El jefe del gabinete de Presidencia, Óscar López, realizó una breve llamada pasadas las 9 de la mañana del lunes a Marta Varela, directora de gabinete del líder del PP Alberto Núñez Feijóo, para comunicarle que el Gobierno iba a anunciar que tanto Pedro Sánchez como la ministra Margarita Robles han sido espiados con el software Pegasus.

Fuentes populares indican que fue una llamada de puro trámite, que duró poco más de un minuto, instantes antes de que el ministro de Presidencia, Félix Bolaños, y la ministra portavoz, Isabel Rodríguez, comparecieran en rueda de prensa para desvelar la noticia.

El presidente nacional del PP, Alberto Núñez Feijóo, se estaba preparando en esos momentos para acudir al acto institucional del 2 de mayo, Día de la Comunidad de Madrid, en la sede de la Puerta del Sol. Desde ese momento fue consciente de que el Gobierno había decidido eclipsar el discurso de Isabel Díaz Ayuso con la polémica sobre el espionaje al Gobierno.

Robo de datos sensibles

Otros líderes mundiales, como Emmanuel Macron y Boris Johnson, fueron espiados con el software Pegasus en las mismas fechas, entre mayo y junio de 2021. Pero el Gobierno español es el único que lo ha anunciado públicamente en rueda de prensa, tras interponer una denuncia que ya investiga el juez de la Audiencia Nacional José Luis Calama.

El Ejecutivo ha desvelado además que del teléfono del presidente Pedro Sánchez fueron sustraídas 2,7 Gigas de información, que podrían afectar a la seguridad nacional.

Este anuncio, que pone en tela de juicio la labor de los servicios de inteligencia españoles, se produce cuando apenas queda un mes para que Madrid acoja la cumbre de la OTAN, a la que asistirán una treintena de jefes de Estado y de Gobierno para definir la nueva estrategia de defensa frente a la Rusia de Putin y otras amenazas exteriores.

Tanto el PP como Ciudadanos (Cs) han reclamado hoy la comparecencia del presidente Pedro Sánchez en el Congreso de los Diputados, para esclarecer el escándalo de presunto espionaje.

Debilitar al Estado

Los populares quieren que Pedro Sánchez aclare, entre otras cuestiones, por qué el Gobierno ha tardado un año en descubrir que su teléfono móvil y el de la ministra de Defensa fueron hackeados con el software Pegasus, que además fue utilizado para extraerles información sensible.

Todo ello se produjo en plena ofensiva del Reino de Marruecos contra España, por haber acogido en secreto al líder polisario Brahim Ghali en un hospital de Logroño para tratarlo de Covid-19.

El PP sospecha que el Gobierno realiza el anuncio justo en este momento, para desactivar las críticas de Podemos, ERC y el resto de sus socios parlamentarios por el presunto espionaje a 65 líderes independentistas con el programa Pegasus.

La portavoz parlamentaria del PP, Cuca Gamarra, ha anunciado este martes que su grupo valorará si debe exigir responsabilidades políticas, una vez haya escuchado las explicaciones que la directora del CNI, Paz Esteban, ofrezca en la Comisión de Secretos Oficiales. "No vamos a contribuir a debilitar al Estado", ha señalado.

Moncloa contra el CNI

Gamarra ha advertido que, si todo esto no es más que "una maniobra del Gobierno para poner en bandeja cabezas políticas a los independentistas, con tal de mantenerse en el poder una semana más, tenemos un Gobierno que no lo merece un país como España".

Por su parte, el portavoz parlamentario de Ciudadanos (Cs), Edmundo Bal, ha anunciado que su grupo pedirá hoy en la Junta de Portavoces del Congreso un Pleno monográfico para que el presidente Pedro Sánchez dé explicaciones.

"La comparecencia de Bolaños ya no es suficiente, se ha convertido en el portavoz del Gobierno contra el CNI", ha comentado Bal.

En su opinión, si el Gobierno ha tardado un año en descubrir que los teléfonos móviles del presidente y de la ministra de Defensa han sido espiados, se puede haber producido "una negligencia, un agujero de seguridad, incompetencia en los protocolos de seguridad y en las revisiones de estos terminales móviles".

"Pero si lo sabían antes", ha advertido el portavoz de Cs, "y la semana pasada en el Pleno asistimos a este espectáculo humillante, en el que tanto el presidente del Gobierno como Félix Bolaños humillaron a los servidores públicos del CNI y sospecharon que su actuación había sido irregular, simplemente por contentar al nacionalismo, entonces todavía peor. Es indignante".

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