Begoña Villacís, asfixiada. Ha perdido la confianza de la dirección de Ciudadanos y no tiene hueco en el PP de Madrid. Sólo la quiere Alberto Núñez Feijóo. De no producirse un giro copernicano de los acontecimientos, la actual vicealcaldesa de la capital tendrá que aceptar fichar por Génova "sin condiciones" y para dedicarse a la "política nacional" a partir de diciembre.
Así lo ha contrastado este periódico tanto del entorno de Feijóo como del de Isabel Díaz Ayuso. La presidenta de la Comunidad de Madrid, en calidad de líder de la formación en la autonomía, es la encargada de elaborar las listas de todos los municipios de la región. Ni siquiera José Luis Martínez-Almeida puede hacer nombramientos en su alineación sin tener la aprobación de Ayuso. Y lo que piensa Ayuso de Villacís está claro: no la quiere.
"Lo mejor de Ciudadanos ya se vino conmigo", dijo ella misma a su entrada al comité nacional de este lunes. A partir de ahí, sólo se abría una posibilidad para que Villacís hiciera tándem con Almeida en una lista azul: que Feijóo pidiera a Ayuso el fichaje de la de Ciudadanos. "No, no vamos a hacerlo. Lo hemos dejado claro dentro del partido. Las listas las hace el presidente de cada territorio. Y no nos vamos a meter", relatan portavoces del entorno de Feijóo.
Estas mismas fuentes, sin embargo, reiteran que la puerta del ámbito nacional sigue abierta para la de Ciudadanos: "Creemos que tiene talento y que puede aportar. Pero si viene, tiene que ser sin condiciones. Sin corrientes internas. Al PP se viene a sumar, no a dividir".
En caso de inclinarse por esta opción, la vicealcaldesa tendría que practicar un ejercicio de contorsionismo con pocos precedentes: son multitud sus vídeos diciendo que "nunca" se iría al PP.
Villacís no ha medido bien los tiempos. Mientras negaba a diestro y siniestro que su negociación con el PP hubiera comenzado, fue vista en una cafetería cercana a Génova con Elías Bendodo, hombre de la máxima confianza de Feijóo. Para más inri, el encargado de realizar los fichajes nacionales. Véanse los casos de Borja Sémper o Íñigo de la Serna. Fue Bendodo quien cerró los últimos flecos.
En esa toma de contacto, tal y como reveló este diario, se le transmitió a la vicealcaldesa que hablara con Almeida. Ese era el cauce lógico para intentar meter la cabeza en el PP de Madrid. De haber fructificado ese contacto, luego se habría enfrentado a una charla con Ayuso, que es quien tiene la última palabra.
Pero la relación de Villacís no es buena con Ayuso ni con Almeida. No hay química personal con ninguno de los dos. Basta con palpar cualquiera de los dos ambientes para darse cuenta. Este lunes fue Ayuso quien, ya en público, descartó el fichaje de la vicealcaldesa. Segura de sí misma, añadió: "Si es algo de nacional, nosotros no tenemos nada que ver".
En el entorno de Ayuso, preguntados por EL ESPAÑOL, reseñan algunos datos importantes: la presidenta no olvida que Villacís "estuvo con Ignacio Aguado y Ángel Garrido cuando la quisieron echar de la política". Tampoco ocultan que les haya molestado la reunión de la líder de Ciudadanos con Bendodo a espaldas de Ayuso: "Si hubiera querido entrar en el PP de Madrid, ¿no tendría que haber hablado con la presidenta?".
Y, por último, sobre el cartel de Villacís, apuntan las siguientes dos cuestiones. Ayuso "ya es liberal, en el PP de Madrid no hace falta una corriente liberal". Hoy, a diferencia de lo que ocurrió en 2019 y en 2021, cuando "Isabel era candidata pero no presidenta del partido en la Comunidad", no hay duda de "quién tiene la autoridad para hacer las listas".
"Esto no va a ser un Toni Cantó 2", concluyen. Hacen referencia a cuando Pablo Casado impuso a la presidenta –que no tenía cargo orgánico– la inclusión del actor en las listas de la Comunidad de Madrid.
El lío de Cs
Mientras tanto, Ciudadanos afronta su particular devenir. La formación naranja, cuya nueva dirección se ha comprometido por escrito a no integrarse en el PP, tiene que nombrar sus candidatos para las autonómicas y municipales este mes de febrero.
El plazo de inscripción se abre el día 4 y culmina el 6. Villacís, que ya se ha reunido con el PP, no ha desvelado qué va a hacer. Si expira este periodo y no se inscribe, parecería claro que, o bien se va a la empresa privada, o firma su acuerdo con el PP.
Por otro lado, si se apunta a las primarias, podría enfrentarse a un candidato que le recordara en campaña que aspira a ser la líder de Ciudadanos en Madrid cuando ya ha negociado con el PP en una cafetería.
Suena para esa quiniela Santiago Saura, número dos de Villacís en el Consistorio que formó parte de la candidatura de Edmundo Bal en el proceso interno que relevó a Inés Arrimadas hace unas semanas.
Por tanto, el lunes que viene como tarde quedará claro si Begoña Villacís aspira a ser de nuevo la candidata naranja –en solitario– para las elecciones del 28 de mayo.
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