Macarena Olona juega con la ambigüedad. Este lunes, poco antes de iniciar una etapa del Camino de Santiago, desde Sarria hasta Portomarín, mostraba su deseo de "volver a sudar la camiseta pública", aunque no matizaba si se refería a una posible vuelta a la política o al ya anunciado reintegro en la Abogacía del Estado. 

Esta falta de claridad pone contra las cuerdas al líder de Vox, Santiago Abascal, que duda con recuperarla en caso de que ésta lo reclame pero que, a su vez, es consciente de la inestabilidad que podría insuflar su vuelta. Los acontecimientos de los últimos días, los que tienen pinta de una cosa y la contraria, han contribuido a generar la primera gran crisis en la formación.

En su día el presidente de Vox, públicamente, no sólo expresó palabras de gratitud hacia Olona cuando hizo público su abandono por cuestiones médicas, sino que aseguró que siempre tendría "las puertas abiertas" de una casa que es "la suya". 

Personas del entorno del presidente de Vox aseguran a EL ESPAÑOL que esa posibilidad existe, ya que "Abascal es un hombre de palabra": "Si ella quiere volver, tendría difícil decirle que no". Aunque, por otro lado, añaden que "es una mujer que ha demostrado conducirse con una inestabilidad que desconcierta".

El dilema de Abascal es complejo: recuperarla por miedo a perder los votos que ella arrastra o dejarla marchar y arriesgarse para garantizar el equilibrio en la organización.

"Olonistas"

En Bambú, sede madrileña del partido, saben que la convocatoria pública de su exportavoz en Andalucía ha despertado mucha polémica, agitando el debate entre algunos votantes, especialmente entre aquellos que se denominan "olonistas" y que consideran que "Abascal ha tocado techo".

Recorriendo junto a ella el Camino de Santiago se encuentran simpatizantes de Vox que, según ha podido saber EL ESPAÑOL, apuestan por un relevo en la dirección del partido con la exdiputada a los mandos. Es el caso del popular militante Bertrand Ndongo, de origen camerunés y crítico con la dirección nacional. 

Los diputados de Vox no ocultan el desconcierto por el 'caso Olona'. En el pleno extraordinario que se celebró el pasado jueves en el Congreso de los Diputados, ninguno conocía las intenciones de la alicantina, admitiendo, eso sí, que no contemplaban volver a tenerla como compañera de filas.

Este lunes, el secretario general del partido, Javier Ortega Smith, negaba en los micrófonos de esRadio el retorno de la expolítica, asegurando que "pierden el tiempo quienes hacen especulaciones". Y, por su parte, el portavoz, Jorge Buxadé, se limitaba a desearle una "pronta y completa recuperación" cuando era preguntado por el asunto. 

Ella, mientras tanto, juega al despiste. En su primera declaración ante la prensa desde que anunciara su renuncia de la política, desveló los motivos de salud que padecía: "Un problema de tiroides que ya está controlado". Según relató, ha llegado a perder once kilos.

"La camiseta pública"

Después, valoró la buena relación que tiene con Abascal, al que sólo dedicó buenas palabras. Aunque Macarena Olona escurrió el bulto cuando fue preguntada por cuestiones internas de la formación que también habrían influido en su drástica decisión de poner punto final a su trayectoria política.

La abogada del Estado tampoco desveló sus planes más inmediatos, arrojando varios titulares con los que elucubrar: "Estoy deseando volver a sudar la camiseta pública. Estoy como los caballos antes de la carrera, llena de adrenalina y deseando que se levante la barrera. No sé hacia dónde va a ser, pero estaré allí donde les sea muy útil a los españoles".

Olona junto a su madre (a la derecha), Toñi Choclán, en el Camino de Santiago. Jaime Susanna

Junto a ella en Galicia se encuentran dos diputados de la Asamblea de Murcia que, tras revocar la justicia su expulsión, siguen formando parte del grupo parlamentario Vox: Francisco Carrera y Juan José Liarte. A día de hoy, eso sí, no guardan relación con nadie del partido, ya que les expulsaron de todas las comunicaciones. 

[Sectores de Vox ven "motivos políticos" en la salida de Olona además de las razones médicas]

El motivo del expediente que les abrieron se produjo tras la decisión que tomaron de despedir a trabajadores del partido en la cámara regional sin previa consulta con la dirección nacional.

Ahora, Liarte ve en el camino de Olona "una señal", aunque reconoce a EL ESPAÑOL que su deseo de verla dirigiendo Vox es un imposible: "La maquinaria es monolítica". Augura que al partido le terminará pasando lo mismo que a Ciudadanos, que "se quedarán solos antes que cambiar de liderazgo".

Sobre la marcha de Olona se limita a asegurar que "poco a poco se van conociendo las formas del partido". Y sobre los cargos que siguen en activo y que han decidido acompañar a la excandidata hasta la tumba del apóstol, les pronostica un final cercano: "Los que están aquí han terminado su carrera en Vox".

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