Cs obliga a Sánchez y a Feijóo a explicar su idea de España: tendrán que votar sobre las "nacionalidades"

En la etapa anterior, la propuesta de Ciudadanos sólo habría puesto en un brete al PSOE debido a la gobernabilidad que Moncloa sitúa en manos de los partidos independentistas. Sin embargo, tras la llegada de Alberto Núñez Feijóo a la presidencia del PP, Inés Arrimadas concibe que el dardo puede ser bidireccional.

A través de una Proposición No de Ley (PNL), la formación liberal obligará a los dos grandes partidos a tomar postura acerca de la permanencia o no del término "nacionalidades" en el artículo número 2 de la Constitución española.

"Las PNL" –así se las llama en los pasillos del Congreso– no tienen un efecto vinculante, como su propio nombre indica. Pero sí logran dibujar el debate en la Cámara. "Vamos a saber dónde estamos cada uno", señala uno de los dirigentes de Ciudadanos que ha ideado la estrategia.

¿Y dónde está el PP? "Metido en un jardín con esa especie de plurinacionalidad de la que a veces hablan; de la galleguización que, según Feijóo, hay que llevar a Andalucía o Cataluña. No entendemos nada. Que lo expliquen", apremian los de Arrimadas.

A día de hoy, tal artículo dice así: "La Constitución se fundamenta en la indisoluble unidad de la Nación española, patria común e indivisible de todos los españoles, y reconoce y garantiza el derecho a la autonomía de las nacionalidades y regiones que la integran y la solidaridad entre todas ellas".

El artículo reformado al gusto de Cs diría así: "La Constitución se fundamenta en la indisoluble unidad de la Nación española, nación de ciudadanos libres e iguales, patria común e indivisible de todos los españoles integrada por 17 Comunidades Autónomas y dos ciudades autónomas, y garantiza la solidaridad entre todas ellas”.

Los de Arrimadas, según explica a este diario un miembro de su núcleo duro, creen que la redacción de 1978, fundada en un equilibrismo entonces necesario para contentar a todas las partes, es "utilizado" hoy por los independentistas para dibujar Comunidades "de primera y de segunda".

"Recurren al artículo 2, a las 'nacionalidades', para argumentar sibilinamente que tienen derecho a formar una nación. Con la reforma que nosotros proponemos, que tiene su lógica porque hoy está definido el Estado autonómico y entonces no, ya no perderíamos el tiempo en esos líos semánticos", relatan las fuentes consultadas.

Arrimadas suele poner un ejemplo muy gráfico: en un debate electoral, Jaume Asens, dirigente de Podemos, sostenía que Cataluña "es una nación". Ella le preguntó: "¿Y Andalucía?". Él contestó: "También". La jerezana insistió: "¿Y Murcia?". Asens dijo: "Murcia, no".

"Eso demuestra que los nacionalistas se agarran a ese artículo para defender que existen Comunidades de primera y de segunda. Queremos instaurar en la Constitución un principio de igualdad efectivo", explican a EL ESPAÑOL desde Ciudadanos.

Los naranjas creen que, a la larga, el asunto del nacionalismo puede generar un cisma en el Partido Popular. Para explicarlo, miran a Isabel Díaz Ayuso y después a Feijóo, dos corrientes que, a este respecto, "no tienen nada que ver".

En cuanto al PSOE, su esperanza en la votación es menor, teniendo en cuenta los resultados precedentes en temas similares acaecidos en el Congreso "desde que Pedro Sánchez es presidente del Gobierno".

Pero, ¿no es absurdo abrir el melón de la Constitución simplemente para esa reforma, a tenor de todos los asuntos que, valga la redundancia, son susceptibles de reforma?

En Ciudadanos recalcan que su objetivo no es una reforma constitucional encaminada a este único punto, sino "centrar el debate": "Somos pragmáticos, nosotros mismos somos partidarios de muchas más reformas, pero queremos que se debata sobre esto para ver cómo se sitúan los partidos. Si fuera una propuesta más global, podrían escudarse con el típico 'esto hay que estudiarlo con calma'".

Los de Arrimadas, por poner algunos ejemplos, en esa hipotética reforma constitucional propondrían eliminar la disposición transitoria cuarta -que da la posibilidad a Navarra de convertirse en una provincia del País Vasco– y variar la sucesión de la corona, que da preminencia al varón sobre la mujer.