Marruecos no reconoce ante la ONU las fronteras terrestres con España y considera "inexacta" la línea divisoria con las ciudades españolas situadas en el norte de África, a las que tilda de "presidios ocupados".
En este intento de acorralar a Melilla, el país vecino está urbanizando la llamada "tierra de nadie", el territorio neutral de quinientos metros que separa Marruecos de la ciudad autónoma española. Además del asfaltado y el diseño de las calles, se han construido ya glorietas y hasta un colegio. Los edificios son de dos alturas para no desentonar con las viviendas de la localidad de Beni Ensar.
Empresarios de terceros países, la mayoría turcos, han solicitado permiso para construir casinos en la zona, pero Marruecos ha vuelto a rechazar la propuesta. Como ha informado EL ESPAÑOL, una agencia creada por Mohamed VI en 2009 llamada "Marchica" exhibe planos en el extranjero para atraer el turismo. Y lo cierto es que la ciudad española ya ha recibido la visita de varios inversores turcos.
[Marruecos, a la ONU: "No tenemos frontera terrestre con España y Melilla es un presidio ocupado"]
Durante el Protectorado español en el Rif, no se consideró necesaria la tarea de demarcación de la zona neutral, y en la actualidad sigue sin realizarse. "Esta ausencia de demarcación, y la correspondiente no ejecución de lo estipulado en los acuerdos permitió que se siguiera habitando la zona neutral, tanto por españoles como por marroquíes. Actualmente, la zona neutral está totalmente ocupada por construcciones marroquíes, ejerciendo Marruecos la plena soberanía y jurisdicción, con la total aquiescencia de la administración española", afirma el investigador de la Universidad de Cádiz Miguel Acosta-Sánchez en el análisis Melilla: fronteras terrestres, vallas y tierra de nadie.
En todo caso, los tratados internacionales y los convenios firmados por España y Marruecos entre 1959 y 1960, tras el fin del Protectorado, establecen que deben existir 500 metros apátridas en la frontera.
Anteriormente, en el convenio entre España y Marruecos para el cumplimiento de los tratados vigentes referidos a Melilla (firmado en Marruecos en 1894) se acordó establecer una zona poligonal como territorio neutral en la frontera.
Asimismo, el acta de demarcación de los límites de Melilla y su campo neutral, firmada el 26 de junio de 1862, establece que "la zona comprendida entre las dos líneas poligonales será neutral, no estableciéndose en la misma más caminos que los que conduzcan del campo español al marroquí y viceversa, y no permitiéndose que en ella pasten ganados ni se cultiven sus tierras".
Tampoco podrán entrar en dicha zona fuerzas de uno u otro campo, autorizándose solamente el paso por la misma de los súbditos de ambas naciones que vayan de un territorio a otro, "siempre que no lleven armas", como recoge el estudio de Acosta-Sánchez. Sin embargo, actualmente, en esa área se pueden ver construcciones militares marroquíes. Sirven "para controlar la migración", justifican desde Marruecos.
Al mismo tiempo, se están implementando las fronteras marítimas en el Puerto de Beni Ensar con un puesto fronterizo en el río que da al mar Mediterráneo, provisto con agentes de aduanas, de la inteligencia, de la gendarmería naval y de la policía, además de la autoridad local. De tal manera que cuando los barcos se acerquen a la costa marroquí puedan sellar la documentación directamente.
‘Fondos buitre’ marroquíes
Marruecos no solo gana terreno en la frontera, sino que también actúa dentro de la ciudad autónoma de Melilla. Según ha podido saber EL ESPAÑOL, al menos dos fondos de inversión libre, más conocidos como fondos buitre, están adquiriendo todos los terrenos, solares y propiedades disponibles en Melilla, incluso las naves comerciales cercanas a la ciudad autónoma. Detrás están empresarios marroquíes que operan con España mediante fondos del país magrebí, que justifican como créditos bancarios.
Las transacciones de compraventa de vivienda nueva están en caída en Melilla, ya que no se inician promociones nuevas y las que quedan en manos de los bancos son las que peor ubicación tienen, por lo que no existe casi demanda para ellas. Así, son los fondos buitre los que compran a unos precios de liquidación total muy por debajo de su valor de reemplazamiento neto actual.
En cuanto al desarrollo marítimo, está previsto incluir en los Presupuestos del Estado de 2023 la adjudicación a la agencia Marchica de la conversión del puerto de Beni Ensar, que comparte su muelle y entrada con el de Melilla. Dentro del puerto de la estación marítima se construirán bares, discotecas y tres hoteles de dos plantas.
El dique 1 del puerto albergará un aumento de la base militar naval y el dique 2 se reservará para acoger grandes cruceros con turistas extranjeros, según explican autoridades locales a EL ESPAÑOL.
La base naval se reforzará con buques de desembarco para carros de combate. También entre los proyectos que difunde Marchica en su página web está unir el puerto de Beni Ensar con el aeropuerto internacional de Nador, con un enlace tren-tranvía.
Además, los propietarios en las urbanizaciones de la zona residencial de la laguna de Marchica podrán atracar sus barcos sin coste. También, ofrecerán precios asequibles a quienes quieran anclar en el puerto turístico y tarifas bajas para los transatlánticos.
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