Feijóo presiona para romper el pacto con Vox pero Mañueco no se atreve a volver a las urnas

Lo que tampoco niegan desde la cúpula popular es la presión que Feijóo está ejerciendo para que se cumpla con su deseo de romper el pacto con Vox en la región, aunque el presidente Alfonso Fernández Mañueco teme perder la Junta en caso de que se vea forzado a convocar nuevamente la cita con las urnas. 

Este martes, en una entrevista en Telemadrid, Feijóo fue contundente al asegurar que no habrá un solo cambio en el protocolo sanitario para atender a las mujeres embarazadas que está en vigor en Castilla y León, y que es lo que ha abierto una brecha con Vox, que sostiene justo lo contrario. 

Dirigentes territoriales del PP castellanoleonés admiten que volver a las urnas entraña un riesgo, pero también que la "grave crisis" con el partido de Abascal genera una oportunidad. Por ello, insisten en la tesis de Génova de que "no hay que descartar ningún escenario". 

Es más, consideran que "repetir las elecciones el mismo día de las municipales podría ser una buena jugada". "Porque el poder del PP en Castilla y León está, sobre todo, en los municipios; Vox no tiene implantación territorial", argumenta una fuente de la dirección del partido en la región.

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En el PP cada vez son más las voces que se posicionan a favor de poner fin a la aventura de Castilla y León. "Reforzaría el giro al centro del partido y, sobre todo, sería muy significativo el mensaje que se lanzaría a Sánchez de que el único que es rehén de fuerzas radicales es él", opinan dirigentes cercanos a Feijóo. 

Hacer 'un Aragonès' 

En ese sentido, hay quien estos días recuerda en Génova las palabras del propio Feijóo cuando se negociaban los términos del acuerdo con Vox en Castilla y León. "A veces es mejor perder el Gobierno que ganarlo desde el populismo", dijo el entonces presidente de la Xunta de Galicia. 

La idea de sacar a Vox del Ejecutivo de Mañueco ya la defendían hace meses dirigentes del PP. Entonces, tal y como publicó EL ESPAÑOL, planteaban la opción de expulsar a Juan García-Gallardo y el resto de consejeros del partido de Abascal del Consejo de Gobierno y dejar en sus manos la decisión sobre la continuidad de la legislatura. 

Esta fórmula, reseñaron, sería hacer "un Aragonès", en referencia a la decisión del presidente de la Generalitat catalana, que destituyó al vicepresidente de Junts y decidió seguir adelante con un Ejecutivo monocolor de ERC incluso sin tener mayoría en la cámara regional ni Presupuestos.

Mañueco sí tiene Presupuestos para 2023, pero el problema de los populares en Castilla y León, según dicen, es que no tienen a un PSC como los independentistas catalanes en el que apoyarse, y que Vox y la oposición harían imposible la gobernabilidad.

Cuando le preguntaron este martes a Feijóo por la posibilidad de convocar elecciones en la región, se mostró "muy respetuoso". "¿Quién convoca elecciones? el presidente Mañueco", remarcó. Esto no quita que su preferencia en este momento sea poner fin al experimento con Vox y que se produzca un adelanto electoral que, además, considera que beneficiaría al PP en términos políticos. 

En Vox, mientras tanto, mantienen la amenaza de que "si Castilla y León no cumple con lo pactado" actuarán "en consecuencia". Lejos de acercar posturas con sus socios y calmar las aguas, insisten en que solo contemplan la posibilidad de que se actualice el presunto protocolo para las mujeres gestantes, con una nueva cartera de servicios que contenga la escucha del latido fetal o la ecografía 4D.

Este martes, la formación de Abascal emitió mensajes contradictorios, aunque mantuvo un órdago en todo momento. Primero, el número dos del partido, Ignacio Garriga, amenazó en RTVE con romper el Gobierno de coalición. Después, el portavoz parlamentario, Iván Espinosa de los Monteros, rebajó la tensión y habló de "revaluar" el pacto sellado con los populares. 

Además, PP y Vox han recrudecido sus ataques cruzados de forma considerable en los últimos días. Unos culpan a los de Abascal de salir al "rescate mediático de Sánchez", los otros critican que Feijóo lidera una nueva formación "socialdemócrata". Así lo remarcó Espinosa, que puso el acento en el reciente fichaje de Borja Sémper para ejemplificar su teoría.