Ramón Tamames acaba de aparcar su gira por los medios de comunicación. "Cerrojazo informativo" fue la consigna que recibió en su última reunión con la dirección de Vox. El catedrático de Economía venía radiando y televisando, casi a tiempo real, su decisión. Iba comentando, con sorprendente franqueza, las dificultades que alumbraba el proceso.
De ahí que los de Santiago Abascal, al considerar que este ruido mediático les perjudica, hayan pedido discreción al exdirigente del Partido Comunista. Así lo ha contrastado este periódico de fuentes solventes. No habrá más entrevistas a Tamames hasta nuevo aviso. De hecho, la secretaria del veterano político ha cancelado algunos compromisos que ya habían sido adquiridos.
Todo comenzó con una filtración. No fue Vox quien contó a los medios que Abascal había propuesto a Tamames ser el candidato a la moción de censura. Los periodistas llamaron al autor de Estructura económica de España y encontraron el talante abierto que caracteriza a Tamames.
En contra de lo que suele suceder con este tipo de maniobras, hubo luz y taquígrafos acerca de prácticamente todo. EL ESPAÑOL, por ejemplo, ha ido relatando cómo surgió su nombre –en una comida con Sánchez Dragó–, cuántas reuniones ha habido –una en la sede del partido y dos en casa de Tamames– y un largo listado de etcéteras.
Este miércoles se produjo el último encuentro. No asistió Abascal, que tenía que participar en la sesión de control al Gobierno en el Congreso de los Diputados. Allí, por cierto, Sánchez dio a entender que está encantado con la moción. Sí visitó al catedrático el principal asesor de Abascal, Kiko Méndez-Monasterio.
Tamames, por fin, pudo comentar con los interesados su "programa de gobierno". En contra de lo que se dijo cuando sonó su nombre, el catedrático de Economía no está siendo objeto de una instrumentalización. O por lo menos no está dejando que eso ocurra.
En cuanto se decidió a aceptar la oferta, se encerró a escribir. Plasmó su idea de España en un documento que casi alcanza los cuarenta folios. Repleto de datos económicos y muy "transversal". Ahora Vox debe decidir si eso cuadra con su ideario. Ambas partes deberán debatir para que eso suceda. Las fuentes consultadas por este diario indican que el texto de Tamames no es un alegato contra Pedro Sánchez, sino un "discurso dirigido a la nación".
Como inspiración, ha tenido a Fichte, el filósofo germano de finales del XVIII y principios del XIX, que escribió unos textos titulados precisamente así: "Discursos a la nación alemana".
El exdirigente del PCE propone soluciones a los principales problemas del país y ha elaborado los remedios con el objetivo de que puedan recabar un consenso, y no abrir más el espacio entre los bloques.
Vox no tenía pensado comunicar a los medios la elección de Tamames hasta que todo estuviera más atado. Pero la filtración precipitó los acontecimientos. Ahora, tras el tercer encuentro y al comprobar la magnitud del trabajo del catedrático, los de Abascal han pedido tiempo y discreción para analizar la propuesta.
Del mismo modo, Tamames ha exigido a Vox conocer al pie de la letra la presentación que hará Abascal a modo de prólogo en la tribuna del Congreso. Porque el candidato de Vox será el encargado de presentar las razones de la moción. Y Tamames quiere sentirse cómodo con esas palabras.
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