La vicepresidenta segunda y ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, no ceja en su empeño de lograr que las grandes empresas distribuidoras rebajen el precio de los productos básicos para reducir la inflación.
Pese al desagrado que su iniciativa provoca en Moncloa y en otros ministros socialistas, Díaz seguirá adelante y tiene previsto convocar de nuevo para los próximos días a las empresas responsables de los grandes supermercados, según fuentes de Trabajo y del Ministerio de Consumo, cuyo titular, Alberto Garzón, también participa en la iniciativa.
Explican que, además, en los últimos días han mantenido conversaciones con las empresas afectadas para avanzar en la propuesta.
Estas fuentes reiteran que su intención sigue siendo lograr un pacto entre esas empresas para frenar la subida de precios.
Moncloa y la parte socialista del Gobierno consideran que no es posible llevar a cabo esa idea y explican que puede haber problemas con los productores (agricultores y ganaderos) y los pequeños comercios, que no pueden competir con las grandes superficies porque carecen de márgenes.
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Además, si los grandes supermercados rebajan sus precios, esos pequeños comercios perderán ventas, según el análisis de un parte del Gobierno, incluyendo al Ministerio de Agricultura, responsable del control de la cadena alimentaria.
Este malestar y esta oposición a la iniciativa le fueron trasladados a Yolanda Díaz por el propio presidente del Gobierno y por el ministro de Agricultura, Luis Planas. Fuentes del sector socialista entienden que la vicepresidenta segunda carece de competencias para entrar este tema que, en todo caso, es de Agricultura o Industria si se ve desde la perspectiva del comercio.
Por eso, la parte socialista quiere evitar que se produzca una segunda reunión de Díaz y Garzón con las empresas y los consumidores para proponerles ese pacto de precios.
Tampoco desde Unidas Podemos hay entusiasmo por esta medida por el efecto contra el pequeño comercio, aunque evitan polemizar en público con la líder del incipiente movimiento Sumar.
Este mar de fondo en el Gobierno coincide con otros que se producen estos días, como el referido a la negociación de los Presupuestos. En ese caso, Yolanda Díaz y Unidas Podemos sí actúan de forma coordinada y, de hecho, los negociadores son Nacho Álvarez, responsable de economía del partido morado, y Francesc Vendrell, del equipo de la vicepresidenta segunda.
La impresión en Unidas Podemos es que la parte socialista, encabezada por la ministra de Hacienda, María Jesús Montero, pretende llevar la negociación al límite temporal para forzar un acuerdo que necesitan las dos partes.
Unidas Podemos entiende que el acuerdo con el PSOE es, además, imprescindible para que entren otros grupos como ERC y Bildu necesarios para la aprobación de las últimas cuentas de la legislatura.
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Según fuentes de este partido, Hacienda bloquea planes de ministerios de Unidas Podemos, como un plan de familia y un plan de cuidados de Ione Belarra. También frena tres planes concretos de Yolanda Díaz.
Y se mantiene el escollo fundamental de los Presupuestos de Defensa, que Unidas Podemos quiere que no estén en el proyecto de Presupuestos que se envíe al Congreso a finales de septiembre.
Por otro lado, se mantienen discrepancias entre Unidas Podemos y el PSOE por La ley de vivienda, la llamada Ley mordaza, la Ley sanitaria y la Ley de protección animal.
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