El PP pletórico: "Sánchez no ha contestado"; el PSOE dice que Feijóo se justifica ante Vox

Cuatro fueron los interrogantes que lanzó el presidente de los populares: por la derogación del delito de sedición, por la promesa de Sánchez de tipificar el delito de referéndum ilegal, por la posibilidad de reducir las penas por malversación y por los cambios en la ley del sí es sí para frenar las excarcelaciones de agresores sexuales. 

Sin embargo, el jefe del Ejecutivo rehuyó entrar al envite y se afanó por embestir en otros derroteros, entre risas. "¿Dónde ha dejado su moderación? ¿En objetos perdidos, con su autonomía política?", le espetó al líder del PP para desquitarse de las polémicas que sacuden a su Gabinete en los últimos días y que Feijóo mencionó con dureza. 

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Es precisamente en esa actitud esquiva de Sánchez, en esa ausencia de respuestas, donde Génova decanta la balanza a su favor. Y es que según diversas fuentes del partido, el último cara a cara en la Cámara Alta terminó siendo un "éxito", porque Feijóo consiguió "colocar su mensaje" frente a "la nada". 

A la salida del hemiciclo, la mayoría de dirigentes populares se mostraron exultantes por el resultado favorable del debate. "Ha sido la peor sesión parlamentaria para Sánchez en toda la legislatura", resumían algunas personas del entorno de Feijóo. A juicio de los conservadores, Sánchez quedó mudo por la crudeza de una actualidad que le "devora". 

Pedro Sánchez junto a Nadia Calviño este martes en el Senado. Kiko Huesca Efe

Bastante similares fueron los ánimos en la parroquia socialista, que vieron al opositor popular derrotado en el cuerpo a cuerpo contra Sánchez. "Ha sido trágico para el líder del PP", destacaba Ferraz con un tono triunfalista. 

Fuentes del PSOE apuntaron a que la apelación del dirigente popular a la moción de censura fue un síntoma de debilidad, ya que buscaba justificarse ante Vox por haberse negado a presentarla.

"La moción de censura"

Feijóo desechó la iniciativa propuesta por los de Abascal y Ciudadanos y lanzó su profecía, "la próxima vez que nos veamos en el Congreso será en mi sesión de investidura". Fue entonces cuando Sánchez se mostró especialmente risueño, con la mirada puesta en los distintos ministros del Gobierno. 

El presidente trató de mostrar así su indiferencia ante las advertencias y ataques de su rival. "La moción de cesura se hará el 28 de mayo en miles de urnas en todos los ayuntamientos de España. Ahí es donde la sacaremos adelante para empezar a pasar página de la pesadilla más grande que ha tenido España", dijo Feijóo mientras Sánchez reposaba su espalda sobre el escaño, para escenificar la carcajada. 

A juicio del PP, las dos últimas semanas han supuesto una "puntilla definitiva" para el Gobierno, especialmente por la derogación de la sedición y por el efecto perverso de la ley de garantía integral de libertad sexual, con un goteo incesante de rebajas de condenas a los agresores sexuales.

En el rifirrafe con Sánchez, el partido conservador subraya que Feijóo consiguió acorralar al presidente, aunque éste exhibiera altivez. Aseguran fuentes de la formación que los ciudadanos pudieron percibir que hay un "líder atacando" por varios frentes mientras que al jefe del Ejecutivo no le quedó más remedio que defenderse. "¿Por qué no respondió?", argumentan con insistencia para respaldar su tesis. 

Por otro lado, destacan la importancia de que Feijóo se desmarcara en este pleno de la presión que ha recibido por parte de Ciudadanos y Vox al verbalizar su negativa a la moción de censura.

"En las últimas semanas muchos votantes nos han preguntado por qué no la hemos presentado y es importante explicar que la moción de censura se hace en las urnas", añaden dirigentes del partido, que indican que así consiguen convencer no sólo a sus electores, sino a los de otras formaciones políticas.