La izquierda española más radical se ha rebelado contra la intervención telemática de Volodymir Zelenski en el Congreso de los Diputados. En primer lugar, tanto BNG como la CUP y el secretario de Estado de Agenda 2030, Enrique Santiago, han sido los únicos en no aplaudir al presidente de Ucrania, que ha comparecido en el Hemiciclo para pedir que se impongan "sanciones más duras al régimen de [Vladímir] Putin".
En segundo lugar, la aparición del presidente ucraniano en la Cámara Baja ha desatado una especie de guerra interna en Izquierda Unida. La formación de extrema izquierda ha expresado su "absoluto respeto institucional" al presidente de Ucrania, que se encuentra "invadida" por una "potencia extranjera" como es Rusia.
También ha recordado en un comunicado, eso sí, que "nuestra posición sobre algunas medidas adoptadas por Zelenski es crítica, y el respeto institucional no significa que no las condenemos"...
... pero esta postura -ambigua- no satisface a los miembros más radicales del partido, como Álvaro Aguilera, coordinador del partido en Madrid, que considera que Zelenski "es un peligro para la paz y para su pueblo", así como "heredero de un golpe de Estado que ilegalizó al Partido Comunista y a once más".
El secretario general del Partido Comunista de Madrid, uno de los hombres fuertes de IU en la región, ha criticado también que "los medios le hayan construido un traje de Cid Campeador" y ha solicitado "debate en órganos". "No en mi nombre", ha zanjado en un mensaje que ha sido retuiteado por numerosos compañeros de partido.
Cuando el Congreso trataba de exhibir unidad frente a la cruenta invasión rusa han sido varios los parlamentarios que no han aplaudido la intervención de Zelenski: Albert Botran (CUP), Mireia Vehí (CUP), Néstor Rego (BNG)...
Pero de todos los gestos de desaprobación que ha recibido el presidente ucraniano el que más destaca es el de Enrique Santiago, por la importancia del cargo público que desempeña. Nada más y nada menos que miembro del Gobierno de España como secretario de Estado y responsable último de la Agenda 2030.
Santiago destacó en una entrevista reciente concedida al pódcast La Base, dirigido por Pablo Iglesias, la "proliferación de grupos nazis en Ucrania", y aseguró que la solución a la invasión iniciada por Vladímir Putin pasa por la intercesión de "mediadores" que busquen "propuestas que favorezcan a ambas partes".
Unidas Podemos, el partido en el que está integrado Santiago como secretario general del PCE, ha mantenido una posición connivente con el Kremlin desde que se inició la invasión: enarbolando el "no a la guerra", cargando contra la intervención militar de la OTAN o cuestionando las sanciones y vetos a medios de propaganda rusos.
Pese a todo su portavoz parlamentario, Pablo Echenique, insiste en referirse a Vox como "los amigos de Putin". Hoy, como viene siendo habitual, Santiago Abascal y los suyos han apoyado a Zelenski. Del aplauso unánime sólo se han escaqueado un diputado de Podemos y algunos de sus socios habituales en el Congreso.