La presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, celebra este próximo miércoles 4 de mayo el primer aniversario de su contundente victoria electoral el 4-M, cuando se quedó a las puertas de la mayoría absoluta, hizo desaparecer a Ciudadanos de la Asamblea de Vallecas, y expulsó de facto a Pablo Iglesias de la política. Y para festejar la efeméride ha elegido, de entre todos los municipios madrileños, Fuenlabrada.
¿Por qué? Pues porque, tal y como confiesan desde Puerta del Sol a EL ESPAÑOL, han buscado un enclave "importante de la zona sur", que aspiran a "conquistar" en las elecciones autonómicas y municipales de 2023. Toda una "declaración de intenciones".
Y es que Fuenlabrada, que tiene casi 200.000 habitantes, es la única ciudad del llamado Cinturón Rojo de Madrid, que jamás ha sido gobernada por el Partido Popular. Por eso, los socialistas madrileños se refieren a ella como "la hebilla", mientras que Ayuso habla de ella en privado como Fuelingrado.
La empresa es difícil, claro, pero los populares madrileños encuentran motivos para el optimismo. El primero, los resultados cosechados el pasado 4M, cuando el 35,95% de los fuenlabreños confió en Ayuso para presidir la Comunidad. Muy por delante del PSOE (22,57%) y de Más Madrid (18,83%), sus inmediatos competidores.
Pero, sobre todo, Isabel Díaz Ayuso confía en su candidata a la alcaldía, Noelia Núñez, en quien el Grupo Parlamentario Popular ha delegado la coportavocía en la Asamblea de Madrid durante esta XII legislatura. Se trata de una joven liberal de 29 años, graduada en Derecho y Ciencias Políticas, y admiradora de Esperanza Aguirre.
"Daremos la sorpresa"
Noelia Núñez, en declaraciones para EL ESPAÑOL, sostiene que lo que pretende el Partido Popular con el acto del próximo miércoles es "demostrar que vamos a volver a arrasar, que se puede ganar, que la gente está cansada del socialismo, harta del PSOE, y que las políticas de Isabel Díaz Ayuso tienen cabida en Fuenlabrada". Por eso se muestra convencida de que en 2023, en las municipales, "vamos a dar la sorpresa".
Enfrente tendrá a Javier Ayala, alcalde de Fuenlabrada desde 2018, y el candidato que sucumbió ante Juan Lobato en las primarias del PSOE en la región. "Ha estado más pendiente de su partido que del bienestar de los fuenlabreños", critica Núñez al regidor, al que acusa de someter a los vecinos a una "presión fiscal" que ha causado que, "pese a que tenemos uno de los polígonos más grandes de la Comunidad, las empresas huyan de aquí, porque prefieren instalarse en municipios donde gobierna el PP, donde hay una presión fiscal mucho menor y se les dan más facilidades".
El primer edil socialista considera, por otro lado, que no volverá a darse un resultado similar al vivido el pasado 4 de mayo: "No es repetible. Se dio una circunstancia muy concreta, saliendo del confinamiento, con el Gobierno Central tomando medidas complicadas y Ayuso remando en contra. No es replicable a nivel regional ni, mucho menos, a nivel municipal, porque el PP aquí no tiene discurso ni proyecto de ciudad".
También defiende su gestión arguyendo que "somos el municipio de toda España que más ayudas da a la educación pública". En total, "más de 45.000 becas en Primaria, Secundaria, Bachillerato y FP", pese a que "lo tengo que sacar de fondos municipales porque no recibo ayudas de la Comunidad de Madrid".
Ayala, además, critica que la presidenta madrileña haya escogido su ciudad como enclave para la celebración, por cuanto "no me ha recibido en toda la legislatura, ni ha venido a Fuenlabrada": "Es curioso que no reciba a este humilde alcalde, ni visite esta ciudad, pero sí que venga a lanzar sus soflamas".
PP y Vox se necesitan
Otro factor importante de cara a 2023 es la fuerza que Vox está ganando en el pueblo fuenlabreño. El partido que dirige Santiago Abascal a nivel nacional, e Isabel Pérez a nivel municipal, se ha hecho fuerte en Fuenlabrada, hasta el punto de que una encuesta publicada el mes pasado por Electomanía le auguraba la victoria electoral en las próximas elecciones generales con un 29%-31% de los apoyos.
Si el Partido Popular no obtuviera por si solo la mayoría necesaria, como todo hace indicar, contaría con una formación a su derecha dispuesta a apoyarle. Además, según constatan las informaciones publicadas por este medio, Ayuso está dispuesta a dar entrada a Vox en "municipios importantes" tras el paso por las urnas en 2023.
Así lo ratifica la propia Noelia Núñez, que sostiene que su rival es el socialismo y "todo el que quiera sumarse a nuestra lucha tendrá nuestro apoyo, será nuestro aliado": "Luchamos contra los impuestos altos, contra la asfixia a la que se somete a los autónomos o a las pymes, que necesitan una administración cercana que les ayude".
Recuperar el sur
Según ha podido saber EL ESPAÑOL, el objetivo prioritario del PP para las futuras elecciones municipales será recuperar otros ayuntamientos del sur como Alcorcón, Getafe, Móstoles y Parla, pero también conquistar los que hasta ahora habían resultado inexpugnables. Entre estos últimos, Fuenlabrada y Rivas-Vaciamadrid, histórico enclave gobernado 30 años por Izquierda Unida.
El Cinturón Rojo aún hace referencia al conjunto de ciudades madrileñas del sur caracterizadas por su alta población de trabajadores o clase obrera, así como por su larga trayectoria de alcaldías del PSOE y otros partidos más escorados a su izquierda como el PCE o IU. En los últimos años, algunos han pasado a conocerlo como el Cinturón Morado, en referencia a la penetración de Podemos en las instituciones, aunque algunos populares madrileños ya han acuñado "el cinturón de Ayuso".
"Esperanza Aguirre, con sus políticas liberales, consiguió dar la vuelta a la Comunidad de Madrid", considera Núñez, que sostiene que la expresidenta popular logró "que la región pasara de ser la cuarta economía de España a la primera", la que ahora "está tirando del carro pese a la nefasta gestión del PSOE a nivel nacional". Y todo esto teniendo en cuenta "que el sur existe", pues "las grandes inversiones que hemos tenido en Fuenlabrada han venido de la mano de gobiernos del PP".
Javier Ayala sí cree, en contraposición, que "hay una identidad territorial importante y positiva del sur de Madrid" que se basa en estar formado "sociológicamente por trabajadores que vinieron a ganarse la vida": "Sus hijos levantamos las ciudades y hay una conciencia obrera importante que está intentando ser ocupada por la derecha populista [en referencia a Vox] y el PP se está uniendo a ella".
Sea como fuere, el huracán Ayuso que tiñó de azul el mapa municipal de la región en las pasadas elecciones autonómicas —sólo resistieron El Atazar y Fuentidueña de Tajo— amenaza con llegar en 2023 a Fuenlabrada, el último bastión socialista del sur de la región. Acaso el acto de este próximo miércoles pueda servir de barómetro para medir las posibilidades que el PP, que se muestra optimista, tiene de lograr la tan ansiada "conquista".