Sevilla

El hundimiento de las fuerzas de izquierda en Andalucía es histórico. Más allá de los escaños, y atendiendo al porcentaje de votos, el PSOE que lidera Juan Espadas ha obtenido sólo el 24% de los sufragios (30 escaños); Por Andalucía, la coalición impulsada por Yolanda Díaz, un 7,6% (5 diputados), y Adelante Andalucía, la formación de Teresa Rodríguez, se ha quedado con un 4,5% (2 parlamentarios). 

Las tres fuerzas juntas suman el 36% de los sufragios frente al 43,1% de los votos registrado por el PP de Juanma Moreno, que ha obtenido con ellos 58 escaños, superando en 3 parlamentarios la mayoría absoluta (que se sitúa en 55 diputados en el Parlamento andaluz).

Es decir, el PP ha superado en más de 6 puntos al conjunto de las formaciones de izquierdas, lo que muestra la verdadera dimensión de la victoria obtenida por Moreno en la noche del 19-J.

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Si a ese 43% logrado por el candidato popular se le suman el 13,4% de las papeletas confiadas a Vox (14 parlamentarios) y el 3,2% de los sufragios recogidos por Ciudadanos, la suma del centro y la derecha andaluces supone el 60% del total de los votos andaluces.

Hace cuatro años, la suma de las tres fuerzas políticas se quedó a tan sólo una centésima de lograr el 50% de los sufragios: el PP obtuvo o el 20,7%, Vox el 10,9% y Ciudadanos, el 19,2. Este resultado permitió configurar el primer gobierno de coalición entre PP y Cs (con el apoyo externo de Vox) presidido por Juanma Moreno.

Comparados con los resultados de 2018, la victoria de Moreno y la derrota de la izquierda andaluza en la jornada del 19-J es aún más épica. En 2018, la candidatura socialista de Susana Díaz logró el 27,9% de los votos. Sumados al 16,1% conseguido por Adelante Andalucía (con Teresa Rodríguez como candidata), la izquierda andaluza obtuvo un respaldo del 44,1% de los andaluces, frente al 36% obtenido en estos últimos comicios.

Muy distintos factores han influido en estos resultados. Juan Espadas ha centrado su campaña agitar el miedo ante un posible desembarco de Vox en la Junta de Andalucía, a lo que hay que sumar el escaso conocimiento del candidato por parte del electorado, más allá de la ciudad de Sevilla, ciudad de la que fue alcalde.

Los errores

En la capital andaluza también ha ganado el PP. Además, el partido socialista ha perdido la provincia de Sevilla, en la que el PP ha pasado de ser cuarta fuerza política hace cuatro años (por detrás de Adelante Andalucía y Ciudadanos) a registrar una victoria arrolladora. 

Luego ha habido otros errores de campaña, como la venta de logros del Gobierno central en Andalucía con la visita de ministros, del presidente, Pedro Sánchez, y del expresidente José Luis Rodríguez Zapatero. Éste último, además, reivindicó el "orgullo" por la labor de los expresidentes socialistas Manuel Chaves y José Antonio Griñán, condenados por la causa de los ERE y a la espera del fallo de su recurso presentado ante el Tribunal Supremo.

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Otro error fueron las declaraciones de la vicesecretaria general del PSOE, Adriana Lastra, quien animó durante un mitin en Cádiz a salir a votar el domingo al PSOE "para no tener que salir el lunes" a manifestarse.

Aludía a lo ocurrido hace cuatro años, cuando el PSOE y Podemos promovieron manifestaciones ante el Parlamento andaluz, para protestar por la llegada del PP y Cs al gobierno de la Junta.

La izquierda, además, ha mostrado cierto desánimo desde el principio de la campaña electoral. En los primeros días, la candidata de Por Andalucía, Inmaculada Nieto, planteó incluso la posibilidad de abstenerse para favorecer la investidura de Moreno, con el fin de evitar que dependa de Vox. 

Dejaba así en evidencia que la suma de las izquierdas muy probablemente no iba a ser suficiente para frenar los resultados de Juanma Moreno. Así, la candidata de Por Andalucía daba por sentado que Moreno lograría, en principio, una mayoría simple. 

La carpeta de Yolanda

Otra de las claves de la debacle de la izquierda andaluza se encuentra en las guerras de las formaciones situadas a la izquierda del PSOE, después de que Podemos e IU expulsaran a Teresa Rodríguez de su grupo parlamentario.

Cuatro años después, las dos plataformas de extrema izquierda no han sido capaces de resolver sus diferencias fraguando una candidatura conjunta. Al contrario, Por Andalucía presentó un recurso ante la Junta Electoral para intentar impedir la participación de Teresa Rodríguez en los debates electorales televisados por RTVE y RTVA. 

El nacimiento de Por Andalucía no ha resultado menos conflictivo: ante la falta de acuerdo, Yolanda Díaz impuso finalmente como candidata a la presidencia de la Junta a Inma Nieto, procedente de Izquierda Unida, provocando las iras de la cúpula de Podemos. 

El partido morado registró la candidatura fuera de plazo, por lo que ha tenido que conformarse con los puestos cedidos por sus socios (Más País, IU y Equo Verdes) en las listas y ha perdido su parte proporcional de la subvención. 

Sin olvidar el desliz cometido por la ministra de Trabajo, Yolanda Díaz: apareció a finales del mes de mayo en una rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros, con una carpeta transparente que mostraba parte de su argumentario. En él asumía que la izquierda andaluza estaba "desmovilizada", barruntando así sus malos resultados, que en la noche del 19-J se han traducido en una histórica mayoría absoluta para el popular Juanma Moreno.

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