Este miércoles tendrá lugar la cuarta reunión entre Ramón Tamames y la dirección de Vox. Cuando los de Santiago Abascal hicieron el ofrecimiento, el catedrático de Economía tardó muy poco en decir que "sí".
El atraso se produjo cuando comenzó el intercambio de propuestas y papeles. Ambas partes han decidido oficializar la moción cuando por fin se haya pactado el "programa de Gobierno". Así lo ha contrastado este periódico de fuentes solventes.
Desde un primer momento, Abascal ofreció a Tamames cierta independencia. Es decir: le dio libertad para preparar su discurso. Sin embargo, a tenor de lo sabido por EL ESPAÑOL, en Vox percibieron con cierta sorpresa la prolijidad del documento preparado por el exdirigente del PCE, que se encerró a escribir en cuanto se convenció de que sería el candidato.
Lejos de producirse un distanciamiento, "todo sigue hacia delante". A un ritmo mucho más lento, pero "hacia delante". Esa es la expresión que utilizan quienes forman parte del proceso. Los que trabajaban al lado de Abascal, pero también los que asesoran al catedrático que cumplirá 90 años en noviembre.
Vox mantiene intacta su intención de celebrar la moción de censura a Sánchez antes de las elecciones autonómicas de mayo. De ahí que la semana que viene –miércoles 15 de febrero– convenga dejar todo atado.
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De puertas hacia afuera, por si ocurriera la catástrofe, los dirigentes de Vox señalan que el pacto no está hecho. Pero en las reuniones de Tamames con Abascal eso siempre se ha dado por sentado y, habiéndose explicitado el "sí", lo que se hace es estudiar los aspectos técnicos.
De hecho, al último encuentro –ya son siempre en casa de Tamames–, no asistió siquiera Abascal, que estaba en la sesión de control al Gobierno, en el Congreso. Otro tanto podría ocurrir esta semana, al haberse agendado la cita otra vez para el miércoles. Ahora es Kiko Méndez-Monasterio, el máximo asesor de Abascal, quien encabeza la negociación práctica.
En los 37 folios que entregó Tamames a Vox no hay una enmienda a la totalidad de Pedro Sánchez, sino "un discurso dirigido a la nación", en la línea del género acuñado por el filósofo alemán Fichte entre los siglos XVII y XVIII. Tamames no ha preparado un alegato sobre la sedición o la malversación, que también; sino una propuesta transversal acerca de la economía, el medioambiente, la territorialidad y un largo listado de etcéteras.
Abascal y su equipo han aceptado el envite de Tamames, pero quieren repasar bien sus propuestas para que el programa del exdirigente del PCE no corra el riesgo de convertirse en una enmienda al programa de Vox. Al mismo tiempo, le han pedido que reduzca su exposición mediática, ya que ha venido radiando en directo todos los avances –y retrocesos–.
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Del mismo modo –y ese es el otro factor que ha ralentizado las negociaciones–, Tamames le ha pedido a Abascal conocer al pie de la letra las palabras que va a emplear el candidato de Vox para presentarlo a él en la tribuna. Porque, tal y como reveló EL ESPAÑOL, primero será Abascal quien relate en el Congreso las razones de la moción y luego ya será Tamames quien entre en juego.
El inicio
Todo empezó la tercera semana de enero. Vox había anunciado que quería un candidato independiente para su moción y se barajaban varios nombres. Fue en la marisquería Rafa, de Madrid, donde Fernando Sánchez Dragó propuso a Abascal que eligiera a Tamames. Al dar éste su visto bueno, Dragó llamó al catedrático y organizó una reunión en la sede nacional de Vox, que se produjo el 16 de enero.
En ese primer encuentro, Abascal y Tamames se conocieron. El líder de Vox había estudiado Estructura económica de España, el libro clásico de Tamames con el que se han formado millones de alumnos universitarios. Las sensaciones fueron buenas. De hecho, Tamames se ofreció para sondear a Feijóo acerca de la moción.
El 24 de enero, Feijóo comió en casa de Tamames. El catedrático no reveló que se le había ofrecido la candidatura, pero sí tanteó al líder del PP, que adelantó la abstención de los suyos.
El 1 de febrero, Tamames recibió en su casa a Abascal. Ahí fue cuando le comunicó su "sí", pero también cuando ambas partes se percataron de la necesidad de hacer un análisis de documentos.
Por el camino, habiendo trascendido ya lo de Tamames y Vox, el catedrático habló con Feijóo por teléfono. El líder del PP le dijo: "Si fueras mi padre, te aconsejaría que no te presentaras". Los populares consideran que el prestigio de Tamames se verá seriamente dañado si sube a la tribuna invitado por Abascal.
El miércoles pasado tuvo lugar la mencionada última reunión, donde se arrancó ese análisis más detallado de propuestas. Mañana volverán a verse las caras con la esperanza de sellar definitivamente el pacto.
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