El presidente nacional del PP, Pablo Casado, ha reivindicado este martes la labor de oposición "firme y responsable" que realiza su partido ante la "devastación social y económica" que sufre el país, por la mala gestión de la pandemia, y el "eclipse democrático" que suponen los constantes ataques del Gobierno a la independencia de las instituciones, como la Justicia.
Casado ha justificado el "no es no" de su partido a las principales medidas del Gobierno -como la reforma laboral, el reparto "arbitrario" de los fondos europeos, la nueva Ley de Vivienda o la renovación del CGPJ- porque, ha dicho, el presidente Pedro Sánchez "apela a nuestro patriotismo", pero en realidad quiere "sumisión".
Pablo Casado ha presidido en la Cámara Alta la reunión conjunta de los grupos parlamentarios del PP en el Congreso y el Senado, ante el inicio del nuevo curso parlamentario.
El líder de los populares ha dedicado buena parte de la intervención a reivindicar su propia labor al frente del partido, que en las últimas horas se ha visto cuestionada por el expresidente José María Aznar en dos aspectos fundamentales: la pugna con la presidenta madrileña Isabel Díaz Ayuso y la incapacidad de frenar el crecimiento de Vox.
Ni populismos ni radicalismos
Frente a las posiciones extremas de Vox, Pablo Casado ha reivindicado que el PP es "un partido reformista y liberal, la única alternativa a los populismos y radicalismos". En consecuencia, ha pedido a los parlamentarios de su partido que rechacen "cualquier proyecto de radicalización y populismo".
"La libertad nos unió como ciudadanos libres iguales en 1978", ha señalado, "esos espacios de libertad deben unirnos ahora en los momentos más oscuros que vive la sociedad española en cuanto a la agresión institucional, la división territorial y fractura de los propios españoles".
Pablo Casado ha aludido a la posición de España ante la crisis de Ucrania, al afirmar que "el PSOE ha pasado del No a la guerra a mandar fragatas antes que nadie, para ver si le dedican más de 29 segundos en un pasillo", ha ironizado sobre la frustrada cumbre de Sánchez con Biden en los pasillos de la OTAN.
Sin embargo, ha advertido que la Administración de EEUU no confía en España porque el Gobierno de Pedro Sánchez es "uno de los máximos aliados de la dictadura venezolana, se niega a llamar dictadura a Cuba y por los vínculos de algunos ministros con el régimen de Putin", ha señalado en alusión a Unidas Podemos.
Política "peronista" del PSOE
El líder del PP ha atribuido a la mala gestión de la pandemia la "devastación social y económica" que sufre España, con la mayor inflación de los últimos 31 años, una subida del 75% del precio de la luz, tres millones de parados y cifras récord de desempleo y deuda pública de toda Europa.
A su juicio, la política económica del Gobierno basada en subidas de impuestos e intervencionismo consiste en "regular demasiado lo que funciona, grabar más lo que aún sobrevive y subsidiar lo que acaban arruinando".
"Es lo que quieren los peronistas", ha agregado, "los que no creen en iniciativa privada y quieren hacer a los españoles dependientes para conseguir su voto. El Gobierno está como el socialismo del siglo XX más rancio en un círculo vicioso, que entra en el bucle de la incompetencia".
"Okupas de salón"
Pablo Casado ha dado a entender que el PP se mantiene firme en su no a la reforma laboral de Yolanda Díaz ("nadie nos ha llamado, nadie nos ha pedido vela en este entierro", ha afirmado) y ha criticado que el Gobierno llegue a las Cortes su nueva Ley de Vivienda, cuestionada por el CGPJ, que instituye la "política de okupas de salón".
Del mismo modo, ha reiterado que el PP no facilitará la renovación del CGPJ hasta que se garantice que "los jueces eligen a los jueces, como pide Europa", y ha garantizado que su partido luchará para que no queden impunes los 850 asesinatos de la banda terrorista ETA: "No vamos a tolerar que se empeñe el sacrificio de los héroes españoles de la libertad para que Sánchez siga en el gobierno con los votos de Bildu", ha dicho al respecto.