Colau convierte a Ayuso en su rival y la campaña de las municipales en un Barcelona contra Madrid

Al igual que la presidenta madrileña hizo con Pedro Sánchez durante la crisis de la Covid-19, Colau no plantea equipararse a sus contrincantes directos para revalidar la Ciudad Condal. La idea, en este caso, es presentarse como el polo opuesto de otra figura de calado, Ayuso, y aglutinar el voto de la izquierda. El voto anti-PP.

Las claves de esta estrategia, adelantadas por Metrópoli Abierta, son similares a las que utilizó Ayuso con el presidente del Gobierno para convertirse, desde su Ejecutivo regional, en un capital político nacional. Entonces, la líder del PP se erigió de facto como "líder de la oposición" ante la incomparecencia de Pablo Casado, que no logró reivindicarse tanto como su (entonces) amiga.

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Colocándose como opositora a Ayuso, informa A. Fernández, Colau logra convertirse en una líder mucho más visible y desplaza a la irrelevancia a Jaume Collboni (PSC) y Ernest Maragall (ERC). Hace dos años, a la madrileña le salió bien frente a Pablo Iglesias (Podemos), Rocío Monasterio (Vox) y Edmundo Bal (Cs). 

No es unidireccional. Ayuso también acostumbra a presentar batalla a la alcaldesa de Barcelona, a quien se ha referido en varias ocasiones para criticar su gestión. Hace dos semanas, Colau contestó en sus redes sociales para reivindicar la economía de la ciudad frente al resto de España.

Al final del vídeo, Colau invitó a la presidenta madrileña a conversar públicamente sobre estas cuestiones: "Son temas interesantes, pero es curioso que la señora Ayuso no hable de ellos. Me encantaría que la señora Ayuso se diera por interpelada. Quisiera discutirlos".

Isabel Díaz Ayuso y Ada Colau. E.E.

El enemigo exterior

La inminente disputa electoral de Madrid y Barcelona valdrán como primera toma de temperatura de las elecciones generales, que previsiblemente llegarán a final de año. El resultado en ambas suele influir en las campañas nacionales, por lo que la lectura que hacen los partidos debe ponerse entre paréntesis hasta saber el resultado de las municipales y autonómicas.

Más aún, ambas consultas electorales suelen utilizarse como arma arrojadiza para atacar a los espacios políticos que las gobiernan. Lo mismo ocurre con Ayuso y Colau, "dos líderes que no dudan en retorcer la realidad y que no tienen piedad para con sus rivales".

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"Independientemente de sus ideas políticas, técnicamente, son lo mismo. A ambas les interesa presentarse como las adalides de una determinada opción política y laminar a los rivales que tienen enfrente. También ambas tienen un punto populista y son maestras en fijar un enemigo exterior para justificar sus propuestas y sus posicionamientos", concreta.

De hecho, las maniobras evasivas y ofensivas entre ambas son un calco. Mientras que Colau se apropia de los buenos datos del paro para reivindicarse frente a Madrid, Ayuso le afea la delincuencia de la Ciudad Condal. Toma y daca de datos, tuits y vídeos, pero ningún careo.

Madrid contra Barcelona

La intención de Colau en este sentido, por aquello de que su puesto es el que más peligra de los dos, es convertir la campaña electoral de las municipales de 2023 en una competición entre Madrid y Barcelona. Pero no busca gresca con su homólogo, el alcalde José Luis Martínez-Almeida, ni con el resto de candidatos a la Alcaldía, sino con otra líder de un perfil parecido que sepa que le puede contestar y proyectar. 

Colau, que sabe como nadie manejar las campañas de imagen, entiende que es una baza a su favor situar a la presidenta madrileña como su principal rival, aunque esté lejos y no se toquen. Sabe que la mera mención de Ayuso le puede reportar votos en un electorado indeciso y dividido. Al final, lo de presentar batalla a tus rivales directos está sobrevalorado.