El 11 de febrero, a la vista de que los índices de inflación no dejaban de subir, y de que la propia vicepresidenta primera del Gobierno, Nadia Calviño, empezaba a admitir que el IPC "no empezará a bajar hasta verano", Ciudadanos registró una Proposición No de Ley en el Congreso "relativa a deflactar la tarifa del Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas".
Es decir, a bajar el porcentaje que le toca pagar a cada contribuyente, para evitar "la cuadratura de las cifras macroeconómicas del Gobierno a costa del empobrecimiento de los ciudadanos".
La portavoz económica de los liberales, María Muñoz, reclamaba así sensibilidad a la ministra de Hacienda, María Jesús Montero. Y se sorprendía cuando, este jueves, la misma titular del ramo aprovechaba la presentación del informe de los expertos que ella reunió hace 10 meses para que le esbozaran su "reforma fiscal" para decir que la nueva crisis sobrevenida por la guerra en Ucrania desaconseja "cualquier subida de impuestos".
Ya lo había sugerido el martes la misma Calviño, como informó este diario. Advirtió la jefa económica del Ejecutivo tras el Consejo de Ministros de que, sin duda, las consecuencias de la invasión de Putin al país vecino y de las sanciones consiguientes obligarían a "matizar" el alza tributaria anunciada desde hace tres años.
Pero ni en Ciudadanos ni en el Partido Popular creen que esto sea verdad. Según las fuentes consultadas, "lo cierto es que el Gobierno está subiendo los impuestos al no deflactar la tarifa del Impuesto de la Renta". Y por eso ambas formaciones reclaman una contrarreforma fiscal.
Iniciativas parlamentarias
De hecho, desde la dirección del Grupo Parlamentario de Ciudadanos, advierten de que exigirán al presidente del Gobierno, que aplique esta rebaja fiscal antes de ver siquiera su oferta de "gran pacto de rentas". Según un portavoz liberal, "si Pedro Sánchez quiere pacto de rentas, debe vote a favor de la propuesta de Ciudadanos". Esa propuesta [consúltela aquí en PDF] se vota el martes que viene en el congreso.
Pero curiosamente, el PP también ha presentado una muy similar [consúltela aquí en PDF], provocando cierta hilaridad entre los liberales. Muñoz ha tuiteado con sorna que "al PP le gustan tanto nuestras iniciativas que siempre las copia y se sube al carro". Y una fuente de la dirección del partido añadía: "Qué cara tienen. Parece que nunca hayan tenido mayoría absoluta ora hacer las cosas".
Y es que la actual tarifa del impuesto es del año 2015, de cuando el Ministro de Hacienda era Cristóbal Montoro, "y ellos con mayoría absoluta jamás ajustaron los tipos a la inflación", añaden las fuentes liberales. Francia, por ejemplo, lo hace todos los años.
En todo caso, más allá de la pelea entre ambas formaciones, el "éxito de recaudación" de 2021 del que presumen Calviño y Montero está basado en una recuperación económica que, siendo mucho más lenta de lo esperado en términos relativos, fue rapidísima en términos absolutos. El PIB creció un 5%, tirando de la inflación hasta cotas cercanas al 6% al cierre del año.
"Eso explica la subida de impuestos, en una mayor base imponible... es decir, en esquilmar la actividad económica particular y de las empresas", apuntan fuentes populares.
Casos prácticos
Elvira Rodríguez, vicesecretaria de Sectorial del partido, añade además que "cuando la inflación es alta y las pensiones o los salarios se revisan para paliar en parte su efecto, entra en funcionamiento la progresividad del impuesto sobre la renta y el Estado se queda con una parte de esa revisión".
Por ejemplo, con la última subida de pensiones aprobada por el Ejecutivo de coalición, una subida mensual de 100 euros brutos al mes se ha convertido en sólo 50 netos. Los 50 euros restantes se quedan en el incremento de la retención por el paso de tramo.
"Cuando se pide deflactar una tarifa", explica la exministra, "lo que se pretende es que el Tesoro no reciba algo que no corresponde ni a generación de riqueza ni a incremento de rentas sino a una mera modificación nominal para que no se produzcan pérdidas de poder adquisitivo".
El concepto es que el Estado no pierde nada con la deflactación, sino que deja de ganar "por la puerta de atrás". De ahí la acusación de "subida encubierta de impuestos" al Gobierno. Y de falsa magnanimidad al descartar las medidas propuestas por los expertos en la reforma fiscal "porque hay que centrarse en el crecimiento económico y del empleo".
