Sevilla

José María Aznar ha intervenido en el congreso extraordinario del PP de Sevilla para marcar el camino a Alberto Núñez Feijóo, con referencia a lo que fue su llegada a la Presidencia del partido en 1990.

Ha aconsejado al nuevo líder que "ensanche el partido"y que "sume a todos", como hizo él entonces para unificar "a todas las familias" del centroderecha y poder lograr de nuevo un cambio político. "No sólo abrir la puerta, sino que todos acomodo. Fuimos la casa común del centro democrático, constitucional y europeísta", ha subrayado.

"No hay futuro para España en el radicalismo", ha dicho.

La primera jornada del congreso ha recordado aquel congreso de la refundación que dio el relevo de Manuel Fraga a Aznar y que se celebró también en Sevilla. El expresidente del partido y del Gobierno no ha posido estar presente por haber dado positivo por coronavirus, pero lo ha hecho en un plasma para ponerse a disposición de Feijóo y pedir a todos apoyo al nuevo líder.

"Pido el apoyo más claro y decidido bajo el liderazgo de Feijóo", ha dicho Aznar, rememorando aquel congreso en el que Fraga rompió la carta de dimisión del entonces aspirante mientras decía lo de "ni tutelas ni tutías".

El lema de aquel congreso fue "centrados con la libertad" y, según Aznar, debe seguir vigente en el partido. "Que España deje de ser la excepción", que las palabras clave sigan siendo "generosidad, ambición y responsabilidad", "no aceptar superioridades morales de nadie", "que no haya techos electorales, porque no nos plegamos a la idea de que España es de izquierdas", "rompimos un mito, el de que el centro derecha no era alternativa", ha dicho.

Aznar ha sido de los únicos oradores en referirse si quiera de manera lateral a la crisis del partido que ha llevado al congreso extraordinario. Así, ha hablado de "momentos que nunca queríamos haber vivido" y ha sido el que más se ha referido a Pablo Casado para alabar su "esfuerzo" al frente del partido. "Dónde quiera que estés, Pablo, gracias", ha dicho.

El expresidente ha defendido su gestión para criticar lo que considera irrelevancia de España en el mundo con el actual Gobierno. "Parece que incluso en los despachos más poderosos, incluido el de la Casa Blanca, los teléfonos de España ya no existen", ha dicho.

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