El presidente del Partido Popular, Alberto Núñez-Feijóo, se ha propuesto resucitar las siglas de su formación en Cataluña. Durante el estreno en Barcelona de la primera convención temática para perfilar un futuro programa electoral, el líder de la oposición ha recalcado que el PP defiende "la Constitución y el Estatut de Cataluña".
Esta apuesta por la legalidad vigente llega pocos meses después de que el dirigente conservador hablara abiertamente de la nacionalidad catalana. Esta estrategia de cambiar la imagen del PP, para que no parezca "hostil" en Cataluña, enmienda la plana al discurso más duro de su predecesor en el cargo, Pablo Casado.
Feijóo cree que "cada día hay menos independentistas" en Cataluña, que el modelo dado por los gobiernos de la Generalitat no ha servido de nada y que el procés, en definitiva, ha sido "un mal negocio".
Con esta premisa, ahora reivindica el "compromiso" del PP "con todos los catalanes": "Somos un partido que va a defender la Constitución en Cataluña y el Estatut de autonomía en Cataluña. Todos aquellos que se sientan catalanes y españoles tendrán una defensa constante y continua en su casa que es el PP de Cataluña".
La anterior dirección del PP defendía que la redacción del actual estatuto catalán, pactada por Artur Mas con el Gobierno de Zapatero, fue el origen de todos los males en Cataluña. En su momento, Rajoy impugnó el texto con un recurso en el Tribunal Constitucional, que recortó varios artículos por considerarlos inconstitucionales. Artur Mas utilizó dicha sentencia como uno de los pretextos para poner en marcha el procés.
"Territorio prioritario"
Hasta la Ciudad Condal se ha trasladado este viernes el presidente del Partido Popular para abordar uno de los problemas que más polémica despiertan en España y, especialmente, en la región catalana: la okupación. Aunque, antes de entrar en materia, ha querido realizar algunos guiños con el constitucionalismo catalanista.
Según relató EL ESPAÑOL, la intención de la actual cúpula de Génova es ensanchar el partido para atraer también a votantes que en anteriores ocasiones se decantaron por formaciones nacionalistas, como CIU, pero que han dejado de creer en la secesión.
Partiendo del peor suelo electoral del PP, con una representación irrelevante, el objetivo es empezar a crecer ya en los próximos comicios locales para después desbancar a Ciudadanos y Vox el liderazgo del centro-derecha en el Parlament.
En esa línea Feijóo ha reivindicado que "Cataluña es un territorio prioritario" por varias razones: "Porque es uno de los territorios más importantes de nuestro país desde hace siglos, porque no vive estabilidad desde hace décadas y porque hay que recomponer derechos civiles y libertades fundamentales que se ven amenazadas".
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"Queremos estar en Cataluña. Estoy convencido de que hay muchísimos catalanes que se sienten huérfanos de una formación que les garantice el derecho a vivir tranquilamente, a no enfrentarse entre compañeros de trabajo; a no fracturar una sociedad que fue abierta, cosmopolita, plural, tolerante y cordial. Ese es nuestro objetivo fundamental", ha asegurado Feijóo.
Así, "con las cosas claras", Feijóo se ha presentado y puesto a disposición "de aquellos catalanes que saben que no van a dejar de ser catalanes nunca y, en consecuencia, que tampoco van a dejar de ser españoles nunca".
Después, ha dado a entender que el PSC está siendo la muleta del Govern en solitario que preside Pere Aragonés tras la ruptura con sus antiguos socios de Junts. Feijóo ha acusado a la formación que lidera Salvador Illa de "garantizar la continuidad del independentismo en la Generalitat".
Por el contrario, ha asegurado el jefe de la oposición, el PP "no va a apuntalar y asegurar el gobierno independentista de Cataluña nunca"; porque, creen, "es malo para Cataluña siempre".
La okupación
Finalmente, se ha explayado en abordar el problema de la okupación ilegal de vivienda, defendiendo algunas de las medidas que ya vienen recogidas en la proposición de ley que registró recientemente el Grupo Parlamentario Popular en el Congreso de los Diputados.
Feijóo ha subrayado que la okupación no es "ni de izquierdas ni de derechas, sino un delito". Por ello ha propuesto un "desalojo en un plazo máximo de 24 horas para aquellos que no puedan acreditar un título válido. Desalojo inmediato en caso de flagrante okupación".
Por otro lado, ha pedido "reforzar las penas de delito de usurpación de vivienda, mejorar la protección jurídica frente a la actuación de las mafias, declarar nula la declaración de un ocupante ilegal en el padrón municipal o prohibir que un inmueble okupado pueda tener la condición de domicilio".
Con esta batería de iniciativas, el líder popular ha inaugurado la primera de las convenciones temáticas que se organizarán en los próximos meses para diseñar un futuro programa electoral con el que concurrir a las municipales de mayo de 2023.
El formato consiste en organizar mesas redondas con la sociedad civil, en las que asociaciones o personas relacionadas con la problemática que sufre cada territorio aporten su punto de vista.
Esta vez el PP ha recurrido a un problema que padecen miles de catalanes, siendo la comunidad más afectada de España; pero sobre todo Feijóo se ha esforzado por desdibujar la sombra de rechazo que su partido ha generado en los últimos años en Cataluña.