En sólo 100 días el PP ha pasado del abatimiento provocado por la guerra entre Pablo Casado e Isabel Díaz Ayuso a la euforia por el vuelco electoral que pronostican las encuestas, y que ha tenido su primer reflejo en la mayoría absoluta lograda por Juanma Moreno en Andalucía.
Este lunes habrán pasado 100 días desde aquel 2 de abril en el que Alberto Núñez Feijóo fue elegido presidente nacional del PP en el Congreso de Sevilla.
El político gallego aterrizó en la política nacional con la aureola de haber gobernado en la Xunta con tres mayorías absolutas consecutivas, pero ha demostrado también que traía una estrategia meticulosamente estudiada para convertirse en la firme alternativa a Pedro Sánchez. Estas son las 14 medidas impulsadas en 14 semanas de Feijóo, que pavimentan su camino hacia la Moncloa.
1. Tomar la iniciativa
Feijóo ha evitado desde el principio ir a remolque del Gobierno y saltar como un resorte a cada anuncio que hacían el presidene o sus ministros. Al contrario, ha marcado sus tiempos y la agenda con propuestas concretas, como los pactos en economía y defensa.
El líder del PP rompe así el relato, elaborado en la Moncloa, de que el PP es el partido del "no a todo", que se niega a arrimar el hombro en momentos de dificultad. Ahora es Pedro Sánchez el que ignora o rechaza las propuestas del PP.
2. Economía y más economía
Como en la campaña electoral de Bill Clinton ("es la economía, estúpido"), Feijóo ha decidido centrar su discurso en lo que más preocupa a los ciudadanos: la economía. Lo hace en un momento de elevada inflación que ha disparado la cesta de la compra y mermado el poder adquisitivo de las familias.
El siguiente paso ha sido comparar a Pedro Sánchez con Rodríguez Zapatero, que empezó negando la crisis y acabó congelando las pensiones y recortando el sueldo de los funcionarios. Esa estrategia la pondrá en práctica en el Debate del estado de la Nación que comienza el próximo martes.
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Feijóo se coloca así en el terreno más favorable para el PP, el de la gestión económica. “Una gran mayoría, incluyendo muchos votantes socialistas, piensa que el PP de Feijóo está más capacitado para gestionar esta crisis", señalan fuentes de la dirección del partido. "Ahí podemos tener un punto de encuentro”, rematan.
3. Escaño en el Senado
Feijóo partía con una enorme desventaja: carece de la visibilidad que otorga al líder de la oposición el poder medirse cada semana con el presidente del Gobierno en los debates del Congreso de los Diputados.
Por eso, el líder del PP resolvió desempeñar este papel en la Cámara Alta, gracias a ser nombrado senador por designación del Parlamento de Galicia, lo que ya le ha permitido mantener su primer pulso con Sánchez.
Su condición de presidente de los Grupos Parlamentarios del PP en el Congreso y el Senado le permitirá además asistir al Debate del estado de la Nación, ocupando un escaño junto a Cuca Gamarra: no podrá intervenir, pero su presencia realza su papel como líder de la oposición.
4. A por votantes del PSOE
Fue una de las claves de la victoria de Juanma Moreno en las elecciones andaluzas del 19-J: su mayoría absoluta fue posible gracias a que logró atraer al 16% de los antiguos votantes del PSOE, como ha constatado el CIS de Tezanos.
Para ello, el PP está dispuesto a disputar a la izquierda la bandera de la defensa de los servicios públicos y de los derechos LGTBI, lo que le permite poner distancia con Vox y absorber casi por completo a los antiguos votantes de Ciudadanos.
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No es casual que Feijóo confesara en el programa de Bertín Osborne que votó a Felipe González y “lo volvería a hacer”. El líder del PP ansía una mayoría social tan amplia como la del PSOE en 1982.
5. Rentabilizar el miedo a Vox
El mensaje lanzado por Cuca Gamarra y Juanma Moreno en la noche electoral del 19-J fue: "El PP ha logrado frenar a Vox". De este modo, los populares han logrado que juegue a su favor el miedo a Vox, que PSOE y Podemos utilizaron como arma electoral.
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Gracias a la mayoría absoluta de Juanma Moreno, el PP ha hecho trizas el argumentario del PSOE. Ahora tendrá difícil volver a apelar al miedo a la "extrema derecha" en próximos comicios para desgastar a Feijóo. Seguramente por ello el mensaje de Moncloa ha sido sustituido por el de la conspiración y los poderes ocultos.
6. Lo que funciona no se toca
Feijóo no ve a Isabel Díaz Ayuso como una rival que puede poner en peligro su liderazgo, sino como una máquina de ganar elecciones que puede ayudarle a llegar a Moncloa.
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Y eso que ambos defienden un modelo de partido distinto. Mientras Feijóo antepone la gestión a la ideología, la presidenta madrileña quiere dar la denominada batalla cultural y ha hecho de la defensa de la libertad su eslogan. Así, ha logrado echar a la cuneta a Ángel Gabilondo y a Pablo Iglesias.
El líder del PP sigue la máxima de que lo que funciona no hay que tocarlo. Y la Fiscalía Anticorrupción ha archivado finalmente la investigación sobre el cobro de comisiones del hermano de Ayuso en el contrato de las mascarillas de la Comunidad de Madrid, el asunto que provocó el cisma con Pablo Casado.
