Pedro Sánchez admite que el dato de la inflación es "malo" y lo atribuye a la guerra de Putin en Ucrania

Pedro Sánchez ha admitido que la cifra de 9,8% de inflación del mes de marzo es "un mal dato" y lo ha atribuido a los efectos de la guerra de Ucrania. El presidente del Gobierno comparece este miércoles en el Pleno del Congreso para hablar de la cumbre de la OTAN, del Consejo Europeo, de las medidas del Plan de Choque en respuesta a las consecuencias de la guerra y la nueva etapa abierta entre España y Marruecos, es decir, el giro del Gobierno sobre el Sáhara.

En su intervención ha reiterado media docena de veces las calamidades a las que ha hecho frente su Gobierno en dos años, ha pedido unidad, ha garantizado que con las medidas aprobadas este martes se frenará la curva ascendente de la inflación, ha ratificado su voluntad de subir el presupuesto de Defensa y ha defendido la posición de España, la Unión Europea y la OTAN respecto a la guerra de Ucrania.

En la réplicas de los grupos de la oposición ha escuchado críticas a sus medidas contra la crisis por tardías o insuficiente, acuerdo sobre Ucrania y rechazo absoluto al giro sobre el Sáhara.

Sánchez ha empezado por enumerar las desgracias a las que ha tenido que hacer frente su Gobierno, incluyendo hasta la reciente tormenta de arena. Así, ha hablado de "pandemia, volcán, incendios, tormenta de arena, tormenta de nieve… todo en dos años y ahora guerra en suelo europeo". Ese ha sido el marco de toda su intervención.

Varias veces ha enumerado esas calamidades y ha concluido el razonamiento con la pregunta: "¿Qué más tiene que ocurrir para que respondamos juntos?". Se supone que la pregunta retórica busca emplazar a la oposición, especialmente al PP, a pactar. Es lo que los populares consideran una trampa al presentar medidas ya aprobadas en un decreto y poder utilizar el argumento de que "el nuevo PP es como el viejo PP".

"No podemos perdernos en debates menores y en rencillas menores. Solicito unión y apoyo. Se lo pido por el bien de España y por el bien de Europa", ha asegurado en el cierre del discurso inicial que ha durado casi una hora y 20 minutos. "Apoyo rotundo" a su política, ha llegado a pedir.

En ese contexto de lamento de desgracias ha incluido en el arranque de su intervención la subida de la inflación y las dificultades económicas, para añadir: "Nuestra obligación es proteger ese crecimiento y la creación de empleo. La inflación es un mal dato".

Costes de la guerra

Aunque la inflación ya era elevada antes de acabar 2021 y en febrero era del 7,6% y la invasión comenzó el 24 de febrero, el presidente ha atribuido ese mal dato a la guerra de Ucrania, con el argumento de que "la guerra tiene costes y ya los estamos pagando”. Y "no podemos garantizar que no sufriremos los efectos de la guerra, pero sí que nos vamos a desvivir para hacer frente a esos efectos".

"Es que estamos en guerra en Europa", ha enfatizado en la réplica.

Ha garantizado que "el Plan de respuesta y el acuerdo de Bruselas nos van a permitir doblegar la curva y estabilizar la evolución".

"Son tiempos complejos", ha dicho luego refiriéndose a la pandemia, a la recuperación frenada y a la guerra, lamentando el contexto que le ha tocado vivir como presidente del Gobierno en los dos últimos años.

Según ha dicho, el Gobierno ha demostrado que "tiene experiencia en la gestión de crisis. Son crisis dolorosas y costosas para todos, sobre todo para los más vulnerables, cómo se responde a una guerra y a una pandemia".

Las tres ideas fuerza en el arranque de su discurso han sido "la justicia, la determinación y la unidad". Esto último lo ha repetido en varias ocasiones, para preguntarse: "¿Qué más tiene que ocurrir para que respondamos unidos? ¿Qué más tiene que suceder para dejar de lado rencillas y sectarismos para unir fuerzas?".

Sánchez ha defendido la actuación del Gobierno enviando armas a la resistencia de Ucrania y ha arremetido con dureza contra el presidente ruso, Vladímir Putin.

También ha argumentado la necesidad de elevar el Presupuesto de Defensa como consecuencia de la acción de Putin. "La defensa de la paz requiere los recursos adecuados. Vamos a llegar al 2% del PIB en presupuesto de Defensa en dos años. No de forma súbita porque el Ministerio no podría absorber ese Presupuesto, pero sí de forma progresiva. Una de las conclusiones de esta guerra, es que nuestra seguridad está amenazada y eso tiene un coste”.

El presidente del Gobierno ha defendido las medidas aprobadas este martes en el Consejo de Ministros para hacer frente a los efectos de la guerra. Según ha dicho, contienen una rebaja fiscal, en referencia a la que ya se aprobó en junio de 2021 y que se prorrogó el pasado mes de diciembre. La negativa a incluir nuevas rebajas fiscales es causa de enfrentamiento con el PP, ya que el Gobierno pactó en la Conferencia de Presidentes abordar rebajas fiscales.

Sobre esas peticiones de rebajas de impustos, formuladas por el PP, ha respondido el presidente que "es suicida desarmar al Estado de bienestar".

"Política real" en el Sáhara

Sobre el Sáhara, ha asegurado que tendrá una "hoja de ruta clara y ambiciosa". Según ha dicho la razón es el propósito de desatascar el conflicto y mejorar la cooperación en asuntos como la inmigración y la colaboración antiterrorista.

"Reivindico el camino que hemos tomado que es el de la política real", ha señalado.

“No estoy restando importancia a la decisión, pero es oportuno señalar que cuando los presidentes del Gobierno se han encontrado con esta cuestión han entendido su enorme complejidad y yo les pido que valoren también esa complejidad”, ha añadido, tras enumerar los pasos de la comunidad internacional incluido Estados Unidos en busca de un giro al conflicto del Sáhara.

Ha garantizado que apoyará al pueblo saharaui, en un mensaje que parecía más dirigido a sus socios de Unidas Podemos.

Pero Pablo Echenique, portavoz de Unidas Podemos, partido que forma parte del Gobierno ha rebatido luego al presidente y ha asegurado que sí ha habido “un cambio de posición difícil de justificar”.

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