El PSOE ha dejado claro este miércoles en las Cortes Generales que no se plantea modificar a corto plazo la ley del sólo sí es sí, pese a sus efectos perversos, y que el cierre de filas en torno a la ministra de Igualdad, Irene Montero, es total. Pese a las reiteradas peticiones de dimisión planteadas por la oposición en los últimos días.
En primer lugar, los socialistas en el Senado han votado en contra de la moción registrada por el PP que pedía revisar el texto legislativo, para que quienes cometan delitos sexuales tengan las mismas penas que estaban en vigor antes de la reforma aprobada por el Gobierno.
Y, de forma prácticamente simultánea, la bancada del principal grupo del Congreso de los Diputados junto a otros socios del Ejecutivo, han aplaudido de forma efusiva a la ministra Montero durante casi tres minutos en una escena inédita en el Hemiciclo. La dirigente morada ha agradecido el apoyo al borde de las lágrimas.
Durante el debate de las secciones de los Presupuestos Generales del Estado del próximo año Carla Toscano, diputada de Vox, ha asegurado que el único "mérito" de la responsable de Igualdad "es haber estudiado en profundidad a Iglesias", en referencia a su pareja y fundador de Podemos.
Estas palabras han despertado la indignación del vicepresidente de la Cámara, Alfonso Rodríguez Gómez de Celis, que ha procedido a retirarlas del diario de sesiones. Sin embargo, Montero ha pedido la palabra y ha protagonizado su intervención más ovacionada. Con PSOE, Podemos, ERC y otras fuerzas de izquierdas en pie.
"Quiero solicitar que se incorpore en el diario de sesiones la violencia política que se está ejerciendo en este momento en la sede de la soberanía popular para que no se borre, para que después de mí no venga ninguna. Para que todo el mundo pueda recordar la violencia política y a quienes la ejercen. Y también para que se pueda saber que las feministas y las demócratas somos más y les vamos a parar los pies a esta banda de fascistas con más derechos", han sido las palabras textuales de Montero.
En los últimos días, el Gobierno ha cambiado en varias ocasiones su parecer con la ley de garantía integral de la libertad sexual, cuya entrada en vigor ha provocado un goteo de rebajas de penas para agresores sexuales, con excarcelaciones en algunos casos.
Si en un primer momento Moncloa reconoció que el texto necesitaba cambios, finalmente ha dejado el asunto en manos de la Fiscalía y del Tribunal Supremo, a la espera de que sienten jurisprudencia. Con un veredicto favorable del Ministerio Público, el Ejecutivo confía en que el Alto Tribunal zanje la polémica.
Debate en el Senado
Sin embargo, el Partido Popular no cesa en su crítica. Este miércoles el portavoz en el Senado, Javier Maroto, ha exigido que "se cambie de manera urgente" la norma, "para que nadie que cometa un delito sexual en el futuro pueda ser juzgado con una pena menor a la que tenía antes". "Tengan alma, sensibilidad y decencia", ha espetado a los socialistas.
Durante la defensa de la moción presentada por su grupo, el dirigente conservador ha cargado especialmente contra la ministra de Igualdad. "Sabe mucho de eslóganes y de pancartas, pero muy poco de cómo hacer leyes", ha dicho en referencia a Irene Montero.
"En cualquier país democrático del mundo, una chapuza jurídica como esta se hubiese llevado por delante a la ministra Montero, a la ministra Llop y al presidente del Gobierno", ha añadido.
Por otro lado, Maroto ha advertido de que la justicia podría no salvar al Gobierno en este embrollo. "No sé si el Supremo podrá hacer más pequeño el agujero que ustedes han hecho al Código Penal, pero sí saben que no podrán cerrar ese agujero por completo", ha afirmado.
La senadora del PSOE Victoria de Pablo, ha rehusado hacer autocrítica y ha seguido el discurso gubernamental en su turno de réplica al PP. "Ustedes gobiernan con un partido que cuando se asesinan a las mujeres no van ni a un minuto de silencio", ha indicado en referencia a Vox.
También ha cargado contra el principal grupo de la oposición por intentar "entrar al barro en un tema que no lo merecía", y ha suscrito el argumentario de Moncloa para rechazar la moción planteada por los populares: "Hay disparidad de criterios judiciales, lo que se impone es la prudencia, contención, reflexión y análisis".