Salvador Sánchez-Terán, político clave de la Transición española, ha fallecido este sábado a los 88 años, según ha informado el Ayuntamiento de Ciudad Rodrigo (Salamanca), localidad donde residió largas temporadas.
"Ciudad Rodrigo pierde uno de sus mejores valedores hasta el último momento de su vida y, desde su Ayuntamiento, que visitaba siempre que estaba en su ciudad, se quiere dejar constancia del sentimiento de tristeza y dolor por esta pérdida", ha indicado el Consistorio en un comunicado.
Sánchez-Terán, nacido en Logroño en 1934, fue una de las figuras más importantes durante los primeros años de la democracia española ocupando varios cargos públicos y en empresas privadas clave.
Fue gobernador civil de Barcelona en momentos críticos, entre 1976 y 1977. De hecho, en el verano de 1977 fue el encargado de las negociaciones que realizó el Gobierno de Adolfo Suárez con Josep Tarradellas para el restablecimiento de la Generalidad de Cataluña.
Ese mismo año se integró en UCD y desempeñó el cargo de secretario de Organización del partido. Sólo unos meses más tarde, en mayo de 1978, ya era miembro del Comité Ejecutivo Nacional.
Como ministro ocupó las carteras de Trabajo, apenas unos meses, y de Transportes y Comunicaciones. De hecho, fue el responsable de la construcción de los aeropuertos de Vitoria-Foronda y Tenerife Sur, de las mejoras de Barajas y El Prat y también de la ampliación del Metro de Madrid a finales de los años 70.
En los últimos gobiernos de la UCD, asumió la Presidencia de Telefónica, entonces una empresa pública, pero dimitió en 1982 cuando ganó el PSOE las elecciones.
Mucho se ha hablado del papel de Sánchez-Terán en el intento de golpe de Estado del 23-F. Según aparecía en su propia biografía, como presidente de Telefónica, el teniente coronel Tejero lo sacó del hemiciclo para comprobar que las líneas telefónicas estaban cortadas y que sólo funcionaba el teléfono del presidente del Congreso.
Luego le permitió hacer dos llamadas para restablecer el suministro. La primera llamada, según contaba Sánchez-Terán, fue al rey para ponerse a sus órdenes. La segunda, al consejero delegado de la empresa pública, Diego Martínez Boudes, para ponerse al día de la situación.
"Aunque sin renegar de su tierra riojana, se sintió siempre mirobrigense (gentilicio de Ciudad Rodrigo) y por su interés por este municipio se le concedió en 1976 la medalla de la Ciudad y se puso su nombre a una de sus vías públicas, el paseo Salvador Sánchez-Terán", ha recordado el Ayuntamiento de la localidad salmantina.
Sánchez-Terán, que era ingeniero de caminos, dejó la política tras la desaparición de UCD y se centró en la actividad privada ocupando varios cargos como el de director general de la Cope o de Tata Motors, entre otros, a lo largo de su trayectoria.
En Ciudad Rodrigo tenía una residencia donde pasaba varias temporadas a lo largo del año, según ha indicado el Ayuntamiento. "Amar a Ciudad Rodrigo significa sentirse comprometido con su historia, crear su presente y trabajar por su futuro", dijo Sánchez-Terán en el pregón de las fiestas de 1963 titulado El Ciudad Rodrigo que yo amo.
"En los numerosos artículos que publicó, en las conferencias que pronunció y en los libros que escribió dejó patente su condición de 'hombre de la Transición Española', de persona dialogante y fiel a unos elevados principios democráticos, sociales y humanos", ha recordado el Ayuntamiento.