La izquierda llevará cuatro marcas distintas a las elecciones andaluzas del 19-J. Todas, al olor de la oportunidad de pillar asiento para sus líderes en un espacio -el de la izquierda a la izquierda del PSOE- en constante bronca. Quizá por esas malas perspectivas, y por la imposibilidad de contar con un proyecto serio, Alberto Garzón se negó a dejar de ser ministro para liderar la lista común de Podemos, IU, Más País, Equo, Alianza Verde e Iniciativa del Pueblo Andaluz.
Las negociaciones han sido un caos, y lo que mal empieza mal acaba. Acabaron con una outsider al frente de las listas -impuesta por un telefonazo a las órdenes de Yolanda Díaz-, una resolución de la Junta Electoral que excluye a Podemos -a pesar de ser prácticamente la única formación que pone dinero para la campaña-, y un nombre para la marca que ya estaba registrado... por un militante del PP de Málaga.
Pero hubo dos momentos en el último mes en los que todo pudo haber sido armonía y paz. Y a pesar de que "esto no va de personalismos ni de egos", ambos se fraguaron alrededor de dos nombres. El de un independiente que no aceptó la oferta, y el de Garzón, que rechazó salir del Consejo de Ministros.
Ya es la tercera vez que el coordinador federal de IU dice "no". También se podría decir que es la tercera vez que sus compañeros de confluencia ven conveniente que deje la política nacional y, claro, el Ministerio de Consumo.
Garzón ha rechazado liderar las listas andaluzas ya dos veces: la primera fue en las elecciones de diciembre de 2018. Y tampoco aceptó la sugerencia de ser candidato en Madrid... finalmente, fue Pablo Iglesias el que vio la ocasión de bajarse del Gobierno e iniciar su nueva vida de agitador desde el micrófono.
El proceso
Y es que ni el diputado guardia civil de Podemos, Juan Antonio Delgado, ni el coordinador general de Izquierda Unida Andalucía, Toni Valero provocaban consenso. Unos, los de IU, se negaron a "seguir aceptando" la prevalencia de Podemos. Otros, los morados, rechazaron a "un hombre de aparato" y sin tirón en los movimientos sociales.
La batalla en la búsqueda del cabeza de lista que se presentará al 19-J acabó con Inma Nieto al frente, impuesta por Díaz a última hora. Porque las elecciones anticipadas por Juanma Moreno pillaron con el pie cambiado la lideresa en lo que será el primer experimento (improvisado) de su frente amplio.
Curiosamente, había sido Podemos quien puso el nombre del coordinador federal de IU sobre la mesa. Según confirman las fuentes consultadas, conocedoras de la negociación, la idea fue bien acogida en todos los grupos que buscaban el acuerdo. Sin embargo, el propio Garzón -criado entre Marchena y Málaga- rechazó la propuesta de plano, para acabar la legislatura en el consejo de Ministros y "seguir impulsando políticas de cambio".
La propia Yolanda Díaz había dado su acuerdo a la propuesta. En los últimos meses, la líder de Unidas Podemos en la coalición con el PSOE a nivel nacional ha reconducido su relación con Garzón, deteriorada desde 2019. Pero si el pacto entre Pedro Sánchez y Pablo Iglesias estuvo en algún momento cerca de no germinar en diciembre de 2019 fue a cuenta del líder de IU, empeñado en ser ministro, nunca menos que la "militante Díaz".
Fue en aquellas fechas en las que la hoy vicepresidenta segunda rompió su carnet de Izquierda Unida, aunque no lo hizo público hasta siete meses después. Ahora, aunque la sintonía política ha vuelto entre ambos, Díaz no es ajena a que ni el departamento -una simple dirección general hasta la creación de la coalición- le ha dado muchas oportunidades de acción política ni Garzón está sabiendo verlas.
Así, la salida de un ministro respetado en sus filas para tirar del carro de un proyecto que afrontará muchas dificultades le encajaba. Sobre todo, porque era un nombre de consenso, al estar avalado por Podemos, el socio principal de la confluencia, para terminar de cimentarla.
Cuando Díaz bajó a la Feria de Sevilla y se dejó ver con Inma Nieto por el real, Garzón ya había comunicado su negativa. En ese momento, la apuesta de Podemos volvía a ser el ganador de sus primarias. Pero en las últimas semanas, mientras los morados se entretenían en su proceso interno, Íñigo Errejón, líder Más País, y el ministro de Consumo, al frente de IU, habían maniobrado para rechazar unidos a Juan Antonio Delgado.
La vicepresidenta interpretó que sus fotos con Nieto y Garzón paseando por el ferial de Sevilla bastarían para que todos los implicados entendieran quién debía ser la cabeza de lista y se cerrara el pacto.
Sin embargo, todo salió mal: nadie cedió hasta última hora, y sólo porque ella dio la orden. Aun así, Podemos se quedó fuera de la coalición electoral, porque IU entregó mal los papeles y nadie del partido morado estuvo atento. Y además, a los pocos días se sabe que el nombre "Por Andalucía" ya estaba registrado... desde marzo de 2021 por un dirigente del PP de Málaga en la Oficina Española de Patentes y Marcas, del Ministerio de Industria, Comercio y Turismo.
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