La ministra de Justicia, Pilar Llop, reconoció este lunes en una reunión con diputadas del Parlamento Europeo que su Ministerio no hizo ningún tipo de estudio sobre cómo la Ley Trans podía interferir en la Ley de Violencia de Género de 2004. Estas supuestas interferencias fueron una de las principales preocupaciones de las llamadas feministas clásicas durante la tramitación de la norma.
Fuentes asistentes a dicha reunión comentan a EL ESPAÑOL que algunas asociaciones con las que se había reunido antes la delegación europea les habían trasladado esa preocupación y que, cuando le preguntaron a Llop, descartó que se hubiera analizado el asunto.
A la vez que los llamados hombres de negro de Unión Europea, este lunes también aterrizaron en Madrid una decena de eurodiputadas de la Comisión de Derechos de las Mujeres e Igualdad de Género del Parlamento Europeo. El objetivo inicial, aprobado hace meses, era conocer de primera mano las políticas y leyes en igualdad de género, donde España es pionera.
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Sin embargo, el ambiente no ha sido tan cordial como podía esperarse en un principio. Las parlamentarias europeas, entre las que hay tres españolas, se han encontrado con algunos colectivos feministas profundamente molestos a raíz de la Ley Trans, aprobada en el Congreso la semana pasada, y con el Gobierno español dividido a causa de la reforma de la Ley del sólo sí es sí.
A primera hora de la tarde la delegación se citó con algunas ONG y asociaciones para conocer su punto de vista sobre la situación actual del país en materia de Igualdad. La representante de la Fundación Mujeres les trasladó un informe en el que se estudia las "interferencias" entre la Ley Trans y la de Violencia de Género en aspectos como las estadísticas o los llamados "espacios de seguridad".
Aseguraban que "la Ley de Violencia de Género pivota sobre el sexo, porque es una violencia estructural contra las mujeres y la Ley Trans da efectos jurídicos a una identidad, pero no al sexo, por lo que podría tener consecuencias". Pueden darse situaciones comprometidas; un ejemplo: un hombre que se cambia de sexo y pega a una mujer ¿puede ser juzgado por violencia de género?
Cuando, más tarde, la delegación se reunió con Pilar Llop y le preguntaron que si el Ministerio de Justicia había elaborado algún estudio en esa dirección, la ministra lo descartó. Llop se justificó explicando que el PSOE había presentado algunas enmiendas para poner coto a la autodeterminación de género, pero que habían caído en saco roto.
Respecto a la Ley del sólo sí es sí, la ministra de Justicia les trasladó, igual que hace el Ejecutivo en público, que se trata de una buena ley, pero que ha tenido una serie de efectos indeseados por la rebaja de penas a condenados por agresiones sexuales. Aunque se mostró propensa a la reforma, reconoció que es algo que ya depende de los grupos en el Congreso de los Diputados.
Pedirán cambios a Montero
La delegación continuará este martes con su trabajo y tendrán otra reunión con Carmen Calvo, que las recibirá en calidad de presidenta de la Comisión de Igualdad del Congreso. Lo más probable es que la exvicepresidenta también les traslade alguna preocupación sobre la Ley Trans, ya que ha sido la cara visible en el feminismo socialista contra la norma.
Acto seguido se reunirán con la ministra de Igualdad, Irene Montero. Según trasladan las fuentes, las eurodiputadas más conservadoras le pedirán a la ministra que facilite la tramitación de la reforma.
Lo harán asegurando que es algo que quiere la sociedad civil, ya que las asociaciones con las que se reunieron este lunes, que recogen distintas sensibilidades ideológicas, también han coincidido en pedir esa reforma.
Es poco probable que Irene Montero haga caso a las peticiones, ya que Podemos considera que la proposición de ley que ha presentado el PSOE atenta contra el consentimiento, y que vuelve al marco legal de La Manada.
El próximo 7 de marzo, a las puertas del 8-M, se votará la toma en consideración de la norma en el Congreso, y todo apunta a que los socialistas tendrán que apoyarse en el PP.
De todas formas, desde Ferraz destacan que se va a hablar con todos los grupos parlamentarios para intentar aislar a Podemos, ERC y EH Bildu –estos dos últimos tumbaron la urgencia del PSOE para incluir la reforma en el pleno de este martes–. Con ello, esperan no sólo reforzar los números para poder llevar a cabo su reforma, sino presionar a los morados y que la foto finish no sea de socialistas votando con el PP.
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