El debate de las pensiones ha entrado de lleno en el Partido Popular. Como viene siendo habitual, las grandes fuerzas del bipartidismo se ven obligadas a defender la revalorización de estas prestaciones, como recoge la ley. Esta postura obedece, sobre todo, al interés por conservar un nicho considerable de votos: los jubilados.
Sin embargo, el PP esta vez considera que el incremento que viene recogido en los Presupuestos Generales del Estado para el próximo año obligará a un recorte futuro, que posteriormente tendrá que justificar el Ejecutivo con la excusa de que "es lo que exige Bruselas".
El argumentario al que se han suscrito los populares es que subir estas prestaciones un 8,75%, basándose en la inflación media de lo que llevamos de año, pone en jaque la viabilidad del sistema: "Escrivá tiene que aclarar qué recortes va a imponer para garantizar un sistema que hoy por hoy no es sostenible", aseguran desde el partido.
Aclarando desde el primer momento que en el PP "nadie pone en duda" que las pensiones suban conforme a la inflación, "algo que no se tiene que decidir ni votar, porque está así por ley", los conservadores sí avisan de lo que ha ocurrido en anteriores ocasiones de crisis económica.
Con cierta ironía, recuerdan en el equipo de Feijóo la "mala memoria histórica" del PSOE, que tuvo que acabar votando en el Congreso de los Diputados una congelación de las pensiones aprobada por el Gobierno de Zapatero en el año 2010. Entre los diputados que votaron a favor se encontraba el propio Pedro Sánchez.
"Lo exige Bruselas"
Una década después, el escenario que plantea el Partido Popular es muy similar. "No es nuevo que los socialistas suban las pensiones y luego tengan que bajarlas diciendo que se lo exige Bruselas".
El ministro de Seguridad Social, José Luis Escrivá, ha negado en repetidas ocasiones que esté sobre la mesa un incremento del cómputo para calcular las pensiones, pero el PP cree que el Ejecutivo de Sánchez se verá forzado a adoptar esta fórmula en algún momento para garantizar el sostenimiento del sistema.
Insisten desde el equipo económico de los populares que la Comisión Europea mirará con lupa el gasto en pensiones, especialmente ante el desembarco de fondos comunitarios. Y no descartan toques de atención.
Para capear el panorama actual, en el que los efectos derivados de la invasión rusa de Ucrania todavía son impredecibles, los populares rescatan como alternativa a la subida lineal del Gobierno una propuesta que no es nueva: introducir un factor de sostenibilidad.
Entre 2013 y 2018 estuvo en vigor esta medida, aprobada por el Gobierno de Rajoy, que acarreó una subida de las pensiones del 3,74%, cuando la inflación en esos años fue del 3,72%. Por el contrario, argumentan los populares, entre 2010 y 2011 "los pensionistas perdieron hasta un -4,47% de poder adquisitivo".
Otra alternativa que proponen los populares de manera reiterada es "deflactar el IRPF para que el propio Estado no se quede parte de la subida, con hasta 625 euros al año de media por pensión".
Entre todas las partidas que recogen las cuentas públicas del próximo año, quizá la más sensible de rebatir en el PP es la de Pensiones. Aunque la dirección ha descartado plantear un pacto de rentas para que las más altas tengan una subida menor al IPC, sí hay una discusión abierta que, además, genera malestar en las filas populares.
"Presupuestos electoralistas"
El partido que lidera Alberto Núñez-Feijóo no ha dudado en calificar de "electoralistas" los Presupuestos desde el primer momento. Denuncian que "Sánchez aprovecha la suspensión de las reglas fiscales para financiar una campaña electoral permanente, sin importarle realmente que el futuro de los españoles se ponga en riesgo".
Uno de los puntos con los que más críticos se muestran es también la reforma fiscal, lamentando que "no protege a la clase media y trabajadora" y añadiendo que ésta queda "olvidada" en las rebajas del IRPF: "Se niega a extender esta medida para rentas de más de 21.000 euros".
Por otro lado, rechazan que el texto presupuestario está "más orientado al reparto de la pobreza que a la generación de riqueza". Esto, indican, se comprueba con el "olvido de 10 millones de personas con ingresos inferiores a 14.000 euros a los que les niegan una bajada del IVA de los productos básicos".
En cuanto al récord del gasto social, desde la oposición alertan de que el Ejecutivo "compromete a las generaciones futuras con un agujero fiscal de 340.000 millones de euros en cuatro años".
Cheque de 100 euros
Además, ya en clave política, los populares creen que algunas ayudas como el cheque de 100 euros para las madres o las bonificaciones en el transporte, terminarán cayendo en saco roto con un "invierno duro". El escenario que maneja Génova es de un primer trimestre de recesión, con los precios sin dar tregua.
Así las cosas, admiten que por mucho empeño que haya puesto el PSOE en diseñar las cuentas "más sociales de la historia", el efecto no será el esperado, ya que la llamada "mayoría social", seguirá sufriendo cada vez que vaya "a hacer la compra o a repostar la gasolina del coche".
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