4.110 M de "sobreimpuesto"
Ciudadanos reconoce que la reforma no operaría para la próxima campaña de la Renta, en primavera. Sino para la de este ejercicio, pero se notaría en las retenciones fiscales a cuenta en las nóminas desde ya.
Ya hay estudios sobre el impacto que esta elevada inflación tendrá sobre la declaración de la renta que pagarán los españoles este año. Un estudio de José Félix Sanz, catedrático de Economía Aplicada de la Universidad Complutense de Madrid, apunta en esta dirección.
En su estudio, señala que "la subida impositiva asociada a esta inflación (progresividad en frío) es poco transparente" en el IRPF y "es general para todas las comunidades y provincias, dejándose notar tanto en los tipos medios como marginales".
Este experto apunta que en el Impuesto de la Renta que se abonará esta primavera (con motivo de la declaración de la renta de 2021) se notará un importante impacto de la tasa de inflación del 6,5% del año pasado. Según sus cálculos, los españoles pagarán un "sobreimpuesto" que ascenderá a más de 4.110 millones de euros, lo que supondrá, en media, 199 euros per cápita.
La inflación es un fenómeno que castiga con mayor severidad a los ciudadanos con menos capacidad económica. De hecho, les supone en términos relativos, una mayor pérdida de poder adquisitivo que al resto de la ciudadanía.
Por eso, el partido de Inés Arrimadas decidió ya a inicios de febrero impulsar esta iniciativa. Edmundo Bal, portavoz de la formación, recuerda que sus apuestas en el Congreso están muy medidas, debido a que sólo tienen nueve diputados: "Usando nuestro exiguo cupo, lo llevamos el martes que viene al pleno para que el PP nos lo apoye, ya que nos lo copia, y para que el PSOE ofrezca reciprocidad".
Espiral "injusta" el Estado
Los españoles están sometidos a una coyuntura inflacionista que puede acabar en espiral si, en segunda ronda, los trabajadores exigen subidas de sueldos al tiempo que las empresas tratan de recuperar sus márgenes subiendo aún más los precios. Eso es lo que pretende evitar Pedro Sánchez y lo que llamó "gran pacto de rentas", para el que reclama a la oposición que "esté detrás" de su Ejecutivo.
Populares y liberales piden reciprocidad. Es decir, acuerdos, no "asentimientos y pleitesía".
Si el Gobierno no deflacta la tarifa estará participando en una espiral perniciosa. España afronta "una situación sin precedentes en la historia de nuestra democracia", explica el portavoz económico del PP en el Congreso, Mario Garcés.
"Y tiene múltiples consecuencias. Por un lado, un efecto inmediato en términos de coste de los bienes y servicios. En segundo lugar, un efecto de segunda ronda en la imposición indirecta, IVA e Impuestos Especiales, que, toda vez que recae sobre el precio del bien o servicio supone un incremento de la carga fiscal en cada compra".
Por último, "aunque no menos importante", continúa el diputado, un IPC al 7,4% como el actual "tiene un efecto mediato en la cuota del IRPF, habida cuenta que la no deflactación de la escala del impuesto de acuerdo con la evolución real de precios, supone una mayor factura fiscal directa".
Según Garcés, interventor, auditor del Estado e inspector de Hacienda, este sobrecoste fiscal marginal sobre la escala del IRPF es además injusto. Porque "recae en todos los contribuyentes con independencia de sus rentas, agravando si cabe más la precaria situación de los niveles de renta más bajos".
Así, los populares no vinculan su iniciativa medida con el pacto de rentas planteado por Sánchez. Pero advierten de que, pese al periodo de interregno en el que están, siguen "trabajando hasta el final" y no darán una cheque en blanco. "Una cosa es la oferta de Cuca Gamarra para las decisiones que deba tomar Sánchez respecto a la guerra, y otra es asumir sus políticas", advierten.
Así, si el Gobierno quiere ir de la mano del PP en la lucha contra las consecuencias de la invasión rusa en Ucrania, "tendrá que explicar qué quiere hacer, porque lo que anunció el miércoles era confuso, mezclando acuerdos de los agentes sociales con los ERTE y nuevas ayudas y subvenciones". Y si quiere a Cs a su lado, deberá apoyar la deflactación del IRPF el martes que viene en el Congreso.
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