La ministra de Sanidad, Carolina Darias, ya lo adelantó hace unas semanas asegurando que "hay que relajar las medidas de control de la Covid-19 en España". E, inmediatamente, una comunidad autónoma le ha tomado la palabra: Cataluña.
El consejero catalán de Salud, Josep Maria Argimon, ha anunciado este viernes que dejarán de hacer recuento de cada caso positivo de Covid en abril, en un primer paso por gripalizar la pandemia.
La medida va en la línea de lo anunciado por Darias, que habló de cambios "al finalizar la sexta ola", pero totalmente en contra de lo que proponen autoridades como la Agencia Europea del Medicamento (EMA, por sus siglas en inglés) o la Organización Mundial de la Salud (OMS).
Mientras que los representantes de la Generalitat o Carolina Darias empiezan a promover "otra forma" de gestionar la Covid-19 en el seno del Consejo Interterritorial del Sistema Nacional de Salud (CISNS), las autoridades sanitarias internacionales avisan de la posibilidad de que haya nuevas olas epidémicas y variantes, incluso, peores que ómicron.
Por el momento, Cataluña ha dado los primeros pasos hacia lo que puede ser parte del modelo español que la ministra intentará coordinar desde su departamento. Argimon ha anunciado que decaerán las cuarentenas pautadas y no se contará cada nuevo caso de Covid. En definitiva, lo que se hace ahora mismo con la gripe y lo que los expertos han venido a denominar "gripalizar el virus tratando a la Covid como una enfermedad endémica".
"Creo que tenemos las condiciones para que, con precaución y poco a poco, empecemos a evaluar la evolución de esta enfermedad con parámetros diferentes [similares a los usados en la gripe]", señalaba este viernes el consejero.
La propuesta de los dirigentes catalanes, que se ha escuchado alguna vez en el Consejo Interterritorial, es que "si alguien es positivo y tiene fiebre o malestar, la recomendación seguirá siendo quedarse en casa y, si la situación empeora, consultar a las autoridades sanitarias, pero sin un protocolo de confinamientos".
En este sentido, tanto la ministra de Sanidad como el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, están empezando a plantar la semilla de una gripalización de la Covid. Hace menos de una semana, la titular de la cartera sanitaria apostaba por relajar el control de la infección y empezar a "debatir" la forma de vigilar y controlar los contagios de Covid-19.
Coincidiendo con una relajación de los contagios tras 11 semanas incrementándose la incidencia acumulada, Darias ha apostado por "adaptar a un nuevo sistema de vigilancia y control". "Tenemos que ser capaces de anticipar nuevos escenarios y adaptar a un nuevo sistema de vigilancia y control de la covid una vez superada la sexta ola y nunca previamente", ha enfatizado la ministra.
Este proceso ya se ha abierto con los expertos de la ponencia de alertas y con los socios europeos "para manejar las mejores opciones y enfrentarnos a una pandemia que cada vez adquiere más características de endemia".
Pero la visión de Darias y del consejero catalán choca, de lleno, con la EMA y la OMS. Y es que, el mismo día que Darias defendía ese cambio de gestión, el doctor Bruce Aylward, asesor sénior de la Organización Mundial de la Salud ha asegurado que la variante ómicron no va a ser la última del virus de la Covid-19.
"Ómicron probablemente no será la última variante de la COVID-19. No lo sabemos aún, pero cuanto más circule el virus, más posibilidades hay que de que surja una nueva variante más mortal que ómicron", ha alertado.
Una opinión similar a la que defendió la EMA. El responsable de vacunación de la EMA, Marco Cavalieri, afirmó que "el virus todavía se comporta como un virus pandémico y la aparición de ómicron lo está mostrando claramente".
Cuarentenas
El idilio entre el Ministerio de Sanidad y Cataluña no tiene mucho recorrido. De hecho, este mismo viernes han chocado en su propuesta de las cuarentenas. Darias quiere cambiar la forma de gestionar la pandemia, pero no las cuarentenas (un punto en el que, por cierto, Cataluña coincide con Madrid y los empresarios).
Después de que la Comunidad de Isabel Díaz Ayuso y los empresarios madrileños han propuesto reducir a cuatro días las cuarentenas, Darías ha pedido prudencia.
"Hay que ser prudentes", ha afirmado la ministra, que apela a todas las comunidades autónomas a "hacer caso a los acuerdos" que se han alcanzado entre todas y "seguir avanzando desde la unanimidad".
Los empresarios madrileños se basan en varios estudios para pedir reducir las cuarentenas como, por ejemplo, los resultados preliminares de un estudio en Japón. Allí se estipulaba que el 20% de los pacientes contagiados por ómicron siguen siendo contagiosos cuando han pasado siete días del diagnóstico o el inicio de síntomas.
Aun así, Carolina Darias ha instado a esperar primero a que se consoliden los indicadores que apuntan a una estabilización de la sexta ola: "Creo que hay que ser prudente y seguir avanzando, sobre todo desde la unanimidad", ha contestado la ministra, quien ha pedido a las comunidades "seguir trabajando juntos desde la ponencia de alertas, desde la Comisión de Salud Pública y el Consejo Interterritorial".
Sus socios catalanes quieren ir más allá y hablan de eliminarlas por completo aunque, claro, no a corto plazo sino en el mes de abril. En ese momento, esperan haber superado la sexta ola y estar ante una notable bajada de la incidencia con gran parte de la población con la tercera dosis y los menores de 12 años inmunizados con el preparado pediátrico de Pfizer.
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