Cuando Santiago Abascal ha subido a la tribuna, han abandonado el hemiciclo Alberto Garzón, Irene Montero y Ione Belarra. Suele ser costumbre entre los líderes de Unidas Podemos ausentarse cuando el líder de Vox comienza sus discursos. Esta vez, los papeles de Abascal iban empaquetados en un ejemplar de Defensa de la hispanidad, de Ramiro de Maeztu, fusilado en zona republicana durante la guerra. Toda una declaración de intenciones.
Irónico, el candidato de Vox ha descrito el acontecimiento como un sinsentido, ya que el Gobierno no cree ni en el "Estado" ni en la "Nación". Después ha avisado de que su discurso abordaría los "debates prohibidos" por el Gobierno. Es decir: la guerra cultural.
En ese instante, ha mirado a Alberto Núñez Feijóo, al que ha acusado de evitar esa batalla con Moncloa: "Ustedes dicen que no lo hacen porque son debates estériles, pero esa actitud supone el avance de la acción política de la izquierda".
Abascal ha reiterado que si de Pedro Sánchez dependiera, llegaría "el fin de la Democracia": "La ruina que acecha a los españoles no es fruto de la casualidad, sino del sectarismo y de sus formas totalitarias".
El líder de Vox ha dado a Sánchez "la bienvenida a la extrema derecha trumpista". Con sorna, se ha referido al giro de Moncloa referido a la inmigración ilegal o la OTAN. Sobre lo primero, ha celebrado las palabras del presidente del Gobierno contra las "mafias" que acercan "inmigrantes ilegales" a la frontera con España. Sobre lo segundo, ha celebrado su postura sobre el aumento del gasto en Defensa.
A ojos de Abascal, "las buenas vallas hacen buenos vecinos": "Claro que hay que llevarse bien con Marruecos, pero cuando reconozcan la españolidad de Ceuta y Melilla". Estas palabras también iban cargadas de pólvora porque la aprobación escondía este dardo: "Las mafias de las que usted habló operan con las ONG que el Gobierno riega con subvenciones. Ningún inmigrante ilegal debería recibir una ayuda social. Acabe con el efecto llamada".
Con la vista puesta en el pecho de Sánchez, ha atacado a los líderes que defienden la Agenda 2030: "Ese pin lo llevan todos los poderosos del mundo. Esa agenda consiste en obedecer los dictados de quienes apuestan por ella".
Del mismo modo que Sánchez habla del "complot de los puros" y las "terminales mediáticas oscuras", Abascal ha hablado hoy de las "coincidencias" entre Sánchez, los banqueros y las grandes multinacionales.
Después, ha analizado la Ley de Memoria Democrática: "El Gobierno ha incorporado a ETA a la dirección del Estado hasta un extremo pornográfico". Era una clara mención a las palabras de Pablo Iglesias, que siendo vicepresidente celebró haber incorporado a Bildu y ERC a la "dirección del Estado".
"Muchísimos socialistas lo comparten. Este es un gobierno sostenido en la mentira de la memoria. Se olvidan ustedes de Calvo Sotelo, asesinado por la escolta de ministros socialistas un 13 de julio", ha dicho Abascal.
"Señor Sánchez, va a dejar una España arruinada y enfrentada. ETA, en su versión parlamentaria, les presta su apoyo. Porque esta España débil es la que llevaban décadas buscando", ha añadido.
Por último, Abascal ha procedido a criticar el resto de leyes en materia social aprobadas por el Ejecutivo: el aborto, la eutanasia, la ley trans... "Un hombre, sin madurez suficiente, puede convertirse caprichosamente en una mujer. Se hormona y se mutila. Luego, acabará denunciando al Gobierno. Tendrían que responder ustedes con su patrimonio personal a las multas que ya se están poniendo en otros países".
Abascal se ha despedido con el compromiso de llegar al gobierno para "derogar toda la porquería legislativa y extremista": "No nos va a temblar el pulso".
La respuesta de Sánchez
Pedro Sánchez ha decidido responder uno por uno a los portavoces de los distintos grupos. Ha comenzado su réplica a Abascal con estas palabras: "Según ustedes, el gran problema que tiene hoy España, diez años después de su desaparición, es ETA".
"Hay poco que debatir. Plantea un país completamente distinto a la España real", ha sintetizado el presidente del Gobierno. También irónico, ha dicho sobre las críticas a la Agenda 2030: "Nosotros defendemos a la oligarquía y Vox a los trabajadores".
"Ustedes son la respuesta a por qué hay que celebrar el Orgullo. Para devolverles al armario de la Historia", ha terminado Sánchez.