7. Nos quedamos en Génova
Pablo Casado anunció en febrero de 2021 la decisión de poner a la venta la sede de la calle Génova, como un gesto simbólico para romper con el pasado de corrupción que provocó la caída del Gobierno de Mariano Rajoy. La consultora contratada ya había ofrecido al PP, el pasado mes de enero, dos sedes alternativas (edificios enteros) en la Castellana y el barrio de Salamanca.
Feijóo ha decidido anular esta decisión, a la que veía pocas ventajas. Es una forma de expresar que la nueva dirección del PP no se siente "atada por etapas anteriores”... pero que tampoco ha venido a demoler los cimientos del partido.
8. Evitar las trampas
Feijóo evita entrar al trapo en la "guerra ideológica" que el Gobierno plantea para forzar al PP a alinearse con Vox, con medidas como la reforma de la Ley del Aborto o la Ley de Memoria Democrática. Pero tampoco se muerde la lengua cuando toca. Sobre la Ley de Memoria ha denunciado el pacto del PSOE con Bildu y ha anunciado su intención de derogarla.
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Eso sí, los populares no quieren que ninguna "cortina de humo" lanzada por el Gobierno desvíe la atención de lo que hoy preocupa a los ciudadanos: la grave situación económica.
9. El "bilingüismo amable"
En sus visitas a Cataluña y País Vasco, Feijóo ha exhibido un discurso conciliador en defensa de las "nacionalidades históricas", que ha sorprendido a algunos sectores del partido.
Desde Génova argumentan que se trata de la fórmula contemplada en la Constitución con la que, lejos de preservar privilegios para determinadas regiones, Feijóo busca "reconectar" a Cataluña y País Vasco con el resto de España.
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“No vamos a permitir que nos arrebaten la cultura y las banderas”, dice la dirección del PP sobre los partidos nacionalistas. En el terreno educativo, los populares defienden el modelo puesto en marcha en Galicia (50% de las clases en castellano y 50% en gallego), o bien avanzar en el trilingüismo.
10. División en el Gobierno
La estrategia del PP busca explotar los conflictos entre el PSOE y Podemos para transmitir la imagen de un “Gobierno en descomposición”, que ha entrado en fase terminal.
Feijóo ha dicho que Sánchez tiene a los primeros opositores sentados en su Consejo de Ministros. Unidas Podemos se lo ha puesto fácil, al airear sus discrepancias en cuestiones como el envío de armas a Ucrania, la organización de la Cumbre de la OTAN, el incremento del gasto en Defensa, la llegada de nuevos destructores de EEUU a la base de Rota, las muertes en la valla de Melilla o el caso Pegasus de espionaje, que el partido de Ione Belarra utilizó para exigir la dimisión de la ministra Margarita Robles.
El PP ha jugado a alimentar esos conflictos: facilitó con su abstención la aprobación de la Ley Audiovisual (que Podemos y ERC rechazaban) y apoyó, de forma instrumental, la propuesta del PSOE que pretende prohibir por completo la prostitución.
11. Reconstruir puentes
En sus primeros encuentros con la sociedad civil, Feijóo ha dado prioridad a las relaciones con las patronales y los sindicatos, a los que presentó su plan económico. Intenta reconstruir así los puentes que quedaron dañados en la etapa de Pablo Casado, que reprochó al presidente de la CEOE, Antonio Garamendi, su apoyo a la reforma laboral de Yolanda Díaz.
12. Nuevos liderazgos
El PP ya ha confirmado como candidatos para las elecciones autonómicas del próximo mes de mayo a Carlos Mazón (Comunidad Valenciana), María Guardiola (Extremadura), Paco Núñez (Castilla-La Mancha), Marga Prohens (Baleares) y Manuel Domínguez (Canarias). A partir del próximo otoño abordará los congresos para elegir al resto de líderes autonómicos.
Feijóo busca candidatos ganadores porque concibe los comicios de mayo como el paso previo para su salto a la Moncloa. Preocupa especialmente la situación de Cataluña y País Vasco, dos territorios clave para ganar las elecciones generales, en los que el PP ha sufrido un serio retroceso en los últimos años. Feijóo ya piensa en el actual presidente del PP de Barcelona, Manu Reyes, como futuro candidato a la presidencia de la Generalitat.
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13. Respeto a la estructura regional
Feijóo se ha comprometido a respetar la autonomía de las organizaciones regionales del PP. Teodoro García Egea abrió conflictos en varias de ellas promoviendo desde Génova a presidentes provinciales afines. La nueva dirección apuesta por no interferir.
Lo resume bien una frase de Elías Bendodo, coordinador general del partido: "En este partido los puenteos, las llamadas por encima de la dirección regional a las provincias... eso no se va a dar".
14. Transparencia
El nuevo equipo de comunicación del PP ha puesto fin a los silencios espesos que a menudo caracterizaban la era Casado: ni una pregunta queda sin responder.
Feijóo también ha protagonizado varios gestos para mostrar una nueva política de cercanía con los medios de comunicación. Lo hizo desde el principio: tras ser elegido presidente nacional del partido, recorrió la sala de prensa para saludar, uno por uno, a los casi 400 periodistas que habían cubierto el Congreso del PP en Sevilla.
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