tuit, el partido asumía los hechos: "Sí. Vox llevó ayer la dignidad a una sala del Congreso donde se estaba haciendo un aquelarre contra la Policía y la Guardia Civil".
A través de otro mensaje en su perfil, Mariscal respondía al secretario general del PCE y diputado por Podemos, Enrique Santiago: "Si nos devolvéis el altavoz, os devolvemos las piedras de Vallecas".
"Que la ultraderecha deje un altavoz escondido en el Congreso puede parecer jijijajá de patio de colegio. Que lo haga el mismo día que se desarticula en Alemania un grupo terrorista de ultraderecha que planeaba asesinar al primer ministro de Sajonia, a lo mejor, significa otra cosa", ha escrito Echenique, portavoz de Podemos, en Twitter.