Pedro Sánchez, este miércoles en el Congreso, durante su intervención en la sesión de control al Gobierno.

Pedro Sánchez, este miércoles en el Congreso, durante su intervención en la sesión de control al Gobierno. EFE

Política GOBIERNO DE COALICIÓN

"La coalición ya no existe": el PSOE cree que Podemos busca que Sánchez cese a sus ministros

Los socialistas consideran que Unidas Podemos quiere desmarcarse pensando en las elecciones y fortalecerse en su negociación con Yolanda Díaz.

9 febrero, 2023 03:16

“La coalición ya no existe, es una ficción. El punto de inflexión ha sido el momento en el que ha habido faltas de respeto y, sobre todo, la posibilidad real de que PSOE y Unidas Podemos voten separados sobre proyectos de ley que ya ha aprobado el Consejo de Ministros”.

Dirigentes socialistas utilizan explicaciones como esta para poner de manifiesto que todo el accidentado periplo de la llamada Ley del sí es sí ha llevado al Gobierno a una situación casi insostenible, sin salida a la vista Lo cual no quiere decir que no puedan llegar hasta el final de la legislatura si consiguen el difícil reto de rebajar la enorme tensión entre ambos. Sobre todo porque ninguna de las dos partes quiere ser quien cargue con el peso de una hipotética ruptura.

Es más, añaden que la imagen estos días con Moncloa e Igualdad negociando cada uno por su parte con los perplejos socios de investidura se asemeja ya a la pareja que se separa y pugna por la custodia de los hijos y la propiedad de los bienes.

Da la impresión de que la única que busca y cree aún posible el acuerdo es Yolanda Díaz, que mantiene una posición ambigua aprisionada entre dos fuerzas que avanzan en sentido contrario. Le va su futuro político en ello.

De hecho, su entorno justifica su silencio precisamente por su voluntad de encontrar un acuerdo antes de que se vote la norma. Aunque la imagen sea a veces la de un Gobierno tripartito, con ella en el medio.

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Para Pedro Sánchez este asunto es ya una tortura política como reflejan las encuestas y como transmitió ayer mismo en su desangelada y deslavazada intervención en la sesión de control al Gobierno en el Congreso. Para muchos socialistas es irritante escuchar a sus socios decir que su propuesta es "el Código Penal de la manada".

Los socialistas atribuyen la situación a la necesidad de Unidas Podemos de marcar territorio y desmarcarse de Sánchez de cara a las elecciones. Aseguran también que otra clave importante es la necesidad de Podemos de reforzarse antes de entrar en negociaciones formales con Yolanda Díaz para una hipotética candidatura unitaria en las generales. O más probablemente para tener su propia candidatura con Irene Montero al frente si no es posible el acuerdo.

Necesidad de diferenciarse

Es la clásica estrategia según la cual una negociación se inicia mucho antes de sentarse con la acumulación de fuerzas de cada una de las partes para tener la posición más firme posible.

Dirigentes socialistas entienden que, incluso, puede haber un interés de Podemos por ser expulsados del Gobierno. Ganarían margen de maniobra en la calle y en el Parlamento y tendrían un relato favorable siempre y cuando no sean ellas las que se van.

La idea imperante en el PSOE es que Sánchez piensa algo así como “si quieren irse que se vayan, pero no hay que regalarles la expulsión”. Por eso el Gobiern podría seguir incluso en esta situación.

De hecho, el presidente ha relevado a Pilar Llop de la negociación y serán Félix Bolaños y María Jesús Montero quienes negocien una salida. Por un lado con Unidas Podemos por si hay alguna opción remota de acuerdo, pero también con los socios de investidura para evitar que la reforma salga sólo con los votos del PP y Vox.

La ruptura de la coalición debilitaría enormemente a Sánchez, aunque le diera imagen de firmeza y moderación. Podría gobernar porque no hay grandes decisiones que tomar ya, los Presupuestos están aprobados, pero pondría en jaque su discurso que se jacta de la estabilidad conseguida en la legislatura, llegando hasta el límite legal de diciembre para convocar elecciones. Se comprometería también el buen desarrollo de la Presidencia europea que se inicia el 1 de julio.

