Este martes ha aterrizado en el Congreso de los Diputados la iniciativa de PSOE y Podemos para establecer gravámenes temporales a los beneficios extraordinarios de las grandes energéticas y entidades de crédito en España. El PP ha votado en contra, pidiendo además al Gobierno que "retire" la norma porque "es irresponsable".
La secretaria general del principal partido de la oposición, Cuca Gamarra, ha adelantado por la mañana la postura de su grupo ante la toma en consideración de esta Proposición de Ley, rechazando su tramitación e indicando que puede ser "contraria al derecho comunitario".
Finalmente en la votación, que se ha celebrado por la tarde, los socios habituales del Ejecutivo han dado su visto bueno a que la norma inicie su trámite parlamentario. A los 'síes' de PSOE y Podemos se han unido los respaldos de otras formaciones como ERC, Bildu y PNV, socios habituales de la coalición.
Ahora, una vez salvado este primer examen en el Congreso, se abre el plazo para que se presenten enmiendas a la propuesta y no se descarta que haga lo propio el mismo Gobierno para subsanar algunos errores técnicos, según ha admitido Moncloa a EL ESPAÑOL.
Por su parte, PNV y Bildu han votado a favor con la condición de que se permita a las haciendas forales vasca y navarra gestionar la recaudación que se genere a través de los nuevos gravámenes. Entretanto, ERC ha exigido que la medida no tenga un carácter temporal, sino que se convierta en permanente.
En el 'no' se han situado las fuerzas de la oposición, PP, Vox y Ciudadanos. La portavoz popular ha justificado su negativa en que "hay abierto un debate en Bruselas" sobre la posibilidad de aprobar un impuesto similar para banca y energéticas, aunque se desconoce el fondo de la cuestión.
Por ello, ha afirmado Gamarra, "lo responsable es que el Gobierno retire esta ley a expensas de lo que diga la Unión Europea en los próximos días".
"Beneficiario de la inflación"
De manera adicional, la número dos del PP ha reconocido desde la sala de prensa del Congreso que están a favor de "medidas para bajar recibos y para que los españoles tengan más dinero disponible". En cambio, descartan apoyar "todo lo que sea que Sánchez tenga más dinero en su caja sin ninguna finalidad concreta".
Cuca Gamarra ha argumentado que el Estado, como consecuencia de la inflación, va a cerrar este 2022 con un "exceso de recaudación que superará los 30.000 millones de euros", añadiendo que de esta forma el Gobierno se ha convertido en el "máximo beneficiario del efecto de la inflación".
En línea con lo que vienen defendiendo desde Génova, la portavoz parlamentaria de los conservadores ha apostado porque "el dinero se quede en casas de los españoles y no en la caja del Gobierno". Por ello ha vuelto a poner sobre la mesa la propuesta de "deflactar la tarifa del IRPF", que exigen desde el PP.
Con la oposición ya situada en el 'no' para gravar los beneficios extraordinarios de las energéticas y la banca por la coyuntura derivada de la guerra de Ucrania, PSOE y Podemos volverán a sacar adelante esta norma con el apoyo de los socios habituales de investidura.
Repercutir gravámenes
Sin embargo, este martes en la Cámara Baja algunas formaciones como el PNV o Bildu han reconocido su preocupación porque, por ejemplo, se pueda dar el caso de que "los bancos terminen repercutiendo en los clientes esos gravámenes".
Ante esta hipótesis el portavoz socialista, Patxi López, se ha limitado a asegurar que el Ejecutivo hará todo lo posible para "impedir que esto sea así". Ha indicado que "lo contrario sería asumir que las grandes empresas son intocables en un Estado de Derecho".
En ese sentido, el portavoz del PSOE en el Congreso ha recurrido al argumentario más de izquierdas de su partido, defendiendo que "los beneficios extraordinarios" se van a poner "en la parte de la solidaridad común" y que si los directivos de estas compañías son "tan patriotas en sus discursos" lo tienen que demostrar "haciendo esfuerzos".
López ha sostenido que "el Gobierno redistribuye las cargas para que los costes de la crisis no recaigan siempre sobre los más vulnerables". Del Partido Popular, el dirigente socialista ha vuelto a cuestionar "a quién defiende", indicando que a "los privilegiados".
Una vez más el PSOE alimenta la idea de que Génova "abandona a más del 90% de los españoles", mientras que Ferraz, desde Moncloa, "lucha por la clase media trabajadora".
Patxi López ha enmarcado este proyecto legislativo que arranca ahora su trámite parlamentario en una política muy concreta: "Bajar los impuestos selectivamente y utilizar los recursos extraordinarios que se obtienen por la inflación para devolverlos en forma de políticas y medidas a quienes menos tienen".