Vox ya ha empezado a mover ficha de cara a las elecciones autonómicas y municipales de 2023. Su objetivo, destinar sus mejores candidatos a aquellos enclaves donde tengan posibilidades de entrar en el gobierno. En la Comunidad de Madrid, esto tendría un efecto dominó: Rocío Monasterio, líder regional, pasaría a ser candidata al Ayuntamiento en sustitución de Javier Ortega Smith, que se presentaría por Castilla-La Mancha.
Esta maniobra, adelantada a EL ESPAÑOL por un preboste de Vox a nivel nacional, es la que ahora mismo tienen en mente los de Santiago Abascal. ¿El motivo? Creen que Monasterio sigue siendo una candidata con capacidad de movilización, y no quieren desperdiciarla en una batalla perdida contra Isabel Díaz Ayuso. Consideran, sin embargo, que sí podría plantar cara al alcalde, José Luis Martínez-Almeida.
Así lo atestiguan las encuestas. La última confeccionada por SocioMétrica para este medio muestra cómo Ayuso arrasaría en los próximos comicios, rozando la mayoría absoluta, y relegando a la formación a su derecha a un papel testimonial una nueva legislatura. Almeida, sin embargo, podría ser rehén de Vox, que estaría en disposición de pedir entrar en Cibeles si logra mejorar sus expectativas electorales, de seis ediles.
Desde el partido de Abascal han desistido de cara a las elecciones de la Comunidad de Madrid, donde la baronesa popular fagocita parte de su electorado, pero son conscientes de que pueden lograr entrar en Cibeles. Sobre todo, ahora que Ayuso preside el PP en la región, y su consigna es la de no hacer ascos a gobiernos en coalición en municipios "importantes" con tal de que no gobierne la izquierda.
En este sentido, la capital es la joya de la corona. Uno de los consistorios más importantes, si no el que más, de España. Y donde Rocío Monasterio podría contar con dos circunstancias a su favor. Una, la del votante de derechas descontento con Almeida (sobre todo, con que prolongara Madrid Central con una nueva ordenanza de movilidad). La segunda, el proceso de desintegración que sufre Ciudadanos.
Begoña Villacís, vicealcaldesa, aún resiste en los sondeos, pero desde Vox entienden que en un año puede terminar de hundirse. Máxime, si Vox presenta a un candidato más carismático y más volcado en Madrid: Ortega Smith es también secretario general y diputado en el Congreso, mientras que Monasterio lleva 7 años pateando la región.
La campaña de Vox para las municipales de 2023 se basaría en criticar a Carmeida (en un juego de palabras con Almeida y la ex alcaldesa Manuela Carmena) por haber aprobado en septiembre una nueva Ordenanza de Movilidad que sustituía Madrid Central, en contra de su promesa electoral de suprimir la zona de movilidad restringida, que fue obra de la ex regidora de izquierdas.
El morbo estará servido, pues Almeida y Monasterio ya se han enfrentado públicamente en varias ocasiones. La última, cuando el regidor popular se disponía a aprobar los presupuestos municipales con Recupera Madrid, la formación compuesta por cuatro exediles de Más Madrid de la época de Carmena.
La dirigente de Vox aseveró en un tuit haber "recordado" al alcalde de España —así se le conoce en el Partido Popular— que debe "alejarse de los comunistas de Carmena y de las políticas de izquierda" y así "contará con nosotros". Pero Almeida respondió que "ni de lejos" se produjo esa conversación, y pidió una "rectificación"... que no llegó.
Ortega Smith a CLM
Por otro lado, la cúpula de Vox considera que Javier Ortega Smith, miembro fundador, está ya "amortizado" en la capital. Su destino ideal, entienden desde la dirección, sería Castilla-La Mancha, una autonomía que aspiran a arrebatar a la izquierda en las elecciones de 2023.
En el último mes y pico se ha dejado ver por Albacete y Ciudad Real, donde no ha descartado su candidatura ante la curiosidad de los medios: "Ni sí ni no". Además, sus críticas al presidente de la región, Emiliano García-Page, en sendas visitas sólo dan argumentos a favor de esta tesis: que se presentará.
"Page, rompe el carné del PSOE o serás una vez más la perfecta demostración de lo que es un hipócrita en la política, además de un paje con j de Pedro Sánchez", sostuvo en referencia a la defensa de la tauromaquia, la caza y la agricultura que hace recurrentemente el baron socialista.
Los sondeos internos que maneja el partido auguran un muy buen resultado en tierras castellano-manchegas. La supuesta debilidad del candidato del Partido Popular, Paco Núñez, les ha llevado a reubicar a uno de sus principales activos desde que Santiago Abascal y los suyos se embarcaron en la aventura política, el pasado 2014. "Ortega Smith es un candidato más flojo que Monasterio, pero tendría un entorno más favorable", resume un miembro madrileño de Vox.
Sin candidato para Madrid
La X en la ecuación, la incógnita por despejar, es quién ocuparía entonces el actual cargo de Rocío Monasterio. Es decir, quién se enfrentaría a Isabel Díaz Ayuso en las próximas elecciones autonómicas de 2023. Con todas las de perder...
Y ahí está la clave. Desde la cúpula nacional son conscientes de que poco importa a quién presenten: la marca tiene la fuerza electoral suficiente para evitar la debacle, pero un candidato fuerte podría inmolarse. Y es que Isabel Díaz Ayuso es la candidata más a la derecha del Partido Popular, la que más daño puede hacer a Vox.
No van a mandar decapitar a ninguna de sus cabezas visibles a un territorio en el que Díaz Ayuso tiene cerca la mayoría absoluta. Y su equipo —el de Díaz Ayuso— lo sabe. Por eso su estrategia de cara a 2023 es arrinconar a Vox y a la izquierda con un discurso populista ("el PP es el partido del pueblo", dijo la baronesa popular en el cónclave que la coronó) y un fuerte despliegue en campaña por los municipios del sur.
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