Sería complicado incluso aunque lograra retener a ministros como Yolanda Díaz, Alberto Garzón o Juan Subirats. Los tres han sido discretos y tibios también con este asunto y no se han sumado expresa y públicamente a las posiciones de Igualdad.

Antes de verano ya hubo un amago de ruptura en un Consejo de Ministros en el que Unidas Podemos cuestionó los acuerdos de la cumbre de la OTAN. Sánchez llegó a amenazar con la ruptura.

Este martes el presidente del Gobierno se mostró enfadado en el breve Consejo de Ministros, con la impresión de que algo muy negativo ha pasado estos días en la coalición.

La ministra de Justicia, Pilar Llop, asumió ayer ante el Pleno del Congreso la responsabilidad del fiasco de la ley. Casi como si fuera el cortafuegos de Sánchez, al inmolarse públicamente por el presidente.

Fuentes oficiales de Moncloa aseguran que Llop tiene pleno respaldo del presidente y niegan que pueda aprovechar la inminente salida de Reyes Maroto y Carolina Darias para sacar a la ministra de Justicia y a Irene Montero del Gobierno.

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Moncloa explica oficialmente que la ministra cumple el encargo del presidente para cambiar la ley y para asumir en público la explicación de la posición de Moncloa y, de hecho, su periplo de ayer por los medios, tras meses de silencio, fue decidido y ejecutado en el entorno de Sánchez.

Fuentes oficiales añaden que Llop ha elaborado la proposición de ley que modifica la "ley del sí es sí" y no tendría sentido apartarla antes de que se apruebe, teniendo en cuenta que habrá negociación sobre enmiendas de los grupos.

La versión de fuentes de Unidas Podemos es obviamente diferente. Sostienen que Sánchez está asustado por las encuestas y presionado por los barones y candidatos del PSOE. Entienden que forma parte de una estrategia de intento de recuperación de voto más moderado. Lo que gráficamente describen diciendo que "a Sánchez le tiemblan las piernas".

Deterioro de las relaciones

No perdonan que acuerdos cerrados en proyectos de ley aprobados por todos en el Consejo de Ministros sean luego discutidos por el PSOE en el trámite parlamentario. Por ejemplo, la ley del 'sí es así', la Ley Trans, la de vivienda o la de protección de los animales.

Sobre esta última hay ya una enmienda pactada por Unidas Podemos con los socios de investidura, frente al PSOE y este jueves los miembros de la coalición votarán distinto en el Pleno del Congreso sobre una norma aprobada por los dos en Consejo de Ministros. Eso mismo pretende hacer Unidas Podemos con la ley del "sólo sí es sí", es decir, una enmienda con los grupos de investidura al texto de Llop y ver al PSOE votando con PP y Vox.

Lo mismo ocurrió con la Ley Trans porque el PSOE presentó enmiendas al texto que salió del Consejo de Ministros y perdió la votación. Según los socialistas se trataba de dar garantías a la ley por lo que, según esta versión, la norma saldrá de las Cortes sin esas garantías.

El proyecto de Ley de vivienda se aprobó en el Consejo de Ministros y el PSOE la tiene bloqueada en el Congreso y, probablemente, ahí morirá.

Irene Montero y Ione Belarra nunca han sido muy populares en el Consejo de Ministros. Se dice que van siempre juntas los martes en Moncloa y que no se relacionan con el resto, ni siquiera en el café informal previo.

Ahora, esa situación se ha agravado y, por ejemplo, la relación entre Llop y Montero durante las negociaciones para reformar el sí es sí han sido tormentosas. Sus equipos reproducen estos días los epítetos que cada una dedica a la otra.

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Además, algunas de las declaraciones de Montero han irritado a Moncloa. Como antes irritaron las palabras de su secretaria de Estado Ángela Rodríguez Pam cuando bromeó sobre los efectos de la ley.

La número dos de Montero fue obligada desde Moncloa a grabar un vídeo rectificando. Ahora Moncloa no lo ha intentado siquiera con Montero, aunque en anteriores ocasiones sí consiguió que la ministra de Igualdad matizara algunas declaraciones.

En lo que si coinciden todos en el PSOE y el Gobierno es en esperar como agua de mayo la moción de censura de Vox con Ramón Tamames de candidato. Sería un balón de oxígeno y, por eso, ayer Sánchez hizo reiterada alusión a Tamames en el pleno del Congreso. Casi como una invitación.