El PSOE de Madrid ya ha decidido hacer de la reforma fiscal su propuesta estrella de cara a las elecciones autonómicas del 28 de mayo. Dicho de otro modo: las dos formaciones mayoritarias en la Comunidad —el PP y los socialistas— abogarán por las rebajas de impuestos como mejor modo de gestionar la economía.
Juan Lobato, el candidato socialista para los comicios de mayo, promete que si llega a gobernar la región bajará el IRPF a las rentas de hasta 100.000 euros. Y añade otra propuesta: no habrá que pagar impuestos de Patrimonio, Sucesiones ni Donaciones en caso de que se trate de bienes que generen empleo o algún tipo de actividad económica.
"Lo haremos sin complejos. Los líderes de la izquierda en Madrid llevan veinte años preguntándose con temor… '¿cuándo me sacarán el tema de los impuestos?' Yo estaré encantado de que me lo saquen. Soy técnico de Hacienda", reta Lobato en charla con este periódico.
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Con este gesto, adopta un marco muy similar al de la presidenta madrileña Isabel Díaz Ayuso. Ya el pasado verano, este economista reconvertido a político anunció las líneas generales de su propuesta, pero ahora, entrado 2023 y con los comicios a la vuelta de la esquina, ha colocado su plan en primera línea.
En conversación con EL ESPAÑOL, el propio Lobato rebate así cuando se le señala ese parecido con Ayuso: "Nosotros introducimos la progresividad". Sin embargo, su rebaja fiscal a las rentas de hasta 100.000 euros es mucho más parecida a las tradicionales políticas del PP madrileño que a las del Gobierno central.
Lobato se muestra tranquilo en relación con esa discrepancia respecto a Pedro Sánchez: insiste en que Madrid "tiene su propia realidad económica" y asegura que ni Moncloa ni Ferraz le han puesto obstáculos.
El ahora candidato del PSOE a la presidencia de la Comunidad de Madrid fue alcalde de Soto del Real durante seis años. Allí, bajó todos los impuestos que pudo. De hecho, redujo el IBI hasta el mínimo permitido por la ley. No obstante, reconoce la novedad de su propuesta referida a los parámetros de la izquierda.
Esta es, a grandes rasgos, la reforma que pretende Lobato: se elevarán los mínimos exentos en el IRPF, rebajándose así este impuesto para el 95% de los madrileños, una horquilla donde están comprendidas las rentas de hasta 100.000 euros. Esa reducción de la recaudación —sostiene Lobato— se compensaría con un tipo más elevado para las rentas superiores a 150.000 euros.
¿Qué ocurriría con Patrimonio, Sucesiones y Donaciones? "Dejaríamos exenta toda donación, herencia o patrimonio que genere actividad económica o empleo", responde el candidato. "Perseguimos que el que tenga su patrimonio fuera lo traiga y lo ponga a trabajar en Madrid".
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Lo explica de manera muy gráfica: "No creemos que en Madrid haya que subirle los impuestos a una persona que posee veinte pisos si los tiene en alquiler". A este ejemplo conviene añadir este otro, relacionado con la especificidad de la región que reivindica: "En Asturias subir los impuestos a una renta de 60.000 euros significa una cosa. En Madrid, otra. Y en Madrid no creemos que haya que subir los impuestos a esas rentas".
Esta "revolución fiscal", tal y como la plantea Lobato, contrasta directamente con las reformas que ha estado impulsando el Gobierno de Pedro Sánchez desde el fin del pasado verano. Aunque comparten el carácter progresivo, no es así con el espíritu. Se ve en medidas concretas, por ejemplo, cuando promete subir el mínimo exento del impuesto de patrimonio a 1,5 millones, cuando ahora es de 700.000.
Para notar esa diferencia basta con fijarse en la respuesta que el Ejecutivo esgrimió el pasado mes de septiembre, cuando los presidentes de Andalucía y Comunidad Valenciana, Juanma Moreno (PP) y Ximo Puig (PSOE), anunciaron rebajas fiscales. "Bajar la fiscalidad es parejo a disminuir recursos públicos", aseguraban desde el Gobierno.
De hecho, la reforma de Puig sentó muy mal en Moncloa, donde consideraban que la medida del presidente de Comunidad Valenciano beneficiaría de manera indirecta a los ricos. Y eso que Ximo Puig apostó por deflactar el IRPF a las rentas de hasta 60.000 euros, nada que ver con la barrera de los 100.000 euros que promete ahora Lobato.
Cuando, más tarde, el Gobierno aplicó su propia rebaja del IRPF, lo hizo a las rentas inferiores a 21.000 euros, apenas una quinta parte de lo que propone ahora su candidato a gobernar la Comunidad de Madrid.
Las fuentes de Ferraz consultadas por este diario evitan valorar la propuesta de Lobato y despachan con un contundente "nada que decir". Pero la que no va a poder evitar pronunciarse será Reyes Maroto, candidata socialista a la Alcaldía de Madrid, y a la que seguro preguntarán por la medida de su compañero autonómico que contradice lo que ella aprobó en el Consejo de Ministros.
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