Las políticas sostenidas de bajadas de impuestos en las Comunidades Autónomas gobernadas por el Partido Popular son las responsables de gran parte del supuesto "milagro económico" del que, hasta ahora, presume el Gobierno de Pedro Sánchez. Es decir, la paradoja de que la economía crece menos de la mitad de lo previsto, la inflación triplica lo presupuestado y, sorprendentemente, "se crea empleo como nunca jamás".

Según los datos recabados por EL ESPAÑOL, la recaudación de la Comunidad de Madrid, Andalucía, Murcia, Galicia y Castilla y León crecerá en total casi 2.500 millones, prácticamente la mitad del alza (en el entorno del 43% y el 46%) de toda España, que el Ministerio de Hacienda cifra en algo menos de 6.000 millones adicionales.

El cálculo tiene en cuenta a las 17 Comunidades Autónomas y las dos ciudades españolas en el norte de África, Ceuta y Melilla. Esto significa que casi la mitad del alza en la recaudación fiscal por los rendimientos del trabajo en el último ejercicio lo aportan las cinco regiones gobernadas por los populares (tres de ellas, de la mano de Ciudadanos), y las otras 12 aportan el resto.

Pero veamos qué significa esto en la economía real, es decir, en la creación de empleo y en el crecimiento económico, excluyendo a las dos autonomías con régimen fiscal propio -Navarra y País Vasco- y a las dos ciudades autónomas:

Las estadísticas oficiales del Ministerio de Trabajo dicen que las cinco regiones en las que hay un presidente popular aportan casi la mitad de la bajada del paro a los datos totales. Así, 300.850 de los 668.625 desempleados menos registrados en las oficinas del SEPE entre noviembre de 2020 y el mismo mes de 2021 los aportaron las CCAA regidas por el PP. Es decir, un 44,99% del descenso del paro nacional.

Por su parte, las 10 regiones que restan (nueve de ellas gobernadas por el PSOE y otra, Cantabria, con su apoyo al partido regionalista de Miguel Ángel Revilla) aportan todas juntas una cifra muy similar: 341.439 desempleados menos en el último año. Es decir, que las autonomías del régimen común que no bajan impuestos -que son 10, el doble que las populares- aportan el 49,6% de la mejora del empleo... al peso, más o menos lo mismo que las cinco del PP

Las cinco regiones que gobierna el partido de Pablo Casado acumulan sólo 21 de los 47 millones largos de habitantes de España. Las 10 regiones socialistas (más Cantabria, donde el PSOE apoya al PRC), por su parte, reúnen a más de 22,5 millones de habitantes. Sin embargo, el peso en el PIB nacional de las populares supera en casi cinco puntos a las socialistas: llega al 44,2% frente al 39,9% según los últimos datos publicados por el Instituto Nacional de Estadística, correspondientes a 2020. 

"La base imprescindible de nuestro crecimiento económico es la bajada de impuestos", explica el consejero de Hacienda castellanoleonés en conversación con EL ESPAÑOL. Carlos Fernández Carriedo señala que desde que en el pasado mes de mayo su región suprimió el impuesto, "se han multiplicado por trece las donaciones". Y aunque eso, claro, ha reducido la base imponible, "ha generado economía, inversiones y empleo, porque cuando donas un bien es porque el que lo recibe lo quiere para hacer algo". 

Cuando este viernes, el Banco de España (BdE) corregía abajo hasta el 4,5% el crecimiento económico y arrojaba así un enorme balde de agua fría sobre las previsiones de Nadia Calviño -comenzó el año anunciando un alza del 9,6% en el PIB-, la portavoz del Ejecutivo se encogió de hombros. Isabel Rodríguez se limitó a contestar, en rueda de prensa, que "las previsiones son eso, previsiones; lo que importan son los hechos, y ésos indican que crece la recaudación y baja el paro a niveles previos a la crisis de 2008".

La portavoz del Gobierno, Isabel Rodríguez, entre Félix Bolaños y Miquel Iceta, en la sala de prensa de Moncloa. Efe

Éstos son los hechos, efectivamente. El jueves, el consejero de Hacienda madrileño, Javier Fernández Lasquetty, defendía y lograba la aprobación de la supresión de impuestos propios en la Comunidad. La promesa de Isabel Díaz Ayuso el día de su toma de posesión se añade a la rebaja de medio punto en todos los tramos del IRPF para el año que viene, la quinta bajada de impuestos en los últimos 17 años en la región. 

"Cada vez que la Comunidad de Madrid ha bajado el IRPF, la recaudación ha aumentado", explica Lasquetty a este periódico. "En la última, por ejemplo, más de 900 millones adicionales con respecto al ejercicio anterior".

Su teoría, la de que "cuando la gente se queda con su dinero en el bolsillo consume más, invierte más, lo que incide directamente en el crecimiento y en el dinamismo de la economía", es la misma que defendía Juan Bravo, el consejero andaluz del ramo, en su reciente entrevista con EL ESPAÑOL. "Ese dinamismo se traduce en la creación de riqueza y empleo". Casi 40.000 parados menos desde el año pasado en Madrid, publica el SEPE: un 9,24% de caída del desempleo.

Por su parte, la Junta de Andalucía publicaba esta semana su balance de ejecución fiscal de 2020. A pesar de ser el año de la pandemia, Bravo podía presumir: recaudó más, afloró nuevos contribuyentes y bajó el paro en 166.000 personas., un 17,20%.

Juan Marín (i), Juan Bravo (c) y Moreno Bonilla (d), en el Parlamento andaluz. Europa Press

Después de la bajada de impuestos que implantó en 2019 el Ejecutivo de coalición del PP y Cs, presidido por Juanma Moreno, Andalucía ha ganado en total 280.000 nuevos contribuyentes (154.000 de ellos en 2020, en pleno cese de actividad) y ha visto cómo ha aumentado su recaudación por IRPF en más de 800 millones de euros (una cuarta parte, en ese ejercicio con seis meses de economía cerrada o al ralentí).

Más impuestos y "armonización"

El pasado 7 de octubre, la ministra de Hacienda compareció ante la prensa en Moncloa, tras el Consejo de Ministros que aprobó el proyecto de ley de Presupuestos Generales del Estado de 2022.

María Jesús Montero anticipó que sería el año de los jóvenes y de la "recuperación justa", cantó las glorias de la política económica del Gobierno y justificó su optimismo en dos datos. Primero, en la "histórica" creación de empleo -que, pasados dos meses desde entonces, ya acumula nueve ininterrumpidos de subida-. Y segundo, en el "excepcional" crecimiento de los ingresos fiscales, "muy por encima de lo presupuestado", a pesar de las rebajas constantes en las previsiones de crecimiento.

Según anunció Montero, el Estado en su conjunto preveía cerrar 2021 con un alza superior al 10,4% en la recaudación, que sólo por IRPF sumará alrededor de 100.132 millones, un 6,7% más. "Y todo eso antes de la reforma fiscal, que prevemos abordar cuando recibamos el informe del comité de expertos en febrero de 2022", presumió. "Entonces tendremos la receta para ir cerrando la brecha con Europa, de más de 80.000 millones para contribuir a la recuperación justa".

María Jesús Montero, ministra de Hacienda, junto a la portavoz del Gobierno, Isabel Rodríguez. ADP

Y ahí es donde los pelos se le pusieron como escarpias a los consejeros de Hacienda de las Comunidades Autónomas gobernadas por el Partido Popular. "Así es como van a ahogar lo único que va bien en la economía española", advierten los expertos en economía y fiscalidad consultados por este periódico a propósito de la subida de impuestos que prepara el Gobierno de coalición del PSOE y Unidas Podemos.

"Una política de incremento de la presión fiscal y de intervencionismo económico limitaría severamente las expectativas de crecimiento", ya cercenadas por las previsiones del BdE, la Comisión Europea y el FMI. "Pero es que, además, mermaría la competitividad de nuestras empresas en los mercados nacionales e internacionales".

Y es que esa reforma impositiva que promete la ministra Montero tiene como clave de bóveda una "armonización fiscal" a las Comunidades Autónomas. Es decir, según fuentes de Hacienda, ponerle "un suelo mínimo" a los tributos cedidos a los gobiernos regionales "para evitar el efecto 'dumping' de las que compiten deslealmente". Con ese eufemismo, el portavoz del Ministerio de Montero se refiere a Madrid, "que se puede permitir reducciones agresivas de la fiscalidad" por el "beneficio comparativo" que le otorga la capitalidad.

Galicia y Murcia

Pero eso lo contradicen la Xunta de Galicia y la Región de Murcia, por ejemplo, autonomías mucho más pequeñas que Madrid en población y PIB.

El gobierno popular presidido por Alberto Núñez Feijóo acometerá en 2022 la tercera rebaja fiscal (previamente, en 2014 y 2016). Según su departamento de Hacienda, "las rentas más bajas pagarán en ese ejercicio un 22% menos de IRPF que en 2009, una media de 403 euros menos". Con esas políticas, el paro ha caído a un ritmo del 18,52% en el último año.

Por su parte, el Ejecutivo de Fernando López Miras, aprobó deducciones fiscales en el Impuesto de la Renta de 2020 por valor de 18 millones de euros, "quince de ellos en favor de las rentas bajas y medias". En 2022, el Gobierno murciano prevé un ahorro fiscal para sus ciudadanos de 365 millones de euros.

Pero al mismo tiempo, ese ahorro "tiene un efecto multiplicador que hace que se incremente la recaudación para ayudar a cubrir el Estado del bienestar", explica un portavoz de la Consejería.

El desempleo ha caído en Murcia un 21,19% en 2021, con 25.555 parados menos. "El año pasado, la recaudación en Murcia creció en 75,4 millones, es decir, un 23,4%, gracias al crecimiento de la actividad económica, aun en plena pandemia, incentivado por las políticas de libertad económica".

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