Finalmente será este jueves cuando vuelvan a encontrarse en Rabat Pedro Sánchez y Mohamed VI. Moncloa prepara la visita oficial del presidente a Marruecos solo cinco días después de la llamada de teléfono del monarca alauí, según ha informado el medio marroquí Le Desk.
La reunión coincide con la cita que el presidente había organizado con el nuevo presidente del Partido Popular, Alberto Núñez Feijóo, pero según ha podido saber este periódico el encuentro con el gallego será por la mañana, por lo que la delegación española podría partir a medio día hacia Rabat.
Empieza así la “nueva etapa” de las relaciones entre ambos países después de que el Gobierno español reconociese el plan de autonomía marroquí como la solución “más seria, realista y creíble” en el conflicto del Sáhara Occidental.
El viaje sirve para poner fin a la crisis que ambos países mantienen desde hace un año tras la acogida de Brahim Ghali, secretario general de Frente Polisario. Aunque las desavenencias y el descontento de Rabat con Madrid se remontan al inicio de la legislatura del gobierno de coalición.
Con este encuentro se espera que se reanuden las conexiones marítimas entre ambos países y se organice la Operación Paso del Estrecho (OPE), que lleva dos veranos pasando por Francia e Italia evitando España. Otra cuestión fundamental es poner fecha para la Reunión de Alto Nivel (RAN) que se retrasa desde diciembre de 2020, y que no se celebra desde 2015.
La celebración de la RAN, anualmente y de forma alternativa, se acordó con la firma del Tratado de amistad, buena vecindad y cooperación en 1991. Su principal objetivo es extender las relaciones geográficas e históricas al ámbito político y económico, con reuniones en las que participan los jefes de gobierno, y en las que el colofón en Marruecos lo pone Mohamed VI, que suele recibir a los mandatarios españoles en el palacio real.
Sánchez acudirá a Rabat acompañado del ministro de Exteriores, José Manuel Albares, que anuló su viaje previsto para el viernes 1 de abril, después de que Mohamed VI llamase por teléfono a Sánchez para invitarle directamente. Será la primera visita de Albares, que sustituye a Arancha González Laya desde julio de 2021, después de que Rabat la señalase como responsable de la entrada de Ghali en España.
En el Ministerio del Interior todavía se desconoce si viajará también el ministro Fernando Grande-Marlaska, que sí se vio con su homólogo marroquí, Abdelouafi Laftit, en la reunión de la Alianza Internacional para la Seguridad el martes 29 de marzo en Dubái.
Fronteras y seguridad
De hecho, la seguridad y la lucha contra los crímenes transfronterizos son acuerdos bilaterales que se firmaron en febrero de 2019 con la visita de Felipe VI a Rabat, y que hace falta revisar. Entre otras cosas porque, desde entonces y después de 15 años, se reactivó la ruta migratoria irregular desde el Sáhara Occidental a las Islas Canarias.
Según ha podido saber EL ESPAÑOL, con la reanudación de las relaciones, Rabat tiene intención de aceptar la repatriación de los menores marroquíes que están de manera irregular en España, así como la devolución de personas migrantes de terceros países en un plazo de diez días desde que han entrado al país.
Esto afecta a los migrantes que llegan a Marruecos camino de Europa, y está recogido en un convenio firmado en 1992 por los ministros del Interior, José Luis Corcuera y Driss Basri, que contempla la expulsión en menos de diez días de los ciudadanos de terceros países que entren de forma irregular en España desde Marruecos.
Sin embargo, hasta el momento solo se ha aplicado en dos ocasiones. La última en agosto de 2018, en una entrada de algo más de un centenar de migrantes subsaharianos y que Marruecos aceptó de vuelta en menos de 24 horas.
En general, las devoluciones se realizan con el país de origen, y tanto el Ejecutivo de José Luis Rodríguez Zapatero como de Mariano Rajoy (PP) intentaron reactivarlo sin éxito porque Marruecos no reconocía que hubieran entrado a España desde su territorio.
En materia de lucha contra el crimen transfronterizo, a las comisarías conjuntas para la cooperación policial de Tánger y Algeciras, inauguradas en 2012 y que cuentan con personal del país vecino, se unirán otras nuevas en Madrid y Rabat dedicadas al terrorismo.
Otra de las cuestiones a tratar en el encuentro en Rabat, y quizás la más delicada, es la reapertura de los pasos fronterizos en las ciudades autónomas de Ceuta y Melilla, cerrados por Marruecos el 13 de marzo de 2020.
A pesar de que desde Moncloa se ha justificado el giro político hacia Marruecos en el conflicto del Sáhara Occidental para asegurarse la soberanía de las ciudades españolas en el norte de África y las aguas canarias, resulta inverosímil que Rabat vaya a reconocer esa soberanía.
De hecho, Marruecos tiene bien diseñado el nuevo modelo de frontera, con una sola entrada, sin comercio atípico ni aduana comercial. Pretende que sea un paso turístico y que la mercancía se comercialice por los puertos de Tánger Med y Nador Med West, que está agilizando sus obras con fondos extraordinarios aportados por la casa real para estar operativo cuando antes.