El Gobierno de Pedro Sánchez podrá en marcha en breve con el CNI una “revisión total” de los protocolos de seguridad de las comunicaciones del Ejecutivo, según fuentes de la Moncloa.
Esa será una de las prioridades trasladadas a la nueva directora del CNI, Esperanza Casteleiro, que este jueves tomará posesión oficial de su cargo.
El CNI ha llevado a cabo en las últimas semanas dos investigaciones internas coincidentes: una sobre los presuntos espionajes a independentistas con el sistema Pegasus y otra como consecuencia de la detección de escuchas en los teléfonos del presidente del Gobierno y dos ministros, y el intento al de un tercero.
En los nuevos protocolos en los que se trabaja, se incluyen cambios tecnológicos para cambiar esa seguridad, con nuevos filtros que aseguren en lo posible que no se produzcan intrusiones en los terminales. También respecto a procedimientos para revisión periódica de los teléfonos móviles de ministros y altos cargos.
Hasta ahora se realizaban esas comprobaciones, pero han resultado insuficientes para impedir las intromisiones y para detectarlas en períodos mucho más cortos.
En eso trabaja ya el Centro Criptológico Nacional (CCN) que, según la web oficial del CNI, “es el Organismo responsable de garantizar la seguridad de las Tecnologías de la Información y la Comunicación (TIC) en las diferentes entidades del Sector Público, así como la seguridad de los sistemas que procesan, almacenan o transmiten información clasificada”.
“Vamos a reforzar las capacidades del CNI”, se ha limitado a explicar este miércoles el ministro de Presidencia, Félix Bolaños, en la Comisión Constitucional del Congreso.
Reforma del CNI
Fuentes de Moncloa prevén también cambios en el funcionamiento y el organigrama del CNI, aunque todo ello se mantendrá en secreto, en función de la ley que regula los servicios de inteligencia y que impide dar cuenta de procedimientos, fuentes y nombres de sus miembros.
La investigación sobre el uso de Pegasus se trasladó en parte a los miembros de la Comisión de Secretos, en lo que se refiere a las resoluciones judiciales que permitieron la intervención de teléfonos móviles de 18 líderes independentistas. Otra parte de esa auditoría interna, que se mantendría secreta, irá en la línea de mejorar los controles de su uso.
El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, habló este miércoles de “grave fallo de seguridad en las comunicaciones” del Ejecutivo, para justificar el cese de Paz Esteban como directora del CNI.
Es decir, el presidente le carga la responsabilidad del espionaje en los teléfonos de los miembros del Ejecutivo. Esa expresión supone, además, que atribuye al CNI la responsabilidad de esa seguridad, a diferencia de lo que sostenía la ministra de Defensa, Margarita Robles, que atribuyó esa competencia a la Secretaría de la Presidencia del Gobierno, exculpando totalmente a Esteban.