"Ignorante, sectario, incompetente"; o "vago en conocimientos". Son sólo algunos de los calificativos que han proferido en los últimos días los ministros de Pedro Sánchez al líder de la oposición, Alberto Núñez-Feijóo, en diferentes comparecencias públicas o entrevistas.
Los ataques responden a un argumentario socialista, ya que todos los ministros, incluso los más moderados, cada vez que tienen oportunidad salen en tromba a situar al presidente popular en el centro de la diana. Esta línea de actuación obedece a la consigna de frenar su auge en las encuestas y tratar de revertir esa tendencia.
El pasado 19 de julio, por primera vez en cuatro años, el Centro de Investigaciones Sociológicas situó al Partido Popular a la cabeza en intención de voto, con un porcentaje del 30%. Cuatro días más tarde, el PSOE celebró un Comité Federal en el que Sánchez reestructuró la dirección del partido.
Mensaje agresivo
Con la maquinaria en Ferraz engrasada para afrontar el ciclo electoral del próximo año, la flamante portavoz Pilar Alegría, que también es ministra de Educación, estrenó su nuevo cargo en una entrevista con el diario EL PAÍS que llevaba por titular: "Feijóo es el primo de Rajoy, pero vago en conocimientos".
Estas palabras despertaron indignación en Génova. Al día siguiente, en otra entrevista, la portavoz y ministra no se quiso retractar. Aun casi sin tiempo para asumir sus nuevas funciones en el partido, Alegría ya dejó entrever que la estrategia para frenar al rival político pasa por un mensaje más agresivo.
Esta práctica se ha extendido entre todos los ministros socialistas del Gobierno que, una y otra vez, atacan personalmente al líder conservador. Los más moderados también. Así hemos visto recientemente al titular de Cultura, Miquel Iceta, afirmar que "Feijóo actúa como un ignorante, un sectario y un incompetente".
Otro ejemplo es la entrevista que EL ESPAÑOL publicó el pasado domingo con la propia portavoz del Ejecutivo. Isabel Rodríguez no dudó en definir al PP como "un partido en rebeldía" del que -dijo- "Feijóo no puede esperar que se le trate como a un partido de Estado".
La también responsable de Política Territorial, por otro lado, acusó al presidente del principal partido de la oposición de abusar "del egoísmo o del populismo" por sus críticas al plan de ahorro energético que ha entrado en vigor este miércoles.
Anteriormente Rodríguez reprochó que el popular "está en una estrategia de conspiración que recuerda a la del 11-M", añadiendo que tiene "un discurso 'trumpista'" por "insinuar que este Gobierno tiene una estrategia de usurpar las urnas".
De la postura contraria del PP a las medidas de eficiencia también se ha servido Pilar Llop, titular de Justicia, para confesar que echa de menos al anterior presidente del PP, Pablo Casado, porque él "sí se enfrentó a Ayuso", en referencia al episodio que acabó con la anterior dirección en Génova de forma abrupta.
En esa miema línea, Félix Bolaños, ministro de Presidencia, ha expresado con sorna su creencia de que la presidenta madrileña "es la que manda" en la formación conservadora. Una tesis que alimentan en el Gobierno y el PSOE para desacreditar a Feijóo, tratando de reducirlo a un peón que actúa a rebufo de su baronesa.
En otra ocasión, también aseguró Bolaños en un acto de partido en el mes de julio que al jefe de la oposición "España le queda muy grande", criticando que "el PP está desnortado y noqueado. No tiene una sola idea".
Por su parte la ministra de Hacienda y también vicesecretaria del PSOE, María Jesús Montero, le imputó ser "un insolvente" o actuar "de mala fe", asegurando que quiere "engañar a los ciudadanos como siempre hace el PP cuando gobierna y cuando no".
Sin referirse a él directamente, este martes el mismo presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, tachó al Partido Popular de "destructivo" y "negacionista" cuando le preguntaron por la petición que había realizado su líder de retirar el plan de ahorro para negociar algunas de las medidas.
"Efecto Feijóo"
Pasados los cien días de gracia desde que la formación cambió de presidente, los dirigentes populares defienden que hay un "efecto Feijóo" que está ensanchando las bases electorales del partido por el centro, donde dan por ganada la contienda con Sánchez.
Las alarmas en Ferraz saltaron en junio, tras las elecciones andaluzas. La victoria abrumadora del candidato popular, Juanma Moreno, con un elevado trasvase de votos del PSOE, brindó al proyecto de Feijóo su primer gran logro político.
Desde que Feijóo asumió la presidencia de su partido en Galicia, en 2006, nunca ha sido derrotado en una cita con las urnas. Con el sobresaliente del examen andaluz, recién estrenado en el cargo, ha contagiado una moral de victoria al PP contra la que ahora luchan los socialistas con su discurso más feroz